sábado, 30 de noviembre de 2013

Pida un aumento de 16%

29 noviembre 2013 | Juan Carlos Ortega Prado | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- El año que viene se le va a hacer chiquito el sueldo. Con su salario podrá comprar 16% menos cosas, bajita la mano. Prepárese y vaya negociando un aumento. Es una cifra enorme: es como si la inflación sumada de cuatro años le cayera de golpe en uno solo. De hecho, 2013 será el año en que más se depreciará su dinero desde 2009, año de la crisis económica mundial.

¿Los culpables? La nueva tanda de impuestos —propuesta por Enrique Peña Nieto y aprobada por el Congreso de la Unión—, que se suma a los ya tradicionales gasolinazos y a la amenaza de aumentar el precio del Metro defeño. 

Empecemos con los nuevos gravámenes: como se sabe, se cobrará un peso extra por cada litro de refresco y bebida saborizada; se aplicará también un impuesto de 5% a alimentos “chatarra” (que van desde las papitas y chocolates hasta dulces de hortalizas, de leche, alimentos preparados a base de cereales y paletas de hielo) y, agárrese, el alimento para mascotas y los chicles pagarán 16% extra. 

El diario Excélsior realizó un ejercicio en el que encontró que cada visita al supermercado o a la tiendita costará, en 2014, alrededor de 11% más que en 2012. 

Así que, al menos, usted necesitará ganar 11% más si quiere seguir comprando lo que hoy. 

Pero esa cifra no incluye la inflación “normal” de cada año. Siendo conservadores se puede prever que ésta será de 3%. Pero siendo más realistas, es evidente que las extraordinarias alzas antes mencionadas provocarán un aumento en otros muchos productos, por lo que la inflación, realmente, podrá ubicarse en torno a 4%. Así que sigamos sumando: usted necesitará un sueldo 15% mayor al que hoy recibe. 

El pronóstico del tiempo se llena de más nubes. Los gasolinazos (aumentos mensuales del combustible) continuarán el siguiente año. Tomando en cuenta la tendencia que ha seguido el gobierno del priista Peña Nieto, al final de 2014 los carburantes costarán alrededor de 11% más. 

Ahora, ¿cuánto gasta usted en gasolina? Pues el aumento significará que usted desembolsará, más o menos, uno por ciento más de su sueldo para poder pagar esa alza. 

Con esto ya podemos regresar a nuestra suma: pídale a su jefe (o ingénieselas para ganar) 16% más en 2014… 

La situación puede complicarse de otro modo si usted tiene la desgracia de vivir en la Ciudad de México y usar el Metro, porque lo acecha una subida de 66% en el coste del pasaje: el boleto pasaría de tres a cinco pesos, y el señor Miguel Ángel Mancera se ve muy decidido a concretarlo. No hay que ser listo para ver que ese aumento representaría un quiebre en las finanzas de decenas de miles de familias pobres, a las que se les va hasta 30% de sus ingresos en transporte público. 

Otro tanto sufrirán las fronteras. Hasta la fecha, en esas zonas se cobra un IVA de 11% —sobre todo para competir con Estados Unidos y, en el sur, con las zonas tax free, libres de impuestos—. En 2014, como ya sabrá, ese IVA se homologará con el nacional, es decir, 16%. Así que para los norteños y sureños, la vida les resultará 21% más cara. Uno de cada cinco pesos que ganen se irá en pagar las nuevas alzas. De ese tamaño es el aumento salarial que deberán pedir. 

Actualmente, el gobierno federal emite un spot en el que dice que las alzas sólo afectarán a quienes ganen más de 60 mil pesos al mes: sólo toma en cuenta un aumento al ISR, pero olvida los mencionados.

Qué vileza mentir con los ingresos de los mexicanos.

Fuente: Proceso