
MÉXICO, D.F. (apro).- A 13 meses de la desaparición forzada de sus
hijos en Iguala, los padres y familiares de los 43 normalistas de
Ayotzinapa insistieron en que no abandonarán la búsqueda con vida de sus
seres queridos y reiteraron su exigencia de investigar a los militares
del 27 Batallón del Ejército instalado en la ciudad guerrerense.
“No
hemos dejado de buscar a nuestros hijos, dejamos atrás a una familia
que necesita de su padre y su madre para andar aquí presionando al
gobierno para que nos entregue a nuestros hijos (…) los sentimos vivos”,
subrayó la madre de José Eduardo Bartolo Tlatempa.
“A más de un
año de los hechos, el gobierno sigue apostando al olvido”, aseveró
Felipe de la Cruz, vocero de los padres. Ante una escasa participación
de manifestantes, reconoció que “la participación de ciertas
organizaciones disminuyó”.
A comparación de la manifestación del
pasado 26 de septiembre -la cual movilizó a decenas de miles de
personas-, la marcha de hoy se vio muy reducida, apenas agrupó a un
millar de protestantes, quienes recorrieron de manera pacífica el Paseo
de la Reforma, entre el Ángel de la Independencia y el Hemiciclo a
Juárez, en medio de una leve neblina.
Detrás de los padres de los
43 normalistas marcharon en columnas estudiantes de Ayotzinapa y de
otras escuelas normales, seguidos por pobladores de San Salvador Atenco y
esparcidos grupos ciudadanos y de organizaciones sociales o políticas,
por ejemplo, algunos integrantes de la Sexta Declaración de la Selva
Lacandona.
Particularmente sorprendente fue la ausencia de
estudiantes, ya que apenas una veintena de universitarios caminó,
exhibiendo una manta de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
(UACM) y otra de la Universidad Autónoma de México (UAM).
Los
padres repitieron sus mensajes de repudio al gobierno federal, y en
particular a Enrique Peña Nieto, por su negativa para aclarar el papel
de los militares aquella noche del 26 de septiembre de 2014.
“¿Por
qué no deja que se interroguen a los militares? ¿Tiene algo qué
esconder?”, preguntó una madre. Otra añadió: “(El gobierno) va a todos
lados en el mundo para decir que todo está bien en materia de derechos
humanos en México”.
El padre de Carlos Lorenzo Hernández Muñoz
declaró desde el templete: “No vamos a superar el dolor (…) es un dolor
muy fuerte, no lo deseamos a nadie”.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso