Rogelio Velázquez - Contralínea
A más de 1 mes de ocurrida la
desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural de
Ayotzinapa, Guerrero –que data del pasado 26 de septiembre pasado,
cuando también fueron asesinados otros tres normalistas y tres civiles–,
las manifestaciones para exigir su presentación con vida no sólo no
han cesado, sino que van en aumento.
El dolor causado por la agresión policiaca contra los jóvenes parece despertar algo más que la indignación colectiva.
