miércoles, 3 de septiembre de 2014

La reforma educativa no atiende las verdaderas necesidades

La Jornada - El Correo Ilustrado
El gobierno y la SEP han gastado millones en divulgar una reforma educativa que supuestamente mejorará la calidad, pero en realidad la educación sigue empeorando y la reforma es un burdo engaño. Las múltiples carencias siguen sin ser consideradas, y menos atendidas, como la creciente saturación de grupos. Año con año crece la cantidad de niños por grupo. Este año (en la secundaria donde laboro) los grupos de primer año rebasan 52 alumnos y siguen inscribiendo niños. El año pasado eran de 45-46 niños. ¿Alguien en su sano juicio realmente cree que un docente puede atender adecuadamente a 55 niños en 45 minutos de clase? Ni siquiera es posible dedicar un minuto por niño, pero las autoridades educativas siguen obligando a las escuelas a inscribir más niños, argumentando el derecho de todos a recibir educación de calidad, un derecho que en los hechos las autoridades pisotean cuando obligan a los docentes a trabajar en condiciones tan adversas.
Garantizar a todos los niños educación de calidad implica no tener más de 25 niños por grupo, lo cual sería posible si la SEP, en vez de pagar sueldos millonarios a funcionarios, regalar dinero a los charros del SNTE por su sumisión y dilapidar en propaganda, invirtiera ese dinero en más planteles escolares y contratar más docentes frente a grupo. Ningún país con un sistema educativo respetable tiene 55 y hasta 70 alumnos por grupo. Cuba tiene nueve niños por grupo, Finlandia y Uruguay 14, Japón 18. Y claro que ninguno de esos países tiene 7 por ciento de sus escuelas sin pizarrones, 10% sin baños, 30% sin drenajes, ni a 80% de su población en pobreza. No más engaños. La calidad empieza por terminar con las vergonzosas carencias de nuestro sistema educativo.
Maestra Silvia E. Arévalo, Asamblea Magisterial Democrática Jalisco Región Centro