miércoles, 8 de julio de 2015

Grecia propondrá un acuerdo que incluya “reformas con justicia social”: Tsipras

Hollande, Rajoy, Tsipras y Renzi durante un encuentro en Bruselas. Foto: APMÉXICO, D.F. (apro).- Si el programa de reformas que Grecia presentará mañana recibe el visto bueno de sus homólogos europeos, ello permitirá al país recibir de nueva cuenta los préstamos sin los cuales podría ser declarado en bancarrota y expulsado de la zona euro el próximo domingo 12, cuando los líderes de los 28 países de la Unión Europea (UE) se reunirán en Bruselas para una nueva cumbre. 
Mathieu Tourliere - Proceso
Al salir de una reunión extraordinaria entre jefes de Estado de los 18 países que integran la unión monetaria, el primer ministro griego Alexis Tsipras declaró que su objetivo consiste en encontrar una salida final a la crisis, y aseveró que el acuerdo que propondrá su gobierno será la inclusión de reformas “creíbles con justicia social”.
Por separado, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió que los próximos cinco días serán cruciales para el destino de la UE, ya que el gobierno griego tiene hasta la mañana del jueves 9 para presentar un programa de reformas económicas que discutirán tres días después.
“De no ser así, implicará la ruptura en las negociaciones, con todas las posibles consecuencias, incluso el peor escenario es que todos perdemos”, planteó Tusk al subrayar que la bancarrota de Grecia y el derrumbe de sus bancos afectarán a los griegos, pero también “a toda Europa, incluso en el sentido geopolítico”.
Y si bien el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseveró estar “fuertemente contra el Grexit (la salida de Grecia de la unión monetaria)”, informó que han preparado un escenario de Grexit “muy detallado, (que contemple) hasta programas de ayuda humanitaria”.
A su vez, la canciller alemana Angela Merkel reiteró el mensaje que dio a conocer ayer, e insistió en que si bien respeta el triunfo del “no” en el referéndum del pasado domingo –mediante el cual los griegos rechazaron las medidas de austeridad que proponía el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–, “la soberanía de los otros 18 países (de la zona monetaria) también debe ser tomada en cuenta”.
Planteó: “Hemos convocado a una cumbre el próximo domingo porque estimamos que la situación es muy peligrosa”.
El presidente griego, Prokopis Pavlopulos, entregó a Tusk una carta que ayer redactaron los representantes de los partidos griegos, en la que aseveraron que la victoria del “no” en el referéndum del pasado domingo “no constituye un mandato para romper con la zona euro, sino un mandato para continuar y reforzar el esfuerzo para alcanzar un acuerdo socialmente justo y económicamente viable”.
Pero el mensaje entre los distintos jefes de Estado resultó muy claro: queda muy poco tiempo para resolver el caso griego y, como lo planteó el presidente francés, Francois Hollande, “no sólo se trata de un problema de Grecia, sino del futuro de la Unión Europea”.
Durante la junta entre ministros de Economía que se realizó después del mediodía, todos los representantes de los países europeos declararon, con distintos grados de alarmismo, que después del triunfo del “no” al referéndum, recaía ahora sobre el primer ministro griego la responsabilidad de encontrar una solución rápida para salir de la crisis.
El recién nombrado ministro de Economía, Euclides Tsakalotos, quien representó al gobierno griego en una delicada junta europea, apenas un día después de la renuncia de su predecesor, recibió la bienvenida de sus pares, aunque no presentó ni discutió el nuevo acuerdo.
Su homólogo belga, Johan Van Overtveld, afirmó en tono dramático que “la economía griega está en caída libre. El sistema bancario está en caída libre. No tenemos mucho tiempo. Todo se trata de las propuestas de Grecia”.
Por la mañana, el presidente de la eurozona, Martin Schultz, se declaró a favor de mantener unida a la zona monetaria, y subrayó que quienes quieren dividir a la unión “están mal”.
En la tarde, el presidente estadunidense Barack Obama habló por teléfono con Angela Merkel y le urgió hacer todo lo posible para evitar la salida de Grecia de la unión monetaria, mientras que la vicepresidenta Hillary Clinton abundó en ese sentido al llamar a la UE a ayudar a Grecia.
Representantes del gobierno alemán, por su parte, mantuvieron sus críticas contra el gobierno griego. El vicecanciller y titular de Economía, Signar Gabriel, del partido socialdemócrata, declaró que desde la perspectiva actual, “la admisión de Grecia en el euro se llevó a cabo de manera muy ingenua”.