miércoles, 5 de marzo de 2014

Severo e irreversible, impacto ambiental de la presa Las Cruces en Nayarit: expertos

Genera importante tensión social por su cercanía a la mayor reserva de manglares del país
Los autores de los estudios debieron firmar cláusula de confidencialidad sobre resultado de sus análisis
Angélica Enciso L. | Periódico La Jornada | Miércoles 5 de marzo de 2014, p. 43
El proyecto de la hidroeléctrica Las Cruces, planeada en Nayarit por la Comisión Federal de Electricidad (FFE), está en una región conflictiva ambientalmente, por la cercanía a Marismas Nacionales, donde se encuentra la mayor reserva de manglares del país, lo que genera importante tensión social, advierte el dictamen de factibilidad ambiental elaborado por investigadores del Instituto de Ecología.
Estos expertos debieron firmar una cláusula de confidencialidad con la paraestatal para no divulgar los estudios, a pesar de que fueron pagados con recursos públicos. Ellos se encargaron de analizar los documentos de que disponía la CFE para presentar la manifestación de impacto ambiental (MIA) ante la Secretaría de Medio Ambiental y Recursos Naturales, misma que está en proceso de evaluación.

Otro de los estudios, denominado Evaluación de los documentos en preparación del estudio ambiental del PH Las Cruces, del mismo instituto, concluye que aunque la poligonal del sitio donde se desarrollará la presa no se encuentra en la reserva de la biosfera Marismas Nacionales, en Nayarit, sí está en el Sistema Ambiental Regional, por lo que es necesario analizar la convención internacional Ramsar sobre humedales.

Indica que también es necesario incluir un análisis jurídico de los instrumentos aplicables a la zona costera, sobre todo de la Ley de Cambio Climático, y los riesgos de elevación del nivel medio del mar en relación con los impactos sedimentarios acumulados de las presas a lo largo del río Santiago y al impacto previsto de Las Cruces.

Asimismo, señala, se requiere anexar la mención al tratamiento que se dará a los usos y costumbres de las poblaciones indígenas (coras) asentadas en la zona del proyecto, así como con los sitios especiales para sus creencias.

Por su parte, el dictamen de factibilidad ambiental destaca que en la zona no hay grandes centros de población, sólo habitan 159 personas, de las cuales 66 están localizadas en el embalse mayor de esta obra. Cabe señalar que el mayor porcentaje de estas personas son integrantes de comunidades indígenas, las cuales, a consecuencia de su marcada susceptibilidad social, antropológica y étnica, requieren un manejo adecuado a esta realidad social.

El proyecto Las Cruces consiste en el aprovechamiento hidroeléctrico convencional, con obras de desvío, una cortina de contención y el embalse. Entre los impactos ambientales que prevén estos análisis están la generación de ruido, de emisiones a la atmósfera y sustancias peligrosas; modificación del régimen del río, y cambios en el uso de suelo y vegetación. Asimismo, la interrupción de los flujos hidrológicos y de sedimentos con efectos ambientales catastróficos en la cuenca baja, donde se encuentra Marismas Nacionales.

También hay impactos potenciales a largo plazo por los cambios en el régimen del río, la interrupción de los flujos con el entrampamiento de los sedimentos en el embalse que minimizan la vida útil de la presa y, por otro lado, deterioran el aporte sedimentario en la cuenca baja, indispensable para el mantenimiento de la planicie costera, humedales, manglares y línea de costa. Estos impactos potenciales del proyecto se consideran severos e irreversibles.

Fuente: La Jornada