La iniciativa también favorece aspiraciones de Javier Lozano, advierte la catedrática
Cumple demandas añejas de empresarios, debilita a PAN y PRD y adquiere protagonismo, dice
Patricia Muñoz Ríos
Lunes 28 de marzo de 2011, p. 15
Lunes 28 de marzo de 2011, p. 15
Con su propuesta de reforma laboral, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está haciendo una
jugada políticade tres bandas, ya que cumple demandas añejas del gran empresariado del país –como flexibilizar el despido y la contratación–, para congraciarse con este sector y tener su apoyo en los procesos electorales; toma el papel protagónico en reformas con las que el PAN no ha podido, y
debilita la posibilidad de cercanía de Acción Nacional y el PRD, alrededor de las futuras alianzas.
La catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco (UAM-X) y doctora en ciencia política y socióloga del Trabajo Graciela Bensusán planteó lo anterior en entrevista y explicó que de aprobarse esta reforma, el PRI le estaría
subiendo el costo político a la izquierda, de acercarse al PAN en cualquier proceso electoralpor lo que calificó la iniciativa como una estrategia del tricolor, en la que no se ha tomado en cuenta para nada a los trabajadores.
La experta en estudios del trabajo, con varios libros publicados sobre el tema, recalcó que la reforma laboral presentada por el PRI no sólo es un
fusilde la presentada por el PAN, pues
copiótodo el articulado que proponían los panistas para coartar la libertad sindical, sobre todo en los puntos que se refieren al establecimiento de candados para crear nuevos sindicatos y para los recuentos por titularidad de contratos; sino que incluso retomó planteamientos que desde 1989 propuso la Confederación Patronal de la República Mexicana en su proyecto; así como de la llamada
reforma Abascal.
Retoma el PRI todos estos planteamientos proempresariales, porque considera que puede sacar una tajada política importante, y a su vez, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón,
ve también que la oportunidad es excelente, con su visión absolutamente cortoplacista, de que esta reforma le puede servir para posicionarse mejor que otros aspirantes del PAN en la carrera por la candidatura presidencial. Cree que la reforma laboral, aunque no la saque él si no el PRI, le puede dar puntos en este concurso, como también se los dio ante el sector empresarial el golpe que le dio al SME y que le encantó a este sector, planteó Bensusán.
Es decir, están de por medio los intereses políticos de Javier Lozano, porque éste dice
si se aprueba, gana el PRI, pero gano yo también, y ya no le importa que su iniciativa quede a un lado, pues
su expectativa es que esto le conviene en sus intereses particulares.
Hay evidencias contundentes de que en países que introdujeron la flexibilización laboral esto no generó empleo ni competitividad, sólo precarizaron más el trabajo, pero eso al PRI no le importa, pues el mensaje que quiere mandar a los empresarios es que puede resolverle las tres cosas más importantes que les interesa y que son: poner tope legal a los salarios mínimos, imponer la subcontratación sin restricciones y facilitar el despido, todo lo cual precariza el empleo, advirtió la experta.
Al preguntarle cómo quedaría la situación laboral de los mexicanos de aprobarse esta reforma, la catedrática expuso: “mal, porque ya están mal. México es un país donde llevamos 30 años de deterioro permanente de los salarios, donde el salario mínimo es de 134 dólares mensuales, cuando en Argentina es de 475 dólares, 375 en Chile y 300 en Brasil y Uruguay… México tiene los salarios más bajos de América Latina, y están por debajo de la línea de la pobreza, pues 66 por ciento de la población ocupada gana menos de tres salarios mínimos”.
Por último, se le preguntó si el PRI no le está haciendo el juego sucio al PAN con esta reforma, a lo que señaló que en el fondo los dos partidos están de acuerdo en lo fundamental y tienen intereses comunes, sólo se disputan el poder, la Presidencia de la Republica.