miércoles, 18 de septiembre de 2013

Las claves del Zócalo / El garrote y el espot / Mancera, informe / AMLO: protestas alegres

Astillero-Julio Hernández López
El triunfo pírrico del ceremonial patrio sobre los derechos públicos está convirtiéndose en un bumerán impensado por tecnócratas y políticos frívolos e ignorantes de la verdadera historia nacional. La Plaza de la Constitución delata las intenciones reales de quienes alegaron propósitos rituales impostergables para así expulsar a ciudadanos en protesta.
Cercado ese Zócalo donde suelen converger múltiples expresiones cívicas disidentes, tomado como rehén por fuerzas federales y capitalinas, con el Estado Mayor Presidencial como garante de sujeción, y oficialmente negado para su uso porque así lo ha decidido el usufructuario actual del Poder Ejecutivo federal, queda claramente mostrado el talante crecientemente restrictivo de garantías y libertades por el mexiquense que ahora se reserva el derecho de admisión al mencionado Zócalo cuando menos hasta el próximo jueves 19, cuando desea encabezar sin temblores políticos la ceremonia conmemorativa del sismo de 1985.

Así como expulsando a profesores en lucha celebró la gesta de los rebeldes que pugnaron con violencia y excesos por la Independencia nacional, ahora el ocupante de Los Pinos busca rememorar los estremecimientos telúricos que también fueron políticos y sociales (la gente tomando en sus manos el proceso de rescate y defensa colectiva, mientras los políticos rehuían sus responsabilidades, entre edificios que caían no sólo por el fenómeno natural, sino también por la corrupción de los contratistas, por el mal uso del dinero público).

El propio Peña Nieto vive en estos momentos otro momento social crítico, de dimensiones aún imprecisas. Otro fenómeno, meteorológico, que abarca buena parte del territorio nacional y se ha expresado de manera inusual en ambos flancos costeros del país, pone de manifiesto la insuficiencia del aparato y los recursos públicos destinados a la atención de desastres naturales. El tamaño de un Estado como el mexicano se encoge a la hora de enfrentar esas circunstancias, ante cuyas probabilidades debería estar fuertemente preparado. Apenas da para reacciones propias del lugar común: Peña Nieto a bordo de un camión de carga recorriendo algunas zonas accesibles, el despliegue del plan militar de emergencias, la difusión gubernamental de imágenes con las que se pretende dar la impresión de que ya algo se está haciendo, aunque por lo pronto lo más destacado sean esos espots.

La desgracia es multiplicada porque muchos de los órganos gubernamentales que deberían estar preparados para atender y enfrentar las circunstancias que desembocan en tales infortunios están ocupados por ignorantes en las materias de su empleo, partidizadas las nóminas para insertar en cargos técnicos a miembros del bando político en turno de abordaje sexenal. Por ejemplo, Peña Nieto comisionó a algunos secretarios para que personalmente atendieran ciertos estados. A Guerrero mandó a la salinizada Rosario Robles, con riesgo de que allí se reproduzcan las históricas maniobras que convierten las ayudas extraordinarias en promoción electoral para determinado bando, en este caso con la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari, en busca de ser la próxima candidata priísta a gobernar esa entidad.

Justamente el hartazgo social ante la incapacidad e insensibilidad de la clase política gobernante levantó después de 1985 una inconformidad colectiva que más adelante abrió el camino a la izquierda electoral para tomar el mando de la capital del país. Desde que Cuauhtémoc Cárdenas ganó los comicios inaugurales de la etapa en que los capitalinos eligen a sus autoridades (antes eran designaciones presidenciales, en la jefatura central y en las delegaciones), se había mantenido una política genéricamente acorde con esa visión mayoritaria cargada a la izquierda. Con sus matices, en la ciudad de México se ha sostenido una política de desarrollo social que incluso hoy constituye el principal activo de la polémica administración de Miguel Ángel Mancera, quien ayer rindió su primer informe de labores en un contexto difícil, acusado de despegarse de las grandes líneas tradicionales de esa izquierda e incluso ir preparando el camino para que el PRI avance en las próximas elecciones intermedias y recupere la plaza en 2018.
RECHAZAN MAESTROS DE QR LA REFORMA EDUCATIVA. Miles de integrantes del Comité de Lucha Magisterial se manifestaron ayer en Cancún, Quintana Roo, en rechazo a la reforma educativa. Provenientes de los 10 municipios del estado, los profesores marcharon de la delegación de la Secretaría de Educación estatal al kilómetro cero del bulevar Kukulcán. Un grupo se separó del contingente principal y avanzó hacia la zona hotelera, donde encaró a casi 300 policías antimotines. Foto: José Luis López Soto
Un ex jefe del gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, también apareció ayer, pero no entre gobernadores de otras entidades y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como hizo Mancera, sino en un video distribuido a través de las redes de Internet, para invitar a la marcha que del Ángel de la Independencia al Zócalo se realizará el próximo 22, con el fin de dar continuidad a la protesta contra la privatización petrolera que el pasado 8 no pudo desarrollarse a plenitud porque la CNTE ocupaba la plaza mencionada.

Aun cuando ciertos segmentos de esa izquierda demandan acciones de mayor contundencia (el ex diputado Gerardo Fernández Noroña ha emplazado al tabasqueño a anunciar este domingo algo más que marchas), AMLO ha preferido destacar el timbre cultural y artístico que tendrá esa próxima caminata, la cual, dijo, será “una fiesta”, pues en Morena “se debe protestar con alegría”. Precisó que “van a venir de todos los estados del país, van a traer su música, sus danzas”. Por ejemplo, estarán “los tamborileros de Tabasco con la danza del caballito (...), los parachicos de Chiapas (...). toda la cultura de Oaxaca”.

Así, en estos momentos todos los caminos conducen al Zócalo. No se sabe si los profesores de la CNTE lo ocuparán desde este miércoles o hasta el jueves, después de la tempranera ceremonia recordatoria del sismo, y si, en caso de retomar esa plaza, la cederán a AMLO para el acto dominical o éste tendrá que llegar sólo hasta los linderos. Mancera invoca la posibilidad de una mesa de negociación, en presencia de los medios de comunicación, entre la CNTE y el gobierno federal, y en varios planteles universitarios se declaran paros en apoyo a los profesores. ¡Hasta mañana!

Fuente: La Jornada