Washington (apro).- En su nota principal de su edición impresa de
este viernes, el periódico The New York Times asegura que en México “son
los militares quienes más asesinan a personas en la Guerra contra las
Drogas”.
El texto firmado por Azam Ahmed y Eric Schmitt enfatiza que en México
se incrementan los abusos a los derechos humanos y el gobierno de
Enrique Peña Nieto no controla las ejecuciones llevadas a cabo por las
fuerzas armadas.
“En la historia de la guerra moderna, los combatientes tienden mucho más a herir a sus enemigos que a matarlos. Pero en México, lo opuesto es la verdad”, sentencia la nota más importante de este viernes de uno de los diarios más influyentes y leídos en el mundo.
Basándose en lo que sostienen las propias estadísticas recolectadas y
develadas por el gobierno de Peña Nieto sobre las consecuencias de la
guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, el New York Times
subraya que los militares mexicanos “son excepcionalmente asesinos
eficientes”.
La justificación, y de acuerdo con lo que le respondieron las
autoridades a los dos reporteros del rotativo estadunidense, es que los
militares en México durante los enfrentamientos están mejor adiestrados y
tienen más habilidades que los cárteles.
Conforme al Comité Internacional de la Cruz Roja, citado en el
artículo de primera plana, durante las guerras que han ocurrido después
de la década de los años setenta del siglo pasado en los combates entre
grupos armados el saldo es de cuatro personas heridas y una muerta, en
promedio.
“Pero la cuenta de muertos en México es a la inversa. El ejército
mexicano mata a 8 enemigos por cada uno que hiere”, matiza el periódico
más importante de la Gran Manzana.
Al hacer una comparación entre el Ejército y Marina de México, los
reporteros estadunidenses encontraron una cifra todavía más preocupante y
aterradora: “Con los grupos de elite de la Marina la discrepancia es
todavía más pronunciada; la información que ellos mismo proveyeron
sostiene que más o menos matan a 8 combatientes, por cada uno que
hieren”.
The New York Times destaca que desde 2014, conforme las fuerzas
armadas se involucraban más en la guerra contra las drogas y el crimen
organizado, el gobierno de México puso un alto al recuento y revelación
del saldo de muertos y heridos durante los enfrentamientos entre
narcotraficantes y militares.
Como parte del deterioro en la protección de los derechos humanos en
México, desde el “Sexenio de la Muerte de Felipe Calderón”, el diario
neoyorquino apunta que el gobierno federal ha hecho muy poco para
investigar los miles de casos de tortura, desapariciones forzadas y
ejecuciones extrajudiciales adjudicadas a las fuerzas armadas del país.
“No solo la tortura es una práctica generalizada en México, también
está rodeada de impunidad”, declaró al New York Times Juan Méndez,
relator Especial de derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU).
Para contrarrestar las estadísticas y obtener una explicación, los
dos reporteros autores de la nota más destacada de este viernes en el
New York Times intentaron de manera infructuosa cuestionar a la
Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena).
Los números sobre las bajas en la guerra contra las drogas sostienen
que entre 2007 y 2012, las fuerzas armadas mexicanas mataron a unas 3
mil personas y que ellos sufrieron 158 bajas.
En México es tabú la investigación a las fuerzas armadas por parte
del gobierno federal por acusaciones de violación a los derechos
humanos. Como ejemplo, el New York Times anota el caso de la presunta
presencia de militares durante la desaparición de los 43 normalistas de
Ayotzinapa, Guerrero, en septiembre de 2014.
Desde que la Sedena dejó de publicar las estadísticas sobre las bajas
en la guerra contra las drogas, hace dos años, han surgido nuevos casos
y más alarmantes sobre ejecuciones de civiles cometidas por el Ejercito
y/o la Marina.
De entre estos The New York Times enlista el episodio de Tlatlaya,
Estado de México, donde los soldados presuntamente ejecutaron a 22
civiles.
“El único soldado procesado y enjuiciado por el caso, y por cargos de
desobediencia; ya cumplió su sentencia”, acentúa el periódico.
Contrario a lo que ocurre con las fuerzas armadas de Estados Unidos
-según The New York Times- que han adiestrado en tácticas especiales de
combate a elementos de las fuerzas armadas mexicanas y específicamente
en la asignatura de protección de los derechos humanos, en México el uso
letal de la fuerza sigue siendo una práctica común entre soldados y
marinos.
“La impunidad se da pese a los lazos crecientes con los militares de
Estados Unidos por medio de los entrenamientos y la venta de artillería
bélica, confinada a mejorar el profesionalismo y por consiguiente al
record de las fuerzas armadas de México en derechos humanos”, concluye
The New York Times.