viernes, 22 de abril de 2016

Greenpeace exige saber efectos de la explosión en Pajaritos

Teme graves secuelas en la salud de los afectados
En el país es pésimo el manejo que se da a sustancias peligrosas, advierte
De la Redacción / Periódico La Jornada / Viernes 22 de abril de 2016, p. 42
La organización ambientalista Greenpeace expresó sus condolencias a las familias de quienes perdieron la vida en la explosión de la plata Clorados Tres, del Complejo Petroquímico Pajaritos, de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz, y afirmó que las víctimas mortales podrían haberse evitado si en el país hubiera un manejo más responsable de las sustancias químicas peligrosas.

En un comunicado señaló que tanto la población de Coatzacoalcos como los mexicanos en general tenemos derecho a saber si después de la explosión queda algún riesgo potencial para la gente. Hizo un llamado a las autoridades a actuar con transparencia y revelar las causas del accidente, así como los potenciales impactos para la salud humana y el ambiente que puedan causar las emisiones de tóxicos liberadas.
Señaló que en el Complejo Petroquímico Pajaritos se produce cloruro de vinilo, químico que se encuentra en forma gaseosa y líquida, por lo que al inhalarlo o estar en contacto con la piel puede causar irritación, mareo, dolor de cabeza y sensación de desmayo, pero cuando la exposición es crónica (por más de un año) puede producir graves problemas en la piel, las articulaciones y alteración hepática, incluso puede provocar fibrosis hepática y es capaz de producir mutaciones en el material genético, por lo cual afecta la reproducción y es altamente cancerígeno.
Greenpeace indicó que es urgente que se determine e informe con claridad qué tipo de compuestos químicos contenía la nube que se produjo, ya que es probable que partículas de éstos persistan en la atmósfera y en el lecho del río Coatzacoalcos.
Agregó que ni el gobierno de Veracruz ni Pemex pueden darse el lujo de exponer a la población. Por ello, exhortaron a las autoridades a monitorear de manera inmediata la presencia de químicos peligrosos en la zona y darlo a conocer de manera oportuna mientras se toman las medidas precautorias necesarias con la población, medida que consideraron crucial para minimizar los efectos de este terrible accidente para las comunidades locales y el ambiente.
El accidente en Pajaritos, afirmó Greenpeace, es sólo un ejemplo del pésimo manejo que se da en nuestro país a las sustancias tóxicas peligrosas: no hay regulación suficiente, en México se permite el uso de miles de químicos prohibidos en otros países, no hay vigilancia total del cumplimiento de los lineamientos de manejo de esas sustancias, por lo que señaló este tipo de complejos petroquímicos son riesgo en sí para las comunidades donde se encuentran.
Recordó que el Complejo Petroquímico Pajaritos ha sufrido al menos tres accidentes de 1991 a la fecha y de acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el ritmo de emergencias asociadas con materiales peligrosos es el país es de 600 eventos por año y al menos cada 12 meses ocurre una de importancia.

Fuente: La Jornada - Sociedad y Justicia