domingo, 11 de agosto de 2013

Contrato Colectivo de Trabajo de Pemex, más privilegios a cúpula sindical


La asignación de recursos millonarios a la cúpula sindical de Petróleos Mexicanos, encabezada por Carlos Romero Deschamps desde hace 17 años, continúa en la opacidad. El recién firmado Contrato Colectivo de Trabajo –del que se tiene copia– concede a los trabajadores la facultad de crear empresas que pueden ser contratadas por la paraestatal, lo que contraviene la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Además, establece que el Comité Ejecutivo del sindicato petrolero recibirá cada mes más de 2 millones de pesos para “viajes”; también, le otorga la facultad de operar recursos para becas, equipos deportivos e intervenciones quirúrgicas de carácter estético y cosmético.
11 agosto 2013 | Érika Ramírez y Elva Mendoza | Contralínea
Especialistas en derecho laboral opinan que el sindicato de Pemex es un instrumento de poder para obtener beneficios económicos y control sobre los trabajadores

Viajes, servicios médicos, equipos deportivos y becas son entregados a la cúpula del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Éstos fueron previamente negociados por el líder Carlos Romero Deschamps con la Dirección General de Petróleos Mexicanos (Pemex), que encabeza Emilio Lozoya Austin, sin que haya transparencia en el uso de los recursos públicos para cubrir las cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, que se pacta cada 2 años.

Entre algunos de los acuerdos a los que llegaron el pasado 29 de julio se encuentra la contratación de empresas organizadas por los trabajadores petroleros. Este acuerdo contradice la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, que expresamente prohíbe a los funcionarios obtener contratos en forma privada .

No obstante, en el Contrato –del que se tiene copia– se especifica que “las empresas organizadas por los trabajadores que cuenten con la conformidad del Comité Ejecutivo General del Sindicato podrán participar en los concursos, licitaciones públicas o asignación de obras, transportes o servicios con apego a las disposiciones legales vigentes que requieran Petróleos Mexicanos o los organismos subsidiarios, y en igualdad de condiciones se les dará preferencia frente a terceros” (sic).

Sin embargo, la Ley de Responsabilidades especifica, en el artículo 8, que los servidores públicos deben desempeñarse “sin obtener o pretender obtener beneficios adicionales a las contraprestaciones comprobables que el Estado les otorga por el desempeño de su función”.

Este mandato involucra, según la fracción XI, a quienes tengan un interés personal, familiar o de negocios, incluye a su cónyuge o parientes consanguíneos o por afinidad hasta el cuarto grado, también a aquellos con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios.

La fracción XIV del mismo artículo ordena a los servidores públicos “abstenerse de intervenir o participar indebidamente en la selección, nombramiento, designación, contratación, promoción, suspensión, remoción, cese, rescisión del contrato o sanción de cualquier servidor público, cuando tenga interés personal, familiar o de negocios en el caso, o pueda derivar alguna ventaja o beneficio para él o para las personas a las que se refiere la fracción XI”.

Rodrigo Olvera Briseño, experto en derecho laboral e integrante del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), dice que “es bastante conocido que los mismos administradores de refinerías o de centros de trabajo crean compañías outsourcing que son de ellos mismos y se adjudican los contratos de trabajo que tienen que hacer los trabajadores de Pemex.

“Ahí el círculo de corrupción es terrible, porque estas compañías privadas están sacando beneficios de Pemex, hacen mal el trabajo y luego el trabajador de Pemex tiene que hacer un doble trabajo para subsanar lo que hizo mal la compañía privada. Esa corrupción es mucho más relevante en términos financieros que el Contrato Colectivo de Trabajo”, expone.

