jueves, 13 de junio de 2013

Por cada persona de “clase alta” hay 49 de “baja”: Inegi

Están en clase baja 66.4 millones de mexicanos, reporta el Inegi
FotoAclara que ese estrato no implica que sean pobres o caigan debajo del umbral de ingreso
En la cúspide de la pirámide hay un millón 340 mil personas de clase alta, 1.7% de habitantes
Con base en 17 indicadores oficiales, de 2000 a 2010 se registraron 44 millones de clasemedieros
Juan Antonio Zúñiga M. | Periódico La Jornada | Jueves 13 de junio de 2013, p. 25
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la cúspide de la pirámide social mexicana está integrada por un millón 340 mil personas de clase alta, 1.7 por ciento del total de los habitantes del país; en tanto que su base está constituida por 66.4 millones de individuos de clase baja, que representan 59.1 por ciento de la población nacional.

Mediante un boletín de investigación, el organismo puso al descubierto la profunda inequidad social que priva en México, al detectar que por cada persona de clase alta en el país hay 49 de clase baja, aunque su propósito fue compartir información que se procesa sobre la magnitud de las clases medias en el país durante la primera década del siglo XXI.

Elaborada con base en 17 indicadores cualitativos de la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de los años 2000 y 2010, el estudio encontró que la clase media en México está conformada por 39.2 por ciento de la población total, unos 44 millones de personas, con un aumento de 11.4 por ciento durante los 10 años considerados.

Inmerso en el debate sobre si México es o no un país de clases medias, desatado desde hace dos años, el estudio del organismo indicó que la clase baja es predominante por su magnitud en la estructura social mexicana, con una dimensión 51 por ciento superior a la de la clase media.

Condición, no clase social

Precisó que clase social baja no es sinónimo de pobreza en esta investigación. No necesariamente todos los miembros de clase baja son pobres en el sentido de que caigan debajo de un umbral normativo de ingresos y de acceso a bienes y servicios públicos que les impide ejercer su capacidad como miembros de la colectividad nacional.

En ese sentido afirmó que la pobreza no es una clase social, sino una condición que puede presentarse con mayor probabilidad para la clase baja. Ésta está constituida por 59.1 por ciento de los habitantes del país, mientras la población en situación de pobreza representa 42.6 por ciento del total nacional, comparó.

El estudio define a la clase baja como un segmento heterogéneo pero estable estadísticamente hablando, en el que se presentan distintas situaciones de previsión frente a la adversidad, de cercanía a los mecanismos de protección del Estado y de pertenencia a redes de solidaridad grupal.

En cuanto a su tema central, la investigación del Inegi descubrió que en el ámbito urbano 47 por ciento de la población es de clase media, mientras que en el rural, es decir localidades de menos de 15 mil habitantes, esa proporción se reduce a 26 por ciento. O sea que unos 33 millones de clasemedieros en México son citadinos y 11 millones, campiranos.

El estudio del Inegi para contabilizar a la clase media considera que un hogar tomado al azar, de los clasificados de este tipo, está compuesto de cuatro integrantes y los hijos asisten a escuelas públicas; cuenta al menos con una computadora; gasta 4 mil 400 pesos (de 2010) en consumir alimentos y bebidas fuera de casa al trimestre; uno de sus integrantes está inserto en el ámbito formal de empleo, principalmente en el sector privado; quien encabeza el hogar tiene educación media superior y su estado civil es casado.

Además, para el acceso a la propiedad de una casa, un hogar de clase media depende más de los créditos de interés social y/o recursos familiares que del crédito comercial bancario.
De carácter exploratorio, el estudio del Inegi para contabilizar a la clase media en México ha comprendido siete etapas, da prioridad al gasto per cápita sobre el ingreso como criterio de clasificación, utiliza 17 indicadores cualitativos y usa la herramienta de estratificación multivariable desarrollada por el propio organismo.

En esta investigación, detalló el Inegi, es esencial recalcar que no se parte de una noción prestablecida o normativa de lo que debe ser la clase media o se supone que sea. La filosofía aquí es enteramente distinta y consiste en la identificación de estratos o conglomerados de hogares que difieren cuantitativa y cualitativamente de otros conglomerados en la estratificación de hogares.

Se trata, abundó, de una identificación meramente estadística que deja abierta las posibilidades a los académicos y analistas para ensayar una descripción verbal que mejor sintetice y se adapte a los contenidos de esos estratos.

Fuente: La Jornada