
OAXACA, Oax. (apro).- La periodista y escritora Elena Poniatowska
afirmó que en México “lo que va de la patada es la política”, y “lo de
Ayotzinapa es terrible, es dolorosísimo, (pero) debe ser el punto de
partida para elegir, en acciones futuras, a gobernantes, censurar y
tener una capacidad de indignación”.
También consideró que el
caso Ayotzinapa “nos devuelve al movimiento estudiantil del 68, pero
este es peor porque es un crimen de racismo”.
Durante su participación en la edición 35 de la FILO, la autora de La noche de Tlatelolco (1971) y Tinísima
(1992) salió en defensa del artista plástico Francisco Toledo, luego de
que un pintor que se autonombra Markoa tachó de “cacique” al principal
promotor cultural de Oaxaca.
Markoa, quien es calificado de
oportunista y mentiroso por realizar una supuesta huelga de hambre
frente a Santo Domingo, manifestó: “Usted dijo que en Juchitán que al
maestro Francisco Toledo se le ve como un santo, respeto el trabajo de
artista pero como humano no, se ha vuelto un cacique del arte, de la
cultura oaxaqueña”.
Entre chiflidos y gritos con exclamaciones de
“¡fuera!, ¡fuera!, ¡fuera!”, Markoa también acuso de “cacique” al
empresario Alfredo Harp Helú.
Poniatowska respondió: “Ojalá y todo el país se llenara de caciques como Francisco Toledo”.
“Usted
dice que yo que dije que (Toledo) era un santo, y yo creo que sí, que
tiene muchos elementos de santidad porque está cerca de la gente, cerca
de su tierra y lo que él ha hecho no lo ha hecho nadie”.
Y a la
pregunta de cómo ve la situación actual de los escritores, Poniatowska
dijo que “yo soy periodista desde 1953, pero hay muchísimos libros,
muchos artículos de denuncia, de indignación, de protesta y yo estoy con
ellos, yo pertenezco a periódicos de oposición y de izquierda y, para
mí, yo creo que vamos bien.
Ejemplificó: “En los periódicos hay
muchas reporteras, piensa lo que le sucedió a Carmen Aristegui, que de
veras es una figura muy importante, y Svetlana Alexievich, que ganó el
Nobel de Literatura 2015 por el tema de Chernobyl, entonces, no se puede
dividir tanto a escritores y periodistas”.
“En Oaxaca están
caricaturistas como Naranjo, y Juan Villoro, que escribe
espléndidamente, hay mucha gente que vale y que importa. Va bien la
escritura, la literatura, lo que va de la patada es la política”,
puntualizó.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso