miércoles, 8 de abril de 2015

Cruz Roja Internacional deplora desapariciones en México

Familiares de desaparecidos protestan en la Comisión de Atención a Víctimas. Foto: Octavio GómezMathieu Tourliere - Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- En su primer día de visita en México, el director del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, estimó que las desapariciones, la vulnerabilidad de los migrantes indocumentados, la situación de los prisioneros y el marco en el que se realiza el uso de la fuerza representan los principales problemas humanitarios que enfrenta México.
Después de una ponencia que dio en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maurer dio a conocer su voluntad de utilizar la experiencia que acumuló el CICR en las distintas zonas y contextos de violencia en el mundo para encontrar respuestas a algunos de estos problemas en México.
Entre otros, el CICR busca ayudar a las autoridades mexicanas a mejorar los protocolos de búsqueda de personas desaparecidas –a través de la identificación forense o de la elaboración de una base de datos, por ejemplo–, o las condiciones de tratamiento de los migrantes indocumentados, así como en reforzar los estándares de derechos humanos y de “buenas prácticas” en las instituciones militares.
Fundado en 1863, el CICR aporta ayuda y asistencia humanitaria a las poblaciones civiles víctimas de los conflictos armados y de la violencia armada.
“Estamos en todos los lugares del mundo donde existen víctimas, dónde se viola la ley internacional porque civiles inocentes se vuelven víctimas”, planteó Maurer, pero insistió en que “no somos una autoridad judicial, no supervisamos”.
“Creo que algunos de los impactos que tiene la violencia (en México) son similares a lo que hemos visto en otros países”, indicó Maurer, pero se mantuvo elusivo en el momento de precisar a qué países estaba pensando: “Muchos lugares, muchas veces”, dijo, y luego aclaró: “cada lugar es específico”.
“Siempre existieron límites a la guerra y a la violencia, pero hoy nos enfrentamos de manera cada vez más frecuente a grupos amorfos que rebasan las fronteras de la violencia”, abundó Maurer, al estimar: “Es una gran preocupación”.
Recordó que el protocolo de la organización a su cargo le prohíbe realizar declaraciones políticas sobre eventos específicos –como la tragedia de Ayotzinapa–, ya que el CICR actúa en un país en el marco de la colaboración con las autoridades. “Estamos muy cuidadosos en utilizar palabras sensibles y calificativos”, dijo.
Y subrayó que México es un “honor sustantivo” del CICR a nivel internacional.
“Estamos ampliando nuestro involucramiento en México para ver en qué podemos contribuir, y en cada espacio de cooperación existe un lugar para el mejoramiento”, informó, al precisar que se reunirá el próximo jueves con el Canciller mexicano, José Antonio Meade, para firmar un memorando de entendimiento sobre las próximas etapas de la colaboración.