
Fue un traje (periodístico, jurídico y político) a la medida. Los
Lineamientos aplicables a la relación entre Noticias MVS y los conductores de sus emisiones informativas, que comenzarán a regir hoy (http://bit.ly/1LgoCyE), constituyen una pormenorizada demolición y prohibición del modelo periodístico que desde años atrás construyó y potenció Carmen Aristegui en las frecuencias de la empresa radiofónica dirigida por Joaquín Vargas Guajardo.
Con precisión insalvable, los abogados a cargo de las nuevas normas
restrictivas asestaron los golpes adecuados para reconducir a las manos
patronales los hilos de la emisión periodísticamente más exitosa e
influyente, la que a partir de este lunes deberá someter sus
contrataciones, investigaciones especiales, plantilla de opinantes y
colaboradores, enfoques y orientación a una dirección de noticias (cuyo
perfil está por conocerse), a un comité editorial (en el que
participarán los demás conductores de programas, Alejandro Cacho, Luis
Cárdenas y Ezra Shabot, quienes podrían votar respecto a investigaciones
especiales para tomar decisiones por mayoría que serían obligatorias
para todos, obviamente incluyendo a Carmen en el improbable caso de que
continuara en la difusora frente a micrófonos) y a
La trituración interna del estilo Aristegui lleva aparejadas disposiciones casi personales respecto a alianzas con otros esfuerzos de información y análisis (Méxicoleaks y Aristegui Noticias) y al entreveramiento de tiempo y recursos en una empresa para servir a otra. El ombudsman de la propia MVS, Gabriel Sosa Plata (@telecomymedios y @ombudsmanMVS en Twitter), especialista en temas de radiodifusión y telecomunicaciones, ha hecho un posicionamiento (ow.ly/KlTrN) sobre los lineamientos en mención, en el que puntualiza que éstos
Con ese traje de degradación a la medida, despojada puntillosamente de sus atribuciones y posibilidades, sometida a una dirección de noticias y a un comité editorial (integrado por Cárdenas, Cacho y Shabot), despedidos del trabajo y en riesgo de demandas jurídicas dos de sus premiables investigadores especiales (Daniel Lizárraga e Irving Huerta), canceladas las corresponsalías extranjeras (Dolia Estévez en Washington y Manuel de Santiago, en Madrid, como ejemplos de sustanciosa aportación), condicionada e incluso prescindible su plantilla de opinantes (ahora podrán los demás conductores insertar temas y análisis en las emisiones de sus compañeros), acaso insostenible la mesa de los lunes con Lorenzo Meyer, Denise Dresser y Sergio Aguayo, y abatida toda posibilidad de seguir haciendo allí el periodismo que le ha caracterizado, la presencia o ausencia física de Aristegui frente a los micrófonos de MVS es un dato de menor relevancia. Aunque se quedara, ni ella ni su programa serían lo mismo.
estudios profesionales de mercadoque orientarán la toma de decisiones editoriales y el desempeño de los conductores que deberán presentar por anticipado todo lo que de
relevancia informativadeseen realizar.
La trituración interna del estilo Aristegui lleva aparejadas disposiciones casi personales respecto a alianzas con otros esfuerzos de información y análisis (Méxicoleaks y Aristegui Noticias) y al entreveramiento de tiempo y recursos en una empresa para servir a otra. El ombudsman de la propia MVS, Gabriel Sosa Plata (@telecomymedios y @ombudsmanMVS en Twitter), especialista en temas de radiodifusión y telecomunicaciones, ha hecho un posicionamiento (ow.ly/KlTrN) sobre los lineamientos en mención, en el que puntualiza que éstos
modifican unilateralmente las condiciones del contrato y acuerdofirmados el 1º de enero de 2009 por la periodista y la radiodifusora, en los cuales se establecía y reconocía a la comunicadora
la decisión última respecto al contenido de su espacio informativo. También califica Sosa Plata de
grave omisiónel que
en ninguna líneade las nuevas reglas
se menciona el derecho de la libertad de expresiónde los conductores en sus emisiones, lo que es
contrario a la Constitución y diversas leyes.
Con ese traje de degradación a la medida, despojada puntillosamente de sus atribuciones y posibilidades, sometida a una dirección de noticias y a un comité editorial (integrado por Cárdenas, Cacho y Shabot), despedidos del trabajo y en riesgo de demandas jurídicas dos de sus premiables investigadores especiales (Daniel Lizárraga e Irving Huerta), canceladas las corresponsalías extranjeras (Dolia Estévez en Washington y Manuel de Santiago, en Madrid, como ejemplos de sustanciosa aportación), condicionada e incluso prescindible su plantilla de opinantes (ahora podrán los demás conductores insertar temas y análisis en las emisiones de sus compañeros), acaso insostenible la mesa de los lunes con Lorenzo Meyer, Denise Dresser y Sergio Aguayo, y abatida toda posibilidad de seguir haciendo allí el periodismo que le ha caracterizado, la presencia o ausencia física de Aristegui frente a los micrófonos de MVS es un dato de menor relevancia. Aunque se quedara, ni ella ni su programa serían lo mismo.
Desde luego, las modificaciones sin consenso hechas al
contrato y al acuerdo vigentes desde 2009 entre MVS y la periodista
podrían dar pie a un largo litigio en instancias judiciales cada vez más
expresamente dominadas por los mismos intereses que ahora han
presionado para echar a Aristegui de su espacio radiofónico. Pero la
trampa jurídica tendida en unos cuantos días sirve plenamente al
propósito inmediato de cancelar la emisión indeseada por varios poderes.
Hoy, cuando la periodista y su equipo lleguen a la sede de las
transmisiones podrían encontrar que, conforme a los nuevos lineamientos,
la empresa puede mover de horario a los conductores y ya no fuera
matutino el espacio disponible. También es altamente probable que la
empresa declare rescindido el contrato si la conductora incómoda no
firma y acepta los términos claudicantes de los nuevos lineamientos.
Pero, aun cuando se permitiera a Aristegui sentarse frente a los
micrófonos, ya no será directora de su propio programa ni podrá hacer
más que aquello que los dueños de la empresa decidan con toda
anticipación.
El golpe al periodismo dado en MVS se ajusta a las necesidades de
control, manipulación y silenciamiento de un gobierno federal que se
enfila a la contención represiva de las persistentes muestras de
inconformidad social, a la toma de las urnas en junio próximo al costo
que sea (el subsecretario de Sedesol encargado de la cruzada contra el
hambre en Guerrero ha dejado el cargo para ir a esa misma entidad como
delegado del comité nacional del PRI y el cinismo e impunidad de los
verdes va en aumento, ahora con tarjetas de descuento enviadas a granel a
ciudadanos que ni son
afiliadosa su partido) y al sublevante cumplimiento de las primeras fases de cesión de la riqueza energética a consorcios extranjeros y locales, en medio de una devaluación incontenida y pronósticos económicos complicados.
En la Secretaría de Relaciones Exteriores, mientras tanto, juegan a
¿dónde quedó la placita? Según documentos que se difundirán hoy en la
cuenta de Twitter de @julioastillero
(incluso con nombres de los beneficiados), enigmáticamente fueron
aceptadas en el Servicio Exterior Mexicano algunas personas que ni
siquiera pasaron a la segunda etapa del concurso de ingreso. De 60
plazas prometidas, dos no fueron anunciadas en la lista definitiva y
ocho no tienen justificación conforme a las bases del citado concurso.
¡Hasta mañana!