Sufragar por PAN o PRI convierte al electorado en cómplice de la corrupción y la injusticia, afirma
De gira por tierras potosinas, el precandidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que elegir en los próximos comicios al priísta Enrique Peña Nieto o a la panista Josefina Vázquez Mota “sería una especie de suicidio colectivo”. Sus proyectos equivalen a “más corrupción, más injusticia y más privilegios” y al elegirlos “seríamos cómplices” de prolongar el régimen.
Durante los cuatro actos públicos que realizó hoy, López Obrador descalificó los proyectos que representan sus adversarios, convocando a un “cambio verdadero” que termine con la corrupción y el abuso de los malos gobiernos priístas y panistas. En entrevista subrayó que el avance de la pobreza en México y la falta de crecimiento económico son producto las políticas neoliberales no nada más de los pasados dos sexenios, como quieren hacer creer los priístas, sino desde antes, cuando gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) prometía el cambio que no llegó.
Cuestionado sobre la ventaja que le daría a Vázquez Mota el enfoque de género en la campaña, afirmó “que ella representa más del régimen de corrupción e injusticias (...) Es como el caso de Peña Nieto, que lo presentan como una gente muy atractiva, pero el asunto no es ese, no es un asunto de belleza o género, lo que está de por medio es el país, si es Josefina o es Peña Nieto –toco madera– se va a seguir hundiendo el país”.
En este contexto justificó la carta que la víspera envió al Instituto Federal Electoral (IFE) solicitando acciones para impedir la compra y coacción de votos, enfatizando en que hace 6 años fue Vázquez Mota quien “utilizó los padrones de los beneficiarios de los programas sociales para favorecer a Calderón”. Por eso, insistió, estoy pidiendo al IFE que se verifique el uso de los programas sociales.
En este contexto, López Obrador hizo dos nuevos anuncios de quienes serían sus colaboradores: Bertha Luján, quien se desempeñara en la Contraloría del Gobierno capitalino bajo la gestión de López Obrador, sería la responsable de lo que hasta ahora es la Secretaría de la Función Pública y que cambiaría de nombre si gana la coalición de izquierda a la secretaría de la honestidad y combate a la corrupción.
Asimismo, la doctora en historia y militante de la izquierda desde los 70, Raquel Sosa, quien fuera secretaria de Desarrollo Social y después secretaria de Cultura en su gestión como jefe de Gobierno de la ciudad, asumiría la titularidad de Desarrollo Social.
Por la tarde fue cuestionado sobre la carta que le envió el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en torno a la forma de designación de candidaturas sobre la cual, dijo desconocer todavía su contenido.
Día frío e inusualmente lluvioso en San Luis Potosí, que agobiado por la sequía prolongada recibe apenas las primeras lluvias en meses. López Obrador insistió a lo largo de sus cuatro concentraciones en cuestionar lo que calificó como el gobierno “faraónico” que han prohijado PRI y PAN y lapidando los dineros del erario que deberían destinarse a los programas sociales.
Con la corrupción como eje de su discurso y su combate como la palanca financiera para reorientar el rumbo del país, el precandidato habló otra vez del cambio, esa “palabra tan manoseada”, pero éste se trata del “cambio verdadero”, de fondo, para eliminar la corrupción y los intereses.
Sus concentraciones matutinas resintieron la dificultad del horario. Poca asistencia en la capital del rebozo, Santa María del Río y Villa de Reyes, que contrastaron con la afluencia de militantes y simpatizantes en los actos vespertinos en Mexquitic de Carmona y Soledad de Graciano Sánchez, efectuados por la tarde. En todos ellos sus simpatizantes escucharon el diagnóstico del desastre en que está el país, sumergido entre un ciclo entre desempleo, falta de oferta educativa a los jóvenes, violencia y asesinatos.
“Y luego se rasgan las vestiduras” estos gobiernos por que hay inseguridad, “cómo no va a haber inseguridad: si no hay empleos, si no hay escuelas. La paz y la tranquilidad no se consiguen nada más con mano dura, con cárceles, con policía, con leyes más severas. No, la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. ¿Cómo se va a enfrentar la violencia con la violencia? –se cuestionó en Soledad de Graciano Sánchez– es como querer apagar el fuego con el fuego. El mal se enfrenta con el bien.”
Casi un millar de personas lo escuchaban en este ayuntamiento gobernado por la izquierda, en la persona de Ricardo Gallardo Juárez, conocido como El Gallo por su negocio de pollos y quien ahora impulsa para sucederlo a Ricardo Gallardo Carmona, su hijo, al que le llaman El Pollo. De ahí las peculiares mantas de apoyo para recibir a López Obrador: “Peje y Pollo, ¡qué gallos!”
Siguió con su discurso en su lógica amorosa y en la que les recordó la realización del congreso para crear una constitución moral, a