Jóvenes de #YoSoy132 acompañados de habitantes de algunas comunidades indígenas de la región y de trabajadores en resistencia del SME se manifiestan en las puertas del IFE22 julio 2012 | Leticia Ánimas Vargas/Heriberto Hernández | Radio Expresión
Huauchinango, Pue.- A sacar a las redes sociales a las calles para difundir lo que pasa en el país, convocó el movimiento YoSoy132 Sierra Norte de Puebla durante su manifestación en la que clausuraron de manera simbólica las oficinas del Instituto Federal Electoral (IFE) en Huauchinango, mientras los soldados que las custodian no dejaron de fotografiarlos.
Los jóvenes ponderaron el papel de la información y llamaron a cada uno de los asistentes a convertirse en un medio de comunicación alternativo para que la gente que no tiene acceso a la Internet conozca las pruebas que documentan el “fraude electoral” y se manifiesten contra la imposición de Enrique Peña Nieto.
Acompañados de habitantes de algunas comunidades indígenas de la región y de trabajadores en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), los jóvenes iniciaron su protesta con la elaboración de sus pancartas sobre el camellón del bulevar 18 de Marzo de la colonia el Paraíso.
Parecía que apenas lograrían convocar a un manojo de gente, pero a medida que los minutos pasaron se empezaron a juntar más para iniciar el evento, en el que junto a las sábanas de los resultados electorales colocadas en la puerta del IFE, pegaron una pancarta en la que se puede leer: “clausurado por cómplice”.
En la azotea del edificio, pared de por medio, dos de los elementos del Ejército Mexicano que resguardan las oficinas del llamado “árbitro electoral” fotografiaban incesantemente a los manifestantes. Pero la cosa no pasó a más.
Inició el desfile de oradores, lo mismo hablaron de las pruebas del fraude con las que cuentan como el que la tinta con la que marcaron los dedos de los votantes no fue indeleble, como de la compra de votos en las colonias populares de Huauchinango como Santa Catarina y en Santa Cruz, además de las comunidades donde, aseguraron, un sufragio llegó a cotizarse hasta en mil 500 pesos.
Que hicieron cálculos sobre los votos para Enrique Peña Nieto que se compraron en los 16 municipios que forman el Distrito Electoral 01 del estado, fueron, “30 mil” dijeron.
Luego decidieron iniciar una manifestación hasta el centro de la ciudad, donde realizaron un mitin en el que dieron a conocer el plan de acción que su movimiento aprobó en San Salvador Atenco, estado de México, la semana pasada y abrieron el micrófono a todos los que quisieran hacer uso de la palabra.
LA BALSA Y LAS REDES
Por su frescura destacaron los mensajes de dos jóvenes: un comunicólogo recién egresado y un estudiante de ingeniería civil en el Instituto Politécnico Nacional.
“Todos los que estamos aquí sabemos de qué estamos hablando, nos damos cuenta de la verdadera transa que se dio, pero muchos de los que están sentados en el parque son priistas, o no votaron por el PRI y muchos también deben estar enfadados, pero no se acercan. Por eso es importante traer a las redes sociales a las calles”, dijo un joven comunicador oriundo de Necaxa.
“Las redes sociales forman parte de un gran poder: el poder de la verdad y la verdad te hace libre”, aseguró quien se identificó como apoyo de la resistencia de los trabajadores de Luz y Fuerza, empresa cuyo cierre decretado por Felipe Calderón Hinojosa dejó sin empleo a 80 por ciento de los habitantes de Necaxa y afectó severamente la economía de la sierra noroccidental de la entidad.
El comunicólogo, que primero se disculpó por no ser buen orador, destacó la pertinencia de seguir luchando por la vía pacífica. “Es más efectiva que la lucha armada porque con una pistolita no les vamos a hacer nada, si ellos tienen tanquesotes. La lucha ideológica puede más que las armas. Hagamos conciencia, difundamos lo que sucede, ya no hay medios masivos que nos informen claramente las cosas. Convirtámonos cada uno en un medio”, invitó.
Luego el estudiante de ingeniería civil, quien credencial en mano los llamó a tomar conciencia de “la revolución que se vive en el mundo” y explicó con una analogía su rechazo a Peña Nieto: “imaginemos que México es un barco y que Peña Nieto, si lo dejamos, sería el capitán y nosotros seríamos los marineros que reman en ese barco. Por mucho que rememos bien, si ese capitán nos está llevando a un abismo, nos está llevando a nuestra perdición”.