Trabajadores, inermes

“Sin organización y disperso, el trabajador, y a veces el subcontratista, están inermes ante cualquier abuso”, explica Fabio Barbosa Cano, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Así constatamos situaciones en que los subcontratistas no reciben el pago por las obras o servicios que ya realizaron y acaban endeudados con proveedores locales y, a veces, los mismos trabajadores de los niveles más bajos sufren demoras en el pago de sus salarios. Aunque suene increíble, en ciertas situaciones sufren la estafa, sea de la totalidad del salario o parte del mismo”, comenta.

No obstante, el investigador estima que en vísperas de la reforma petrolera, se pretende confundir a la ciudadanía atacando al Sindicato, “cuando en realidad a quien debe señalarse como responsable [de los malos manejos de los recursos] es a la cúpula dirigente, cómplice de los neoliberales”.

Por ello, Fabio Barbosa indica:?“No creo que el costo del nuevo Contrato Colectivo de Trabajo sea una carga para las finanzas de Pemex. Son un salario y prestaciones que me parecen justos, puesto que es un trabajo rudo, difícil y hasta peligroso o en condiciones de riesgo”.

Viajes por 2.8 millones al mes

Encabezado por Romero Deschamps desde 1996, el STPRM también administra cuentas millonarias que el patrón –como reconoce a Pemex– pone a su disposición, esto como resultado de los “logros sindicales” a los que llegan previa amenaza de huelga.

Tal es el caso de los más de 34 millones 107 mil 218 de pesos anuales para gastos de viajes, extraídos del presupuesto de Pemex, de pesos que quedan en manos del Comité Ejecutivo General, conformado por Romero Deschamps y 67 “dirigentes” más.

Y es que el Contrato indica que: “el patrón [Pemex] cubrirá al Comité Ejecutivo General la cantidad de 2 millones 842 mil 268 pesos mensuales para gastos de viaje de sus integrantes”.

Así lo incluye la cláusula 251, del capítulo XXVI Cuotas Sindicales y Delegados Departamentales, que precisa: “el patrón pagará los salarios y prestaciones, viáticos, ayuda para transporte y gastos conexos foráneos a 68 funcionarios del Comité Ejecutivo General que incluye asesores sindicales y al Consejo General de Vigilancia, cinco consejeros sindicales, 90 integrantes de las comisiones nacionales mixtas señaladas en este contrato, 158 comisionados nacionales y 12 comisionados adscritos directamente a las órdenes del secretario general del STPRM”.

El pasado 7 de agosto, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa estableció que “debe ser pública toda la información sobre recursos que Pemex transfiere a su sindicato, pues con ello no se viola la autonomía del gremio ni su derecho de administrar libremente su patrimonio”, según una nota publicada por Víctor Fuentes en el periódico Reforma.

La nota indica que el tribunal federal notificó una sentencia en la que confirmó la negativa de amparo al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que en septiembre de 2012 impugnó una resolución de Pemex para entregar a un particular información sobre fondos entregados al gremio.

Cirugía plástica en Pemex

En el capítulo XIV Servicios Médicos, el Contrato Colectivo de Trabajo 2013-2015 también contempla como una de las prestaciones la especialidad de la “cirugía plástica, estética y cosmética”.

La cláusula 99 indica que ésta es una de las especialidad con la que se beneficiarán los trabajadores y agrega: “comprende cirugía reconstructiva a juicio de los servicios médicos del patrón”.


En 2004, los medios de comunicación evidenciaron el uso de recursos de Pemex para el pago de una cirugía estética y una liposucción en beneficio Hilda Ledezma Mayoral, esposa del entonces director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos.

Firmado el pasado 29 de julio por el líder Romero Deschamps y el director de Pemex, Lozoya Austin, el Contrato indica: “patrón y sindicato convienen, conforme a las estipulaciones de este contrato, en prevenir mediante las medidas adecuadas, la pérdida de la salud, así como conservarla y mejorarla.

“En el caso de enfermedades y accidentes ordinarios, así como riesgos de trabajo, tratándose de trabajadores, jubilados o derechohabientes de ambos, el patrón proporcionará atención médica integral oportuna, eficiente y humanitaria en los términos de este Contrato, con todos los elementos médico-quirúrgicos y terapéuticos que la ciencia indique, agotando todos los recursos de que disponga el medio científico, a fin de lograr la recuperación del enfermo y la rehabilitación laboral de los trabajadores.

“El patrón proporcionará el servicio médico integral oportuno empleando personal técnico competente, instalaciones, equipo y recursos terapéuticos de la mejor calidad, en las dependencias de que disponga directamente como regla general y optará por los servicios subrogados cuando las necesidades técnico-asistenciales así lo justifiquen, informando oportunamente al sindicato por escrito de la designación de tales servicios.”

Otras prestaciones a las que tienen acceso los trabajadores petroleros contemplan prótesis dentales hasta por 1 mil 540 pesos; tratamiento de ortodoncia para los hijos de los trabajadores por 1 mil 411 pesos. Asimismo, les otorgará 635 pesos para la adquisición del armazón de anteojos.

Además, si los trabajadores de planta y jubilados requieren prótesis auditivas, a juicio del médico de Pemex, se otorgará una ayuda de 4 mil 677 pesos para su adquisición, por cada uno de los oídos afectados.

1 mil 500 becas en la opacidad

La cúpula sindical también tiene la facultad de operar los recursos que le entrega Pemex por concepto de becas para 1 mil 500 beneficiarios. Estos recursos podrían ir desde los 34.8 millones de pesos anuales hasta los 62.2 millones en el mismo lapso de tiempo.

Y es que el Contrato Colectivo de Trabajo no precisa el número de becas asignadas por nivel de estudios, pero sí los montos, que van de 1 mil 934.85 pesos mensuales para nivel básico, lo que implicaría que de aplicar el total de las becas en este grado el Comité dispondría de 34 millones 827 mil 300 pesos en 1 año.

Otros cálculos muestran que de requerir presupuesto para cada nivel de estudios, para el medio superior (preparatoria) se requerirían anualmente de 44 millones 871 mil 300 pesos, con una asignación mensual de 2 mil 492.85 pesos.

Para cubrir las 1 mil 500 becas a nivel licenciatura se ocuparían anualmente 60 millones 548 mil 400 pesos, con una mensualidad de 3 mil 363.8 pesos; mientras, para el posgrado se ocuparían 62 millones 299 mil 800 pesos, que representa una beca de 3 mil 461.1 pesos al mes.

Además, dispondría de otros 2 millones 116 mil 575 pesos para los 1 mil 500 estudiantes becados, a quienes se les asignaría, anualmente, la ayuda única para la compra de libros equivalente a 1 mil 411.05 pesos, previa comprobación de la cúpula sindical.

Néstor de Buen Lozano, profesor emérito de la UNAM y experto en derecho laboral, critica que “el Sindicato [de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana] no actúa en beneficio de los trabajadores. Es corrupto. Un instrumento de poder para obtener beneficios económicos y control sobre los trabajadores”.

120 equipos deportivos para el Comité Ejecutivo

Entre los logros sindicales también se encuentra la dotación de equipos deportivos. Según la cláusula 166, “el patrón instalará y mantendrá en los centros de trabajo, campos deportivos para el desarrollo de deportes en general, incluida la conservación de aquellos que, sin propósito de lucro, sean propiedad del STPRM para que los trabajadores los practiquen. También proporcionará al Comité Ejecutivo General hasta 120 equipos deportivos y a cada sección o delegación”.

Rodrigo Olvera Briseño, abogado del Cereal, opina que con mucha frecuencia se utiliza la corrupción que hay al interior del Sindicato para atacar los derechos laborales. “Los derechos de los trabajadores no son cargas o costos”, afirma.

El experto en derecho laboral dice que “hay una serie de prestaciones en el Contrato que se manejan de manera discrecional y arbitraria por la dirigencia, pero también hay cláusulas que son respecto a los derechos individuales de los trabajadores”.

Acerca de las cláusulas que implican viajes, dinero para fiestas, celebraciones, promoción deportiva o cultural (derecho de los trabajadores), dice que éstas se manejan “arbitrariamente”, tanto en las dirigencias nacional como en las seccionales. “Esto es un acto de corrupción, pero ahí la salida no es quitar el derecho, sino hacer transparente la administración del patrimonio sindical”.

En este caso, opina, “hay complicidad del gobierno federal, pues los mismos trabajadores han presentado frente a las juntas de Conciliación y Arbitraje demandas solicitando información, transparencia y rendición de cuentas, y las autoridades han protegido a Romero Deschamps.

“Entonces es bastante cínico que se proteja a Romero Deschamps en los actos de corrupción y luego se utilicen los actos de corrupción de Romero Deschamps para lanzar una ofensiva contra el Contrato Colectivo de los Trabajadores”, considera Olvera Briseño.

—¿Los recursos que recibe el Sindicato han beneficiado a los trabajadores?

—La cúpula, con la complicidad de Pemex y de las autoridades federales, está haciendo un uso corrupto del dinero de los trabajadores. En términos de la situación financiera global de Pemex, el problema no es el Contrato Colectivo de Trabajo, sino el régimen fiscal, en el que por producir, pagas más impuestos y te llevan a la quiebra. También la corrupción desde oficinas centrales en [la calle de] Marina Nacional, los jefes de departamento encargados de almacenaje, encargados de contratos, de gestión…

—¿Qué mecanismos harían falta para mantener el control y la vigilancia sobre los recursos?

—De las pocas cosas positivas que tuvo la reforma laboral fue el otorgar el derecho a cada trabajador y trabajadora a solicitar información del manejo del patrimonio sindical, y en caso de no estar de acuerdo, demandar ante las juntas [de Conciliación y Arbitraje]. Esto lo habían intentado los trabajadores y trabajadoras antes de la reforma, y las juntas de Conciliación y Arbitraje evadían su responsabilidad diciendo que no tenían competencia. Ahora, con la reforma laboral, ya no pueden escaparse.

Por ello, indica, “es importante que los propios trabajadores lancen una nueva ofensiva de transparentar su patrimonio sindical. Es una cuestión de voluntad política”.

—¿Estas prerrogativas al sindicato son un mecanismo de control?

—Así lo ha utilizado la dirigencia sindical. Tenemos casos documentados donde justamente si el trabajador o la trabajadora se expresa en contra de la privatización de Pemex, en contra de la corrupción de la alta gerencia, el sindicato empieza a estrangular, en complicidad con el mismo Pemex, los derechos de los trabajadores, de manera que ese trabajador tiene derecho –y es un derecho humano– a la vivienda, a un crédito para vivienda, que se le niega por parte del sindicato hasta que se somete.

—¿Habría entonces que crear mecanismos de elección más democráticos?

—Ya hay mecanismos con la nueva Ley Laboral, lo que se necesita es que realmente las autoridades laborales dejen esta complicidad política de proteger a un ladrón como es Romero Deschamps y el resto de secretarios seccionales.

—Reciben 34 millones de pesos para viajes…

—Aquí es importante distinguir lo que es un uso corrupto de un derecho y el derecho mismo. Los sindicatos, y éste es un derecho reconocido por la Organización Internacional del Trabajo, sí tienen derecho, a través de la negociación colectiva, a obtener los recursos para la operación del sindicato. El problema es que la dirigencia sindical en lugar de utilizarlos para los fines acordados, los utilizan para enriquecimiento personal.

“Las primeras personas que defienden y han defendido la industria petrolera han sido sus propios trabajadores y trabajadoras, mismos que han sido traicionados por sus dirigentes sindicales y las autoridades gubernamentales. No se vale que ahora se utilice el discurso contra la corrupción para que en lugar de defender los derechos de los trabajadores se facilite la venta del patrimonio nacional.”


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