jueves, 15 de agosto de 2013

Masacre en Egipto deja 278 muertos; gobierno decreta estado de emergencia

14 agosto 2013 | La Redacción | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Un operativo policiaco encaminado a desmantelar las acampadas de los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Morsi en las plazas de Rabea al Adauiya y del Nahda de El Cairo, dejó un saldo de 278 muertos y más de mil 400 heridos, según cifras del Ministerio de Sanidad. Tras la masacre, la Presidencia egipcia decretó el estado de emergencia en todo el país durante un mes.

La decisión obedece al “peligro” que se cierne sobre “la seguridad y el orden en los territorios del país”, con la aprobación del Consejo de Ministros, según un comunicado de la Presidencia leído en la televisión estatal,
 Adli Mansur, presidente interino, ordenó a las Fuerzas Armadas, con la ayuda de la policía, adoptar las “medidas necesarias” ante esta situación.

Tras la jornada violenta el vicepresidente egipcio de Relaciones Exteriores, Mohamed el-Baradei, renunció al cargo, en una carta dirigida a Adli Mansur.

“Presento mi dimisión del puesto de vicepresidente y pido a Alá el altísimo que preserve nuestro querido Egipto de todo lo malo, y que cumpla las esperanzas y aspiraciones de pueblo. Lamentablemente de lo ocurrido hoy se beneficiarán aquellos que llaman a la violencia y el terror.

“Ha llegado a ser difícil para mí continuar al frente de la responsabilidad de tomar decisiones con las que no estoy de acuerdo y de las que temo sus consecuencias”, agregó el premio Nobel de la Paz egipcio en su misiva.

El-Baradei añadió que no es capaz de asumir la responsabilidad de “una sola gota de sangre ante Alá, ante su conciencia y los ciudadanos”, en particular porque estaba convencido de que la violencia “era evitable”.

El exministro llevaba en el cargo desde el pasado 14 de julio, después del golpe de Estado militar que depuso al presidente, el islamista Mohamed Morsi, el pasado 3 de julio.

En su carta, el también exdirector del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) sostuvo que ha intentado defender en su puesto los principios de la Revolución del 25 de enero, que derrocó al régimen de Hosni Mubarak en febrero de 2011.

“Creo que la estabilidad y la prosperidad sólo se lograrán mediante un consenso nacional, y la paz social, a través de la creación de un Estado civil, en el que no se implique la religión en política”, subrayó.

El-Baradei dijo que con el derrocamiento de Morsi esperaba que se pusiera fin a la polarización, y argumentó que por esa razón aceptó el cargo. Sin embargo, con el cambio de autoridades, “hemos llegado a un estado de polarización más dura y el tejido social está amenazado porque la violencia no trae más que violencia”, lamentó.

Antes del comunicado oficial de Adli Mansur y la renuncia de El-Baradei, el grupo de los Hermanos Musulmanes, quienes han sido acusados de incitar a la violencia, afirmaron que al menos 200 personas murieron y miles resultaron heridos en el marco de la operación policiaca para desmantelar las acampadas de los seguidores de Morsi en El Cairo.

En su página web, los Hermanos afirmaron que las autoridades también detuvieron a varios manifestantes durante la operación, además denunciaron que los policías abrieron fuego contra algunos manifestantes que se habían refugiado en la mezquita de Al Istigama, cerca de la plaza Nahda.

Entre los miembros de la Hermandad detenidos, se encuentran ocho de sus dirigentes quienes fueron capturados cerca de la plaza de Rabea al Adauiya, donde mantenían una acampada.

Uno de los líderes capturados es el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la cofradía, Esam al Arian, y el clérigo Safuat Hegazy.

También fue capturado Al Arian y Hegazy quien se encontraba escondido desde hace semanas en un edifico en construcción situado detrás de la mezquita de Rabea al Adauiya, tras las órdenes de detención giradas en su contra por instigar a la violencia.

Los otros cinco responsables islamistas capturados, entre quines se encuentran el dirigente Abdelrahman el Ber y el portavoz de la cofradía Ahmed Arif, estaban en el interior de la mezquita.

Contra todos ellos existen varias órdenes de detención por su supuesta implicación en disturbios desde el pasado 3 de julio, cuando el entonces presidente Mohamed Mursi, que militó en la Hermandad, fue depuesto por el Ejército.

El desalojo

A primera hora del día, la policía inició la operación lanzando gases lacrimógenos contra las acampadas, lo que provocó choques con los islamistas. La acampada fue desmantelada en unas horas.

Con la ayuda de excavadoras y tanques los policías destruyeron otra acampada y el escenario levantado en la plaza Rabea al Adauiya. A través de megáfonos llamaron a los manifestantes que estaban atrincherados en un templo para que lo abandonaran y se entregaran a las autoridades, quienes permitieron el paso de ambulancias para evacuar a los heridos en la plaza de Rabea al Adauiya, que era el principal feudo de la Hermandad Musulmana y los grupos islamistas afines.

Tras la operación policial contra las acampadas de los seguidores de Morsi, la violencia se extendió por todo Egipto. Se registraron enfrentamientos entre la policía y los islamistas, así como ataques a comisarías, edificios gubernamentales e iglesias.

Además, durante los operativos y disturbios, dos periodistas —un británico y una egipcia— murieron y otros reporteros y fotógrafos resultaron heridos.

Un veterano camarógrafo del canal de televisión británico Sky News, Mick Deane, de 61 años, falleció tras ser herido por un disparo mientras cubría los enfrentamientos de El Cairo, confirmó la cadena.

Según el Sindicato de Periodistas de Egipto y el rotativo Gulf News, la periodista Habiba Ahmed Abelaziz pereció también de un disparo durante el desalojo de la acampada en la plaza de Rabea al Adauiya.

Abdelaziz, de 26 años, trabajaba para la publicación Xpress, perteneciente al grupo Gulf News, pero no se encontraba en la plaza en misión de trabajo, de acuerdo al rotativo.

Concluida la violenta jornada, el Ministerio de Sanidad confirmó la muerte de 278 personas en distintas provincias de Egipto. La cifra ha ido aumentando con el transcurso de las horas.

Las autoridades denunciaron “actos intencionados de destrucción y ataques contra instalaciones públicas y privadas y la muerte de ciudadanos a manos de grupos radicales”.

Ante la situación de violencia las autoridades decretaron el Estado de emergencia durante un mes en todo el país y pidieron a las Fuerzas Armadas que ayuden a la policía a adoptar las medidas necesarias” para restaurar la estabilidad.

También fue declarado el toque de queda por tiempo indefinido desde las 19:00 a las 6:00 hora local en 12 de las 27 provincias del país, entre ellas El Cairo y Giza.

El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando la junta militar —que gobernó el país desde el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Morsi al poder en junio del año pasado— decidió no renovarlo.

Con el estado de emergencia se suspende un gran número de derechos personales, civiles y políticos como el derecho de huelga, el de ser asistido por un abogado en caso de ser detenido o celebrar mítines políticos.

Asimismo, la medida da luz verde a los aparatos de seguridad para irrumpir en una vivienda y detener a cualquier persona de manera indefinida sin necesidad de notificarlo a las autoridades judiciales.

Condena internacional

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó firmemente los distintos episodios violentos ocurridos en Egipto, en los que cientos de personas han muerto o han resultado heridas.

A través de un comunicado, el líder lamentó que las autoridades egipcias hayan elegido usar la fuerza para responder a las manifestaciones.

El secretario de la ONU insistió en su llamado a que todos los egipcios concentren sus esfuerzos en promover una “reconciliación genuinamente inclusiva”.

En el comunicado señala que si bien el reloj político no corre para atrás, cree “firmemente que la violencia y la incitación por cualquier parte no constituyen la respuesta a los retos que afronta Egipto”.

El gobierno de Estados Unidos también condenó la masacre y el secretario de Estado, John Kerry, urgió a detener el estado de emergencia declarado en Egipto pese a los “deplorables” episodios de violencia y subrayó que el futuro del país se definirá “en las próximas horas y días”.

“Estados Unidos se opone rotundamente a la vuelta a un estado de ley de emergencia y creemos que debe acabar lo antes posible”, dijo Kerry en una declaración espontánea en el Departamento de Estado.

El secretario dijo que Estados Unidos está preocupado porque Egipto vuelva a emplear ese estado de emergencia de forma tan amplia como lo hizo entre 1981 hasta mayo de 2012, con la excusa de la lucha contra el terrorismo.

“Este derramamiento de sangre es un grave golpe a la reconciliación nacional y la esperanza del pueblo egipcio de una transición a la democracia”, señaló Kerry.

SRE alerta a mexicanos

Tras los hechos de violencia en Egipto, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SER) recomendó a los connacionales que se encuentran en Egipto tomar precauciones ante la situación de violencia que se vive en Egipto.
 En un comunicado, la Cancillería informó que la Embajada de México en Egipto está preparada para brindar protección consular en caso de que necesario.

Asimismo, señaló que el gobierno mexicano “deplora” los actos de violencia registrados en Egipto que causaron numerosas muertes, así como centenares de heridos y detenidos.

Egipto: masacre y regresión

Fuente: Proceso