lunes, 2 de junio de 2014

La lucha por el agua en la Ciudad de México

En el conflicto por el agua en San Bartolo Ameyalco se encuentran desde la falta de información a los afectados hasta los operativos policiacos para asegurar la implementación de los proyectos hídricos. Pueblos y organizaciones sociales se unen para defenderse.
2 junio 2014 | Jaime Quintana Guerrero | Desinformémonos.org
México, Distrito Federal. Los habitantes del pueblo San Bartolo Ameyalco, que vieron interrumpida su normalidad por el operativo policiaco para imponer el proyecto hídrico de la delegación Álvaro Obregón del 21 de mayo, ahora luchan por la libertad de sus presos, pero también se unen a otros pueblos y organizaciones sociales para formar el Frente Único de Pueblos del Valle de México.

Rafael Castillo Madrigal, autoridad ejidal de Tlalpan, señala que son las políticas públicas que se están implementando en la Ciudad de México las que provoca las disputas y el agotamiento de los recursos naturales. Por ejemplo, en su delegación, “el agua es de las comunidades pero se les cobra de manera excesiva, además de que se canaliza para ranchos y colonias nuevas, lo que afectan los cultivos”.

Castillo Madrigal advierte que “lo que pasó en San Bartolo Ameyalco es una injusticia, y nosotros vamos a seguir luchando para que el gobierno autoritario del Distrito Federal deje de estar amedrentando y reprimiendo”.

Otros problemas por los recursos se dan en Santa Cecilia Tepetlapa, Xochimilco, que presenta desabasto y desecación por extracción indiscriminada de agua; y Milpa Alta, donde existe una disputa con los talamontes por los recursos forestales.

En San Bartolo Ameyalco, la lucha por el agua lleva al menos 15 años, y se agravó por la intención del gobierno local de llevarse el agua del manantial so pretexto de surtir a las colonias pobres que sólo reciben líquido por pipa. Los pobladores de Ameyalco, sin embargo, acusan que el agua va para las colonias de clase media y exigen información oficial y suficiente que lo desmienta, lo que no ha sucedido. Sí recibieron, en cambio, un operativo policiaco y descalificaciones de la autoridad, que señala que los “piperos” están detrás de la movilización comunal.



Ameyalco y sus recursos

San Bartolo Ameyalco es un pueblo fundado oficialmente en 1535, pero hay testimonios de su existencia desde antes de la llegada de la invasión española.

En sus tierras brota con un manantial que abastece desde hace siglos a la población y a otras colonias vecinas de la delegación Álvaro Obregón, y que además da nombre a la población (Ameyalco proviene del náhuatl ameyalli, que significa “lugar donde mana el agua limpia”).

En San Bartolo Ameyalco se crearon nuevas extensiones de ejidos en las partes externas y se formaron nuevas y pequeñas colonias, que después se integraron al pueblo. Desde hace 15 años, la lucha por el resguardo del agua tiene a los habitantes en tensión.

Las nuevas colonias, Iztlahuaca y Torres de Tepito, se encuentran en la parte alta de San Bartolo Ameyalco. Estos asentamientos no cuentan con agua, pues el manantial no alcanza a abastecer a esta parte. Los vecinos sospechan que el líquido se envía a colonias vecinas de clase media como Villa Verdum, Rancho San Francisco y Ciudad de Santa Fe.

En mes de abril del 2013, autoridades de la delegación Álvaro Obregón dieron a conocer la propuesta de construir una red de distribución de agua, paralela a la que existe en la zona, para dotar del vital líquido a calles y colonias que sólo recibe agua por medio de “pipas”. Para esto, explican, se tiene que realizar un cambio total en la red hidráulica del pueblo, comenzando con cambio de tuberías del tanque de agua Zacamulpa, que es el que abastece al pueblo.

El argumento de la delegación es que dotará a los habitantes de dos tomas de agua, una proveniente de la red del manantial y otra del Cutzamala. Esta incongruencia desató la desaprobación de los pobladores, quienes consideran que se trata de un plan para llevarse el agua del pueblo. Argumentan que un lugar con manantial propio no tiene por qué usar agua de un sistema hidráulico deplorable. Durante el conflicto, las autoridades argumentaron que el agua se llevará a las colonias necesitadas, pero los vecinos exigen información clara del proyecto para ver si es cierto.

En mayo de 2013, vecinos de la calle Camino Viejo a Mixcoac instalaron un campamento en el tanque Zacamulpa para evitar el inicio de los trabajos del proyecto delegacional. La lucha por defender el manantial se agudizó desde febrero de 2014 con la entrada de la maquinaria para iniciar excavaciones sin dar explicaciones a la comunidad. Lograron detener la obra en esa ocasión y por ello, la exigencia de los habitantes organizados es que se les entregue información oportuna, clara y culturalmente apropiada, pues el nivel técnico de lo poco que las autoridades explicaron no fue suficiente. Llegó entonces el operativo que se saldó con más de cien heridos y cinco detenidos.


Presos “por defender lo que es nuestro”

La propia Secretaría de Seguridad Pública –la ejecutora del operativo que dejó más de cien heridos y cinco detenidos- detuvo, acusó y castigó a los pobladores que estuvieron en la batalla del 21 de mayo. A los detenidos los “pasearon” ocho horas, fueron presentados después a la agencia 50 del ministerio público y no se les permitió ver a sus abogados, relata Bernardo, habitante de Ameyalco que no quiere dar su apellido por motivos de seguridad.

Las acusaciones contra Alberto Pérez Linares, Javier Brígido Castro, Ricardo Pozo Granados, Eduardo Mejía Nava y Gerardo Gutiérrez García, son daños a propiedad ajena, ultrajes a la autoridad, lesiones, ataque a la paz pública y cualquier otra que se derive de la investigación del ministerio público. Fueron consignados al reclusorio preventivo Oriente.

Bernardo acusa que las autoridades capitalinas les retiraron el estatuto como pueblo originario –al igual que sucede con San Nicolás Totolapan, en la delegación Magdalena Contreras, y Santa Cruz Acalpixca, en Xochimilco-, pero que en Ameyalco mantienen su asamblea y formas tradicionales de organización.

Por ser San Bartolo Ameyalco un pueblo originario, explica Bernardo, “la gente responde de manera colectiva”. Ante la agresión de la policía, “se salió a defender lo que es nuestro”, señala. Las autoridades del Distrito Federal, específicamente Jesús Rodríguez Almeida, secretario de Seguridad Pública, llamaron a eso “brutalidad ciudadana”.

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Fuente: Desinformémonos.org