jueves, 10 de mayo de 2012

UNAM: subterráneos, 3 de cada 4 empleos

Mientras que la economía establecida en 2011 ofreció 590 mil 797 plazas de trabajo, la denominada actividad informal elevó su oferta a un millón 648 mil en todo el país.
10 mayo 2012 | Alberto Verdusco | Milenio
México • Solo uno de cada cuatro mexicanos que encontraron trabajo el año pasado lo hizo en la economía formal, el resto fue captado por la denominada actividad subterránea, señaló el Grupo de Análisis de la Coyuntura de Economía Mexicana (GACEM ) de la UNAM, con base en cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el IMSS y el INEGI.
Los datos oficiales muestran que el año pasado se agregaron 590 mil 797 trabajadores asegurados en el IMSS (permanentes y eventuales), cifra que quedó por debajo del millón 648 mil 930 personas que no tuvieron más opción que emplearse en la economía informal.

Al interior de las 31 entidades federativas y el Distrito Federal, los contrastes fueron notorios, pero en varias de ellas la informalidad representó una válvula de escape que permitió contener los altos niveles de desocupación.

El caso más crítico fue Guerrero, el único que perdió 3 mil 471 empleos formales el año pasado; no obstante, las cifras oficiales muestran que 70 mil 507 personas hallaron un lugar en la actividad informal durante 2011.

Dicha entidad tuvo una de las tasas de desempleo más bajas en 2011, al reportar 2.18 por ciento de la población económicamente activa.

En Tlaxcala el año pasado se abrieron plazas para mil 540 personas en la economía formal; esa cantidad quedó por debajo de los 25 mil 887 trabajos subterráneos registrados.

Lo anterior significó que por cada empleo formal creado en Tlaxcala, casi 17 los ofreció la informalidad. A la lista se agregan Tamaulipas, Oaxaca, Veracruz y Chiapas.

“El problema actual no sólo ha sido la creación de empleo como cantidad, sino también la calidad, pues entre seis y siete de los puestos de trabajo generados son de tipo informal e irregular”, precisó Juan Arancibia, integrante del GACEM.

De acuerdo con el INEGI, la ocupación informal se refiere a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias operadas sin registro contable y que funcionan a partir de los recursos del hogar o del individuo que encabeza la actividad, sin constituirse como empresa.

Para el GACEM, el hecho de que el INEGI no incluya a grupos del ámbito rural en condiciones precarias, trabajadores domésticos remunerados sin acceso a seguridad social, empleados no remunerados al margen del sector en que operen, hace que la medición de la informalidad se quede corta, pues de acuerdo con sus estimaciones en el país hay alrededor de 28 millones de personas en ese tipo de actividad.

Otras entidades con una densidad poblacional mayor y con niveles de informalidad elevados fueron Michoacán, Puebla y el Estado de México.

Arnulfo Gómez, investigador de la Anáhuac plantel Norte, criticó la falta de políticas industriales y de comercio exterior realistas, razón por la cual no se ha generado más riqueza en el país.

“No hemos generado riqueza ni empleos, de manera que en los últimos ocho años tenemos un déficit laboral formal de 61.67 por ciento”, precisó.

Mientras la población económicamente activa creció 14.58 millones de personas, sólo se abrieron 5.58 millones legales, el resultado es un déficit de 8.99 millones ubicadas en la informalidad, la emigración, la desocupación y mendicidad o incluso en la delincuencia.

Problema serio en el futuro

La trayectoria ascendente de la informalidad en México es un tema serio y delicado que a varios analistas preocupa por el efecto negativo que esto causará de no atenderse.

La integrante del comité técnico nacional de seguridad del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, Marcela Flores, dijo que más de 13.7 millones de personas que se concentran en actividades informales van envejecer, y si no ahorran se convertirán en un problema social serio para el futuro del país.

“Los informales no están cubiertos bajo ningún esquema, estimamos que excede 150 por ciento del producto interno bruto (20 billones de pesos) lo que hoy se tiene como deuda por pensiones en todos los sistemas que existen, incluidos Pemex, CFE, Estados, entre otros”, dijo la especialista.

Flores comentó que es fundamental mejorar el salario de los empleos, pues de esa forma los trabajadores contarán con mayores recursos para el ahorro voluntario y tener una pensión digna a la hora de su retiro laboral.

Rosa María Farrell, consultora actuarial y en desarrollo estratégico de capital humano, habló de disminuir las cargas sociales en la nómina de las empresas para que así se facilite a los patrones abrir nuevos empleos.

“No hay seguridad ni protección social si no se tiene creación de empleos formales, sin ello no hay crecimiento económico, no hay recaudación de impuestos, y así es imposible cumplir con programas de protección social.

Añadió que aunque no está contra programas de protección social como el Seguro Popular, este tipo de esquemas de protección a la vejez han propiciado la creación de la economía informal.

Guerrero, el caso más crítico

70 mil 507 personas se desempeñaron en el mercado irregular, lo que le permitió tener una desocupación de 2.18%.