MÉXICO, D.F. (apro).- En la batalla jurídica que encabezan
comunidades mayas para prohibir la siembra de soya transgénica en
Campeche y Yucatán, representantes de apicultores y organizaciones
solidarias entregaron hoy a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) dos cajas de cartón que contenían más de 63 mil 900 firmas
ciudadanas en rechazo a los permisos otorgados al gigante de
biotecnologías Monsanto.
Este miércoles 28, los ministros de la Segunda Sala de la SCJN decidirán sobre los amparos de revisión que interpusieron autoridades mayas en 2012, cuyos argumentos fueron reconocidos por jueces federales el año pasado pero impugnados por Monsanto y el gobierno federal.
Las comunidades aseveraron que, al
permitir a Monsanto la comercialización de semillas transgénicas en la
región, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (Sagarpa) pisoteó sus derechos a la consulta libre,
previa e informada; se vulneró su derecho a la salud y a un medio
ambiente sano, y omitió tomar en cuenta el principio precautorio.
Hace
un mes, el apicultor Gustavo Huchín Cauich –quien lleva toda su vida
produciendo miel en el municipio de Hopelchén, en Campeche– subió una
petición en la plataforma Change.org en la que pidió a los ministros
cancelar los permisos de siembra en 253 mil hectáreas en la Península de
Yucatán, la planicie huasteca y Chiapas, ante la afectación a “más de
15 mil familias campesinas de origen indígena maya que viven de la
apicultura, una actividad económica sustentable”.
Huchín denunció
hoy que a la par de la instalación de productores de soya transgénica en
la región, inició la deforestación de la selva maya, el uso excesivo
del herbicida Roundup, el producto estrella de Monsanto –cuyo principio
activo, el glifosato, fue catalogado por los científicos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como probable causante de cáncer–
y la fumigación aérea de plaguicidas.
“Los mayas existimos, hace
años que estamos aquí, cuidando por nuestros hijos, nuestros nietos, y
no es justo que gente extranjera, extraña, terminen con el bosque”,
denunció Angélica Ek, una de las demandantes en los juicios de amparo.
Pero
una de las mayores afectaciones a los pobladores de la región recae en
los apicultores, quienes observaron una caída en la producción de miel
en los últimos años y se alarman ante la posible contaminación de la
miel por transgénicos, lo cual les cerraría las puertas del mercado
europeo.
“Los apicultores dependemos de la floración de los
árboles para que las abejas picoreen. Son miles y miles de familias que
dependemos de la apicultura. Por esto pedimos al gobierno que ya, por
favor, detenga la deforestación, detenga la siembra de soya
transgénica”, exhortó Huchín.
“Nosotros intentamos proteger estos
bosques, esta selva que están acabando de manera indiscriminada (…) los
mayas solos no vamos a poder. Si se acaba la selva maya, rompemos el
pulmón de México”, insistió.
La decisión que asumirán los
ministros el próximo miércoles revierte una importancia nacional, según
el abogado Jorge Fernández, integrante de la organización Indignación.
“Estamos
ante una posibilidad histórica de que la SCJN decida proteger al
patrimonio biocultural de la nación”, subrayó, al precisar que una
resolución a favor de los mayas abriría el camino “para muchas
comunidades de norte a sur que enfrentan megaproyectos que ponen en
riesgo sus culturas y su entorno ambiental”.
“Antes de la invasión
los mayas hacían miel. Nadie mejor que ellos sabe qué importancia tiene
la miel, cómo producirla y comercializarla”, enfatizó el abogado.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso