Mañana sábado será el último gasolinazo
mensual de una serie que comenzó con Vicente Fox. Es la historia de un
atraco en el que se confabularon el Poder Ejecutivo, el PRI y el PAN en
el Congreso, e incluso la mayoría de ministros de la Suprema Corte, para
ejecutar una de las mayores transferencias de dinero de las familias y
las empresas hacia las arcas del gobierno. Una de las claves del
empobrecimiento del país, de la corrupción y el despilfarro se puede
hallar en los gasolinazos.
La historia
En el año 2000 Vicente Fox promovió un incremento de
entre uno y dos centavos mensuales a los combustibles, que supuestamente
servirían para un fondo de infraestructura carretera y para
contrarrestar los efectos de la polución del medio ambiente. En 2008,
Felipe Calderón presentó una iniciativa –que diputados de PRI y PAN
aprobaron– para cargar a los combustibles el Impuesto Especial sobre
Producción y Servicios (IEPS). En el artículo 2-A de la ley respectiva,
quedó establecido el sobreprecio de 36 centavos en los combustibles a
cargo del consumidor final. Del monto recaudado mediante ese impuesto se
destinaría 80 por ciento a los estados y 20 por ciento para los
municipios, que tendrían que etiquetar esos recursos a infraestructura y
protección del medio ambiente. Fue una medida muy polémica que llegó
hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación mediante una acción de
inconstitucionalidad presentada por diputados del Frente Amplio
Progresista (PRD, PT y Convergencia), pero fue rechazada por los
ministros –el único voto en contra fue el de la ministra Olga Sánchez
Cordero. La Corte resolvió, en una de sus más infaustas decisiones, que
los gasolinazos no violaban el principio de equidad tributaria.
El gobierno resolvió que el IEPS se prorratearía durante 18 meses, a
dos centavos por mes, entre enero de 2008 y junio de 2009. Al finalizar
ese periodo, el gobierno federal congeló el precio de la gasolina Magna
como una de las medidas contra la crisis económica, derivada de la
recesión de Estados Unidos.
El mito del subsidio
Sin embargo, en 2010 Calderón anunció una serie de
incrementos mensuales con los que se eliminaría gradualmente el subsidio
a los combustibles,
que estaba minando las finanzas públicas. Según esto, el gobierno subsidiaba la diferencia entre el precio de la gasolina de Estados Unidos (entonces más cara) y la de Pemex. Nunca pudo probarse la existencia de tal subsidio dentro del presupuesto. Este año la situación se ha invertido: la gasolina de Pemex es más cara que la de Estados Unidos. ¿A quién estamos subsidiando los consumidores? En el último año de Calderón los aumentos fueron de 11 centavos para Magna, Premium y diésel.
La continuación del atraco
Al llegar Enrique Peña Nieto a la Presidencia en 2012
continuó con la política de aumentos, pero cambió a nueve centavos para
la Magna y 11 centavos para la Premium y el diésel el primer sábado de
cada mes. A finales de 2013 la gasolina mexicana superó en costo a la de
Estados Unidos; sin embargo, los diputados –incluyendo a los del PRD–
aprobaron los gasolinazos durante todo 2014. Mañana veremos el último gasolinazo
mensual: la Magna costará 13.31, la Premium 14.11 y el diésel 13.94
pesos por litro. De acuerdo con lo anunciado por la Secretaría de
Hacienda, en 2015 habrá un solo aumento conforme a la inflación, que se
estima en 3 por ciento. Sin embargo, en opinión de Pablo González,
presidente de la Amegas –la asociación de empresarios gasolineros–,
podría ser de hasta 4.5 por ciento. Un comentario final: quizá los
consumidores no lamentarían tanto el despojo de que han sido objeto a lo
largo de 15 años si la recaudación se hubiera empleado para construir
refinerías o para la constitución de un fondo de rescate de la economía
popular ahora que el petróleo va en picada.
Venezuela en aprietos
Ante el desplome de los precios del petróleo que ha
golpeado severamente a Venezuela, el presidente Nicolás Maduro anunció
un plan de recortes de 20 por ciento en el gasto público.
He ordenado hacer un conjunto de recortes en el presupuesto de la nación y para eso he nombrado una comisión presidencial para la racionalización y reducción del gasto público, en qué: en gastos suntuarios, gastos no productivos, revisión de sueldos y salarios de toda la plana mayor de ministerios, empresas del Estado, empezando por el presidente, y que me hagan una propuesta de reducción sustancial de salarios, dijo el mandatario durante una reunión con su gabinete, que fue televisada.
@Vox Populi
Asunto: un pobre igual a un voto
Enrique, acá en Celaya, ayer estuvieron largas y nutridas
las filas para recibir las pantallas de televisión. Había familias que
llevaban dos. Se nota que le preocupa mucho al gobierno mantenernos atontejados con futbol, novelas, seudonoticiarios y talk-shows. Las cajas llevaban el lema
Mover a México. Más bien debiera decir
Engarrótense allí.
Agustín Ramírez Agundis
R: Es el famoso apagón de la señal analógica; los
televisores son digitales. Van a regalar 13 millones entre la prole. Es
el número de votos que necesita el PRI para ganar las elecciones. Ya lo
dijo el filósofo de Zacualpan de Amilpas: un pobre es igual a un voto.
Twitter
Cuando descubrí el poder de la palabra, vi un arma en cada hombre. Leñero.
Ya empiezan a promover que
cooperenpara el #Teleton; andele, prole, que la mansión y el avión privado no se pagan solos.
¿Ya mero le llega el precio del barril de petróleo al salario mínimo? Digo, para empezar a cobrar en petrodólares.