Autoridades solapan condiciones peligrosas de trabajo, señalan deudos de Pasta de Conchos
Anuncia el secretario del Trabajo la llegada de rescatistas chilenos
Familiares se concentran fuera del socavón, concesionado a Binsa
Leopoldo Ramos
Saltillo, Coah., 3 de mayo. Un estallido por acumulación de gas metano dentro de una mina de carbón en el municipio de Sabinas causó este martes la muerte de tres obreros; otros 11 quedaron atrapados y su estado de salud se desconocía al cierre de esta edición, mientras un joven de 15 años de edad que laboraba en el yacimiento sufrió quemaduras en rostro y pecho, y el desprendimiento de un brazo.
El socavón, ubicado a 60 metros de profundidad, está concesionado a la minera Beneficios Internacionales del Norte (Binsa), propiedad de Luis González Garza. Los trabajadores quedaron atrapados poco después de las 8 horas, dijo el alcalde de Sabinas, Jesús María Montemayor Garza.
El secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, y el secretario de Gobierno estatal, David Aguillón Rosales, acudieron al sitio del percance. El primero dio a conocer que los mineros Mario Alberto Anguiano, Leobardo Sánchez y Isaías Valero perecieron y sus restos fueron sacados. Anunció que un grupo de rescatistas chilenos arribará este miércoles.
En la veta trabajaba Jesús Fernando Lara Ruiz, de 15 años, quien al momento de la explosión laboraba en la bocamina con un malacate conectado al tanque de acero con el cual se lleva el carbón a la superficie.
Lara fue trasladado a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social en Nueva Rosita, después al hospital general en Melchor Múzquiz, y finalmente se le llevó en helicóptero a un hospital especializado en quemaduras de Monterrey, Nuevo León, informó el secretario de Salud estatal, Raymundo Verduzco Rosán.
Jesús Espinoza Dávila, representante de Binsa, dijo que los atrapados son Jesús A. Sifuentes, Julio Sifuentes, Hermilo Pérez, Néstor Manuel Carmona, Eleazar López, Julio César Reséndiz, Santos Vallejo, Rogelio Robledo, Reyes Francisco Cruz, Hugo Santos y Juan César Chávez.
Familiares de los mineros afectados se concentraron fuera del yacimiento, ubicado en el ejido Sabinas, en el kilómetro 112 de la carretera federal México-Piedras Negras.
El 19 de febrero de 2006 una explosión de metano en la mina de Pasta de Conchos causó derrumbes. Trece trabajadores sobrevivieron con quemaduras, pero 65 quedaron atrapados a 700 metros de profundidad. Dos cadáveres fueron recuperados en los siguientes 10 meses. Un año después del siniestro se suspendió la búsqueda.
Responsabiliza sindicato a la empresa
Patricia Muñoz Ríos y Fabiola Martínez
La explosión en una mina en Sabinas, Coahuila, hace evidente que los accidentes y las muertes de trabajadores en los yacimientos de carbón en México continuarán mientras las secretarías del Trabajo y de Economía y los gobiernos estatales sigan solapando a las empresas y no las sancionen por las pésimas condiciones en que operan, consideró la organización Familia Pasta de Conchos.
La abogada Cristina Auerbach, del organismo no gubernamental, aseguró que en la mina siniestrada trabajaban varios menores (uno de ellos, de 15 años de edad, perdió un brazo), lo que es infame.
Indicó que el siniestro de ayer se suma a decenas que han ocurrido en esa región, donde han perdido la vida muchos trabajadores sin que el gobierno haga algo por encarcelar a los responsables.
El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana señaló que los mineros muertos y atrapados en Sabinas no son sindicalizados, mas no por ello deben desconocerse sus derechos laborales ni deben trabajar en condiciones de riesgo.
El sindicato responsabilizó de lo ocurrido a la empresa Binsa y a su representante, Juan Espinosa Dávila, por las pésimas condiciones de seguridad, que son similares en todas las minas de carbón de esa región.
Por la noche, en Torreón, Coahuila, el secretario de Gobernación, Francisco Blake, informó que la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Gurza, supervisará el rescate de los mineros atrapados y ofreció emplear todos los recursos disponibles para privilegiar la integridad de los 14 trabajadores.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos solicitó a las secretarías del Trabajo y de Economía la aplicación de las medidas cautelares que sean necesarias para garantizar la vida y la integridad o, en su caso, el rescate de los cuerpos de los trabajadores. Además, inició una queja de oficio por la explosión.
Por instrucciones de Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la CNDH, personal del organismo se trasladó a Sabinas para indagar lo sucedido y apoyar a los deudos.