lunes, 30 de abril de 2012

Para niños que laboran, nada que celebrar

Laura Gómez | Periódico La Jornada - Capital | Lunes 30 de abril de 2012, p. 34
Para cientos de pequeños, la celebración del Día del Niño es una jornada laboral más en esquinas o cruceros, donde con sus rostros pintados y rizadas cabelleras multicolores realizan malabares para obtener una moneda que les permita llevarse un pedazo de pan a la boca.
Otros recorren los vagones del Metro con pequeñas calcomanías de corazón o caritas sonrientes que ofrecen a los usuarios, así como su música de acordeón o una boleada a cambio de un peso, un refresco o un pedazo de pizza que les da la gente.

Los menos, 9 mil 162, trabajan como cerillos en las tiendas de autoservicio, donde en un día bueno te llevas hasta 150 pesos, aunque atrás quedaron los juegos con los amigos, señalan Luis y Pepe, a quienes la pérdida del empleo de sus padres los obligó a trabajar a los 14 y 15 años, respectivamente.

El secretario de Trabajo y Fomento al Empleo, Benito Mirón Lince, reconoció que son cientos los niños en la calle, transporte público o algunas industrias, como la de la construcción, que ayudan al gasto familiar.

Los riesgos que enfrentan “son muchos, pero los padres no tienen de otra ante la imposibilidad de encontrar trabajo, debido a la existencia de una política económica nacional que se ha convertido en fábrica de cierre de negocios y desempleados.