MÉXICO, D.F. (apro).- Tras el pago de una fianza exorbitante, los
tres estudiantes detenidos en el marco de la manifestación del pasado
primero de diciembre salieron del Reclusorio Varonil Norte a las 14:30
de este jueves, por lo que enfrentarán en libertad el proceso judicial
en el que las autoridades les imputan los delitos de ataque a la paz
pública, portación de objeto apto para agredir y ultraje a la autoridad.
Al aparecer ante las decenas de estudiantes presentes frente al
reclusorio, Ariel Flores Pérez y Óscar Espinoza Trigueros recibieron
fuertes aplausos y gritos de “huélum”.
El rostro de Óscar todavía exhibe huellas de la detención: varios
puntos suturados en la ceja derecha, un arañazo en la mejilla. Parecía a
punto de desmayarse a cada momento, por lo que su padre lo sostuvo por
los hombros.
Ariel también denunció que lo golpearon durante su detención, pero
“afortunadamente a mí se me desaparecieron rápido los golpes”. Explicó
que tenía “un moretón en la mejilla, otro en la espalda y a altura de
los riñones, y en la pantorrilla izquierda recibí un escudazo”.
El integrante de la Liga de Abogados, Miguel Méndez, aseveró que las
autoridades no tienen prueba alguna de la responsabilidad de los
estudiantes en los delitos que les imputaron. El próximo lunes, abundó,
la defensa refutará el video que supuestamente inculpa a los jóvenes.
Proceso irregular
A raíz de su detención en la noche del pasado lunes, los granaderos
del Distrito Federal llevaron a Ariel, Óscar y Demián Reyes Lara –de
entre 18 y 20 años– a las oficinas del Ministerio Público de la
delegación Gustavo A. Madero (GAM 4).
En la noche del martes, los familiares de los tres jóvenes se
enteraron de que tenían que pagar una fianza a las nueve de la mañana
del día siguiente.
Sin embargo, a las dos de la madrugada del miércoles, un hombre
vestido con un pantalón de mezclilla y una sudadera roja entró en la
celda de los jóvenes, pateó a uno que se encontraba tirado en el piso y
les dijo: “Levántense huevones, vamos al médico”.
Ariel Flores contó a apro: “Nos agarran y nos esposan de mano y de
pie. Caminar con estas porquerías es una tortura. Ya sabíamos el camino
hacia el médico, pero el tipo nos indica otra dirección y nos lleva
hacia la salida de emergencia”.
Una vez en el estacionamiento, el hombre obligó a los tres detenidos a
subirse a un carro civil –“no sé de coches, no te podría decir la
marca”, dijo Ariel–. Salieron del MP por la salida de atrás, sin que el
sujeto les indicara que se dirigían al Reclusorio Norte. “Yo pensaba que
nos iban a desaparecer”, concedió el estudiante.
A las nueve de la mañana del miércoles, las decenas de estudiantes en
plantón afuera del MP, así como los familiares de los detenidos, habían
reunido el dinero de las fianzas, unos 18 mil 600 pesos. Pero las
autoridades les anunciaron que sus cercanos ya no se encontraban en el
edificio.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PDJDF)
emprendió una acción penal contra los tres jóvenes, los puso a
disposición de un juez de delitos no graves, y aumentó la caución a más
de 106 mil 500 pesos por cada preso.
Aterrados, los familiares contrataron a una afianzadora, pagaron 15%
de la suma total –casi 50 mil pesos–, además de que los padres de Demián
Reyes entregaron las escrituras de su casa como garantía, a raíz de lo
cual los tres jóvenes obtuvieron su liberación por la tarde de este
jueves.
Marcha
Una marcha que reunió a centenares de estudiantes salió a la una de
la tarde de la unidad profesional Zacatenco del Instituto Politécnico
Nacional (IPN) rumbo al reclusorio para exigir la liberación de los tres
jóvenes.
También estuvo presente la madre de Bryan Reyes Rodríguez, quien fue
“levantado” afuera de su casa el 15 de noviembre, junto con su novia
Jacqueline Santana López, por policías de la división de inteligencia de
la Policía Federal vestidos de civil.
Una vez en el MP y con argumentos inverosímiles, los federales
acusaron a la pareja de haber asaltado con cuchillos de cocina a una
agente federal para robarle 500 pesos.
El pasado martes, Bryan –quién formó parte de los detenidos del 1 de
diciembre de 2012– puso fin a su huelga de hambre iniciada el pasado 20
de noviembre, y sigue en espera de que un juez asuma su caso.
A las 14:30 la marcha llegó hasta el reclusorio, ubicado en el
extremo norte del Distrito Federal, y los grupos de estudiantes
acomodaron sus mantas en la calle y banquetas.
Después de un fuerte susto –ya que los jóvenes habían sido llevados
en un auto blanco a las 14:15 sin mayor información–, los demás
familiares se enteraron de que los había recogido el padre de Demián y
trasladado a su casa.