lunes, 30 de noviembre de 2015

Líderes sindicales, excluidos de la Conasami: investigador

FotoLuis Román realiza un análisis sobre quiénes fijan el salario
Representantes del corporativismo laboral y patronal violan derechos de los trabajadores al decidir el monto de esta percepción, afirma 
Patricia Muñoz Ríos / Periódico La Jornada / Lunes 30 de noviembre de 2015, p. 18
El aumento al salario mínimo para 2016 es decidido por dirigentes de la Confederación de Trabajadores México (CTM), del Congreso del Trabajo, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, abogados empresariales, como los de Coparmex, e incluso representantes legales de compañías como Vitro y Cemex, aseveró el investigador Luis Ignacio Román Morales.
Ellos integran la representación ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) que este año se instala en sesión permanente a partir del primero diciembre.
No hay cabida en la Conasami para representantes de sindicatos independientes o para defender los intereses de los trabajadores no sindicalizados, ni tampoco se convoca a las micro, pequeñas y medianas empresas, por lo que esta instancia, presidida por Basilio González Núñez, reproduce la estructura corporativa de las organizaciones empresariales y gremiales del país, señala Román Morales, especialista y profesor titular del Instituto Tecnológico y Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores expone lo anterior en un análisis titulado El salario mínimo que no se puede aumentar por decreto, en el que detalla que México es la única nación de América Latina en la que el monto de esta percepción es inferior al costo de la canasta básica individual, es decir, que no alcanza para sostener el consumo de una persona, menos el de una familia.
En este sentido, Román Morales añade que mientras no haya una determinación judicial en este sentido, pareciera que los responsables de fijar los mínimos no incurren en falta alguna. Sin embargo, los representantes del corporativismo laboral y patronal, así como del Estado, actúan de manera organizada, por medio de una institución oficial, en una toma de decisiones violatoria de los derechos constitucionales y laborales elementales, por lo que cuestiona: ¿esto es una señal de que le están faltando el respeto a las instituciones de derecho? o si su actuación ¿no es más cercana a la delincuencia organizada?
En cuanto a los representantes, refiere que tan sólo de la CTM están José Luis Carazo, Jesús Casasola Chávez, Mary Thelma Pineda Alemán (sindicato de la industria alimentaria); Antonio Villegas Dávalos (petroquímicos); Marcos Moreno, Miguel Ángel Tapia, Luis Elías Meza, Gustavo Macías y Leopoldo Villaseñor Gutiérrez (bancarios), así como Nereo Vargas (electricistas).
Por la parte patronal están Tomás Natividad (que lleva más de una década en la comisión), Francisco Flores Pineda, Rolando Noriega y otros de la Coparmex; por los abogados empresariales figuran Octavio Carvajal, así como representantes legales de firmas como Cemex, Vitro y Kimberly Clark, según el análisis del investigador del ITESO, dado a conocer en el órgano de difusión del instituto: Análisis Plural.
Sobre este punto, Benito Bahena, dirigente sindical de los Tranviarios, sostuvo que cuando líderes obreros de gremios no corporativos quieren participan en el proceso de elección de la Conasami se ponen todas las trabas para impedirlo. No dejan que participen, les dicen que no cumplen con los requisitos. Por ello no hay ni un solo representante de un sindicato independiente.
En la pasada conferencia de prensa con Basilio González, al interrogarlo sobre por qué siempre son los mismos representantes ante esta comisión, respondió: son los que designan las centrales obreras y patronales. Sobre esto incluso existe la versión de que a éstos se les paga por su participación ante este organismo, pero no se ha logrado comprobar.
En cuanto a la fijación del aumento para el próximo año, la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh) estimó que será de entre 4 y 4.4 por ciento para los mínimos y contractuales.
 Al respecto, el análisis asevera que es falso el reiterado señalamiento de que nadie gana el mínimo y expone que 22.5 millones de mexicanos perciben entre cero y dos de estos salarios; también añade que es errónea la versión de que las condiciones del país no permiten elevar los sueldos, ya que México es uno de los países con peor distribución del ingreso del mundo. Por lo que el mínimo puede y debe aumentar significativamente.