La única guerra válida es contra la ignorancia, la injusticia y la enfermedad, dice el rector
Terminar con la violencia no pasa nada más por el uso de la fuerza militar o policiaca, sostiene
Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de enero de 2011, p. 12
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, aseguró que se equivocan aquellos que ven la lucha contra el crimen organizado como una guerra. Las únicas guerras válidas, agregó, son contra la ignorancia, la injusticia y la enfermedad.
En conferencia de prensa, en la que hizo un balance de sus primeros tres años de gestión, el rector de la máxima casa de estudios subrayó que las más de 34 mil víctimas que ha dejado la estrategia del gobierno federal contra la delincuencia organizada, no deben ser minimizadas con el argumento de que la mayoría de los asesinados son criminales.
Nos equivocamos cuando pensamos en esta lucha contra el crimen organizado como una guerra. Las únicas guerras que se valen son contra la injusticia, la ignorancia y la enfermedad. Nos equivocamos cuando creemos que las vidas de estas casi 34 mil 500 víctimas, muchas de ellas jóvenes, no son tan importantes porque forman parte del crimen organizado. Nos equivocamos, es un fracaso de la sociedad, porque esas personas en un altísimo porcentaje, quiero pensar en su totalidad, no deberían haber caído ni estado en condición de pertenencia a las bandas delictivas.
Reiteró una vez más su demanda de que el combate a la violencia y al narcotráfico en el país se aborde de manera integral, poniendo énfasis en valores laicos y cívicos.
He sido uno de los muchos que han señalado que la solución de este problema no pasa nada más por el uso de la fuerza pública: Ejército, Marina o la policía. Estoy convencido, desde el principio lo he dicho así, que se requiere un abordaje integral, que necesitamos pensar en la educación y en particular en el asunto de los valores, fortalecer los valores cívicos y laicos, como solidaridad, lealtad y defensa de la libertad.
Narro agregó que no se puede enseñar a la ciudadanía, en particular a los jóvenes, que el dinero, los bienes materiales y el éxito fugaz sean las condiciones que normen la vida y el desarrollo de la humanidad.
Dio la bienvenida a la crítica realizada por una comisión de intelectuales, ex políticos y empresarios de América Latina, en la que participaron entre otros los ex presidentes de México, Ernesto Zedillo, y de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, quienes ayer plantearon en Ginebra que se requiere de estrategias antidrogas diferentes a las implementadas por Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas (ONU), por lo que se debe poner énfasis tanto en prevención como en educación.
Tenemos que replantearnos temas y que los jóvenes tengan ocupación, educación, empleo y una forma digna de transitar por su juventud. Que tengan la esperanza y expectativa de vivir en un México mejor y con mejores mexicanos. La educación, la formación a nivel superior y la cultura dan un sentido más ético, no sólo en la transmisión de mensajes, sino en la condición de la gente, expresó el rector.
En víspera de varios procesos electorales en el país e interrogado acerca del proselitismo que el Partido Nueva Alianza (Panal), de Elba Esther Gordillo, realiza en escuelas públicas de algunas entidades, Narro aseveró que los partidos no deben tomar los planteles –desde educación básica a superior– como arena política. Agregó que él mismo será un vigilante celoso de que la UNAM no enfrente alguna situación inconveniente (al ser usada como plataforma electoral).
Los partidos tienen su espacio y deben reconocerlo para ejercer todas las prerrogativas que la legislación les otorga y les confiere. Los candidatos, precandidatos, aspirantes o suspirantes tendrán sus formas de decidir; la universidad tiene que cumplir con su tarea (académica) y debe ser absolutamente imparcial como institución, neutra en ese terreno. En todo caso, los universitarios que tengan derechos políticos consagrados por la ley (y quieran ser candidatos) deben ejercer esos derechos en su momento, en las áreas y espacios que corresponda.
Sobre su gestión al frente de la UNAM, destacó que en sus primeros tres años se ha mejorado la eficiencia terminal y se ha dado un gran apoyo a la infraestructura y la docencia, en particular en el bachillerato.
Planteó que la institución necesita reformas que la hagan funcionar mejor y formar mejores estudiantes con base en las necesidades del siglo XXI, como la flexibilización de carreras y planes de estudio, la posibilidad de cursar licenciatura y doctorado al mismo tiempo e incrementar la representatividad en el Consejo Universitario, entre otras.