martes, 3 de septiembre de 2013

¿Informe? No: compendio / ¿Resultados? Despuesito / LGSPD: quiénes y cómo

México SA-Carlos Fernández-Vega
Es grato confirmar que la clase política mexicana se mantiene unida sin importar las diferencias que en ella provoque uno que otro negocio de gran calado… perdón una que otra iniciativa de ley de gran calado. Al final de cuentas, más allá de la prioridad que tiene la tasa de ganancia a obtener, que suele ser por demás generosa, la cohesión es importante, porque sin ella no hay business y sin éstos para qué quiere México una clase política como la que tiene.
Así, tirios y troyanos de saliva se congregaron en Los Pinos para escuchar y aplaudir a rabiar el “mensaje a la nación” de Enrique Peña Nieto, una maravillosa pieza oratoria pronunciada en austero acto celebrado en la residencia oficial con apenas 600 invitados.

Tal “mensaje”, con motivo del primer Informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, resultó un práctico compendio de promesas y discursos por él ofrecidos y pronunciados a lo largo de nueve meses de estancia en Los Pinos, más de lo mismo pero en tiempos de campaña. Digo, por si alguien se anima. De cualquier suerte queda la esperanza de que ya falta menos para el segundo “mensaje a la nación”, en septiembre de 2014, a ver si para ese entonces ya hay algún resultado, aunque sea pequeñito, con miras de concretar el “México que todos queremos”.

Personajes más que conocidos, con la cara más dura que el concreto, se congregaron en la residencia oficial para ovacionar al multicitado inquilino de Los Pinos. Quienes todos los días hablan pestes de los otros y éstos de aquellos, ayer, muy civilizados, se saludaban y sonreían en la residencia oficial. Y entre estos destacó el Jefe Diego (también conocido como La Ardilla), quien, como buen gallero, le vale si es giro o colorado. Lo importante es atinarle al bueno para que el parné siga fluyendo, que para eso está el erario. Así lo ha hecho desde tiempos de Salinas, siempre con la ética por delante.

Y mientras la clase política se reparte el pastel, de regreso al México real el Inegi reportó los resultados del producto interno bruto nominal para segundo trimestre de 2013: su valor, en pesos, alcanzó 15 billones 776 mil 795 millones, un crecimiento anual de 3.3 por ciento. Sin embargo, en términos reales apenas avanzó, si vale el término, 1.45 por ciento, es decir, tres tantos menos que en igual periodo de 2012.

De acuerdo con el más reciente informe del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en el segundo trimestre del presente año el PIB real, que elimina el efecto inflacionario, sumó 13 billones 308 mil 336 millones de pesos a precios constantes de 2008. El PIB per cápita real fue de 112 mil 563.93 pesos, un aumento anual de 0.3 por ciento, tasa que contrasta con el incremento de 2.98 por ciento que registró en igual lapso de 2012, o lo que es lo mismo, casi diez veces menos entre una fecha y otra.

Lo anterior, anota el citado organismo, pese a que la población total creció 1.15 por ciento, contra 1.19 por ciento el año anterior. En moneda estadunidense, el PIB per cápita real mantiene su tendencia descendente desde el segundo trimestre de 2010. En el primer semestre de 2013 este indicador acumuló un descenso de 0.14 por ciento.

Por el lado del empleo, el CEFP señaló que de acuerdo con la estadística del IMSS, en julio pasado –la información más fresca– se cancelaron 239 mil 208 empleos permanentes y eventuales urbanos, resultado de la disminución de 251 mil 415 puestos eventuales urbanos y la creación de 12 mil 207 empleos permanentes. De esa forma se acumuló un total de 16 millones 3 mil 338 cotizantes en el instituto. En términos anuales, el crecimiento pasó de 536 mil 697 puestos de trabajo en junio de 2013 (3.42 por ciento de crecimiento anual) a 247 mil 137 durante julio. La tasa de crecimiento anual fue de 1.57 por ciento en el mes de estudio, su tercera caída consecutiva y el menor ritmo de crecimiento anual desde febrero de 2010.

La razón detrás de la desaceleración en el empleo es la profundización del deterioro en los sectores de la construcción y el comercio. En términos anuales, la generación de empleo en la construcción está en su menor nivel desde febrero de 2010, perdiendo 6 mil 963 puestos de trabajo en julio. El comercio se enfrentó a una situación más delicada, representando 19.4 por ciento de la demanda de trabajo, el sector se contrajo anualmente en 155 mil 562 empleos, caída incluso más pronunciada que durante la crisis económica.

Para el mercado laboral, los datos tampoco fueron alentadores. En julio de 2013 la tasa oficial de desocupación nacional se ubicó en 5.12 por ciento, lo que equivale a un deterioro de 0.10 puntos porcentuales respecto a lo observado un año antes (5.02 por ciento en julio de 2012). En términos absolutos, aproximadamente, la desocupación encaró un incremento mensual de 68 mil 644 personas. En zonas urbanas, tal indicador fue de 5.96 por ciento, reportando la misma cifra que en el año previo.

La población económicamente activa (PEA) cayó en 0.19 puntos porcentuales con respecto a julio de 2012. Es decir, alrededor de 166 mil 717 personas salieron del mercado laboral. A partir de la medición ampliada de la informalidad se desprende que ésta cayó 0.96 por ciento con respecto al mismo mes del año previo, lo que significa 473 mil 89 trabajadores menos, aproximadamente. En suma, la generación de empleo formal se desaceleró y la necesidad de trabajos formales fue mayor, repercutiendo en el aumento de la desocupación; sin embargo, la tasa del sector informal disminuyó. Lo cierto es que el mercado laboral aún no se recupera de la crisis económica de 2008, pues la mayoría de los indicadores sectoriales continúan por arriba de lo observado previo a la crisis.

Las rebanadas del pastel

Si de animarse se trata, aquí está la dirección electrónica para conocer en detalle quiénes y cómo votaron cada uno de los diputados –en lo general y en lo particular– el proyecto de decreto de la Ley General del Servicio Profesional Docente. Allí se puede constatar si los legisladores cumplen con los ciudadanos que, se supone, los eligieron.

Fuente: La Jornada