jueves, 21 de agosto de 2014

Corrupción institucional

El Correo Ilustrado-La Jornada
Vivimos el peligro de legalizar lo ilegal, como se hace con las reformas que cambian la Constitución para entregar a particulares la soberanía y el patrimonio nacional, y de institucionalizar la corrupción, como ocurre con los 15 millones cuya devolución rechaza la Cámara de Diputados, por estar prevista en su presupuesto, pero sin justificar. Aunque sea fama pública que fue a cambio de las reformas presidenciales. Pero ya no se hace a ocultas, sino a la vista de todos: es institucional.
¿Alguien ha analizado la increíble concentración económica y de poder político que con las reformas adquiere el Presidente? Es él el repartidor de las concesiones a particulares o lo hace a través del personal que nombra. Los diputados y senadores saben que las reformas les llegaron preparadas de la presidencia. Delegaron sus funciones y debilitaron la división de poderes, ¿acaso por eso los premiaron?

Cambiaron el constitucionalismo social de 1917, cuyo orgullo fueron los artículos 3, 27 y 123, por otro de culto a la propiedad privada. Degradan brutalmente a la sociedad, a la juventud e infancia. A la vez que corrompen a la alta burocracia con inmorales sueldos y premios.

¿Qué haremos con la corrupción institucional cuando el patrimonio y la soberanía estén en manos de particulares?, ¿lo previeron los preclaros legisladores? Porque la oligarquía nacional y extranjera saben a dónde van: retornan a todos al porfiriato dependiente y centralista.

Por la ANAD: Karla Micheel, Jesús Campos Linas, Ernestina Godoy, José Luis Contreras, Edur Velasco, Estela Ríos, O. Alzaga y 16 firmas más.