domingo, 26 de abril de 2015

¿Y las reservas petroleras de Pemex?

Antonio Gershenson | Opinión-La Jornada
Antes, el 18 de marzo se daba la información de los diferentes aspectos de la actividad petrolera. Ahora se informa sin fecha determinada. Se habla, no siempre muy bien, de las reservas de crudo y de gas. Pero en la documentación de Pemex, en el mejor de los casos se llega al primero de enero de 2014, y esto se inició también con mucho retraso. Afortunadamente, aparece una entrevista con el director de Exploración y Producción de Pemex al respecto (en El Economista). Como no todos la leyeron, me permito informar de algunos datos que me parecen importantes, y agregar otros.
La ya habitual caída de las reservas probadas petroleras, al primero de enero de 2015, fue de 3.1 por ciento frente al primero de enero de 2014. La principal parte fue la caída de las reservas probadas de gas, que fue de 7.6 por ciento. Menos inversión en gas y menos inversión en sus reservas, en el futuro del gas.

Se explica que las reservas llamadas probables y posibles, que tienen más bajas probabilidades de existir, aparecerán en mayo, y es posible que por eso Pemex esté mudo al respecto. Para ellos, son muy importantes esas reservas, es donde más han abultado las cantidades en diferentes años.

Las reservas totales probadas son 13 mil 17 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, a principios de 2015. Una referencia histórica es que en el año 2000 la cantidad equivalente, en números redondos, fue de 23 mil 500 millones de barriles de petróleo equivalente. Esto significa que las reservas actuales son 30 por ciento menores que las del año 2000.

Se ve que la reducción importante de las reservas probadas tiene que ver con el insuficiente presupuesto que se les asigna. Vamos a ver algunos casos de derroche, de gasto no compensado, y que corrigiéndolos se podría tener margen para rescatar un poco de nuestro futuro, que actualmente se está mandando al panteón.

Primero, claro, debemos señalar que los recortes a Pemex están mal repartidos, que se van contra la capacidad productiva en vez de irse sobre los enormes pagos a funcionarios y personal de confianza.

El primer caso a considerar es el de Aceite Terciario del Golfo, nombrecito para justificar el derroche de lo que siempre se llamó Chicontepec y lo sigue siendo. La producción ha ido en caída y es muy pequeña en general: de 69 mil barriles diarios en 2012, a 43 mil barriles diarios ahora. Se redujo al 60 por ciento.

La producción anual total, con 365 días, sería de 162 millones de barriles. Si tomamos un precio de 50 dólares, sería de 8 mil millones de dólares, o sea, 400 mil millones de pesos.

Lo gastado en el presupuesto anualmente en 2012 y 2013 fue de 28 y 27 miles de millones. Aun al no contar el gas, que es mucho menos dinero, el valor de la producción es de unos 12 mil millones, menos de la mitad de lo gastado. ¿No es económico clausurar ese negocio, aunque se enojen los funcionarios y las trasnacionales beneficiarias?

Otra forma de medir la improductividad de Chicontepec: de los raquíticos 40 barriles diarios que producía un pozo promedio en 2008, ya produce en este año 18.8 barriles. Hay pozos que producen miles de barriles diarios, pero el pozo promedio del país en 2013 producía 373 barriles. Un pozo promedio de Chicontepec produce aproximadamente 5 por ciento del promedio nacional.

En cuanto a la inversión en actividad exploratoria, del total de 35 mil millones de pesos casi la mitad, 17 mil millones, se gastaron, y por tanto desperdiciaron, en aguas profundas, que no van a rendir nada.

Otro caso. Área Perdida de cero producción y 9 mil millones gastados en 2013. Si no se ha cancelado, es obvio que se debe cancelar, al igual que sus similares.
Cantarell. En bajada la producción, y el valor más reciente es de 239 miles de barriles diarios. El valor total de la producción es de unos 60 mil millones (a 50 dólares), frente a 43 mil millones gastados. ¿Hasta cuándo será rentable la producción decreciente?

Y el dinero ahorrado debe ser usado en inversiones en zonas productivas, que ya hemos visto que las hay.

El planteamiento de los funcionarios para los concursos es que sea una empresa mixta con 10 por ciento de acciones de Pemex y 90 por ciento de la trasnacional ganadora del concurso.

La reforma que transformó a la paraestatal en empresa productiva del Estado mantiene la insostenible carga fiscal para la entidad, pese a que ésta contará con menos ingresos. En términos reales, las ventas de Pemex en enero cayeron en 11 por ciento.