martes, 27 de octubre de 2015

Y reiteran exigencia de que se interrogue a militares

La marcha llegó al Hemiciclo a Juárez. Foto: Octavio GómezMathieu Tourliere - Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- A 13 meses de la desaparición forzada de sus hijos en Iguala, los padres y familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa insistieron en que no abandonarán la búsqueda con vida de sus seres queridos y reiteraron su exigencia de investigar a los militares del 27 Batallón del Ejército instalado en la ciudad guerrerense.
“No hemos dejado de buscar a nuestros hijos, dejamos atrás a una familia que necesita de su padre y su madre para andar aquí presionando al gobierno para que nos entregue a nuestros hijos (…) los sentimos vivos”, subrayó la madre de José Eduardo Bartolo Tlatempa.
“A más de un año de los hechos, el gobierno sigue apostando al olvido”, aseveró Felipe de la Cruz, vocero de los padres. Ante una escasa participación de manifestantes, reconoció que “la participación de ciertas organizaciones disminuyó”.
A comparación de la manifestación del pasado 26 de septiembre -la cual movilizó a decenas de miles de personas-, la marcha de hoy se vio muy reducida, apenas agrupó a un millar de protestantes, quienes recorrieron de manera pacífica el Paseo de la Reforma, entre el Ángel de la Independencia y el Hemiciclo a Juárez, en medio de una leve neblina.
Detrás de los padres de los 43 normalistas marcharon en columnas estudiantes de Ayotzinapa y de otras escuelas normales, seguidos por pobladores de San Salvador Atenco y esparcidos grupos ciudadanos y de organizaciones sociales o políticas, por ejemplo, algunos integrantes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Particularmente sorprendente fue la ausencia de estudiantes, ya que apenas una veintena de universitarios caminó, exhibiendo una manta de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y otra de la Universidad Autónoma de México (UAM).
Los padres repitieron sus mensajes de repudio al gobierno federal, y en particular a Enrique Peña Nieto, por su negativa para aclarar el papel de los militares aquella noche del 26 de septiembre de 2014.
“¿Por qué no deja que se interroguen a los militares? ¿Tiene algo qué esconder?”, preguntó una madre. Otra añadió: “(El gobierno) va a todos lados en el mundo para decir que todo está bien en materia de derechos humanos en México”.
El padre de Carlos Lorenzo Hernández Muñoz declaró desde el templete: “No vamos a superar el dolor (…) es un dolor muy fuerte, no lo deseamos a nadie”.

Fuente: Proceso