La firma española tiene siete concesiones de obras, incluida la supervía poniente
La empresa dirigida por ex funcionario de López Portillo participó en la mayor colocación de acciones de una empresa en la BMV
Gran parte de esos recursos eran ahorros de trabajadores
La empresa dirigida por ex funcionario de López Portillo participó en la mayor colocación de acciones de una empresa en la BMV
Gran parte de esos recursos eran ahorros de trabajadores
Roberto González Amador
Sábado 5 de marzo de 2011
Una “relación estrecha y de confianza” con las autoridades de las que obtiene concesiones y abundantes recursos disponibles de los fondos de pensión de los trabajadores ha permitido a OHL, la firma española que pretende construir una autopista elevada en el surponiente de la capital mexicana, convertirse en una de las principales empresas constructoras del país.
Sábado 5 de marzo de 2011
Una “relación estrecha y de confianza” con las autoridades de las que obtiene concesiones y abundantes recursos disponibles de los fondos de pensión de los trabajadores ha permitido a OHL, la firma española que pretende construir una autopista elevada en el surponiente de la capital mexicana, convertirse en una de las principales empresas constructoras del país.
La subsidiaria en México de Obrascon-Huarte-Lain (OHL), que es dirigida por José Andrés de Oteyza, secretario de Patrimonio y Fomento Industrial en el gobierno del ex presidente José López Portillo (1976-1982), protagonizó a finales de 2010 la mayor colocación de acciones de una empresa en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de la última década. Se trató de una operación en que la mayor parte de los recursos involucrados correspondió a las pensiones de los trabajadores, que son gestionados por las administradoras de fondos para el retiro (Afore).
OHL colocó en el mercado accionario 30 por ciento de su capital social, en una operación orientada a obtener recursos frescos para financiar su plan de concesiones y proyectos de expansión. La mitad de los 11 mil 200 millones de pesos que involucró la operación fue colocada entre inversionistas mexicanos y la otra mitad en el extranjero.
“Esto fue posible fundamentalmente gracias a la participación de las Afore”, comentó el 16 de diciembre pasado José Andrés de Oteyza, en un acto sobre fondos de pensión en el Palacio Nacional. “Las Afores compraron 28 por ciento del total de la colocación”, 3 mil 136 millones de pesos, dijo. “Quiero subrayarlo porque fue una de las colocaciones más importantes que se han hecho en la BMV y fue para financiar un rubro de infraestructura”.
Para el director de OHL, la operación que realizó su empresa con recursos de los fondos de pensión “ha puesto en evidencia que es posible, que ya está ahí en los hechos, el conjuntar el ahorro de nuestros trabajadores con la concreción de obras de infraestructura... el producto del ahorro de nuestros trabajadores mexicanos aplicados directamente a financiar las obras de infraestructura que tanto requiere el país”.
En el prospecto para la colocación de acciones, un documento que las empresas están obligadas a poner a disposición de los inversionistas interesados en adquirir los títulos, OHL hace valer su capacidad para construir buenas relaciones con los gobiernos encargados de autorizar las concesiones de obras de infraestructura en que participa.
“Históricamente la compañía ha tenido éxito al presentar a las autoridades estatales propuestas para el desarrollo de proyectos de infraestructura de transporte, que han sido consideradas por las autoridades e incluso han motivado procesos de licitación pública y adjudicación de concesiones, en base a las cuales la compañía ha obtenido cuatro de sus concesiones”.
La empresa tiene en México siete concesiones, incluida la de la supervía poniente de la capital del país, que consiste en un tramo de 5.2 kilómetros que, según la impugnada asignación que hizo el gobierno del Distrito Federal, usufructuará durante 30 años con una tasa de retorno garantizada de antemano. OHL asegura que en caso de que al término de la concesión no recupere el capital invertido más la tasa de ganancia “tiene derecho a solicitar la extensión de dicha vigencia o, en algunos, casos, la posibilidad de recibir una compensación al final del plazo de la concesión”. Es decir, riesgo financiero mínimo.
Sigue el prospecto:
“Las concesiones que mantiene actualmente la compañía le han permitido crear una relación estrecha y de confianza con las autoridades de distintas administraciones mexicanas, lo cual la compañía considera que la coloca en una posición favorable para participar en la obtención de futuros proyectos de infraestructura de transporte en México, en un entorno de oportunidades sin precedentes en este sector. Adicionalmente, la compañía cuenta con una importante capacidad para financiar sus proyectos, la cual será utilizada en su momento para financiar el crecimiento futuro”.
El jueves pasado, Cristina Barros, vocera del Frente Amplio contra la Supervía –quien ha recibido amenazas anónimas por esa actividad–, escribió en La Jornada que la filial en México de la española OHL ha sido especialmente favorecida por el gobierno del Distrito Federal, que encabeza el perredista Marcelo Ebrard. “Se ha evidenciado que tuvieron información privilegiada y que se les adjudicó la obra aun cuando se presentaron a solicitar la concesión antes de las 24 horas que debieron transcurrir por ley después de hecha pública la declaratoria de necesidad”.
Barros añadió que la adjudicación fue entregada por el gobierno de la ciudad a OHL sin que mediara la evaluación técnica financiera de un tercero independiente calificado en la materia, como prevé la ley.
La Jornada pidió este viernes la posición de OHL sobre estos señalamientos. Una vocera de la compañía ofreció responder más tarde la solicitud, pero no lo hizo hasta el momento del cierre de la edición.
OHL gestiona 31 concesiones en seis países: España, Brasil, México, Argentina, Chile y Perú, con una inversión total gestionada de 14 mil 700 millones de euros, unos 221 mil millones de pesos. En México participa en autopistas de peaje, aeropuertos (tiene parte del de Toluca) y ferrocarriles, y “en su momento” lo hará en el sector portuario, según anunció De Oteyza en diciembre pasado.
En México, la empresa usufructúa las concesiones para el Circuito Exterior Mexiquense, Viaducto Bicentenario, autopista Puebla-Perote, autopista urbana norte (una extensión del Viaducto Bicentenario), libramiento norte Puebla, Aeropuerto de Toluca, y la Supervía Poetas, el tramo de 5.2 kilómetros del total de 10 kilómetros que tendrá la supervía poniente. Fuente: La Jornada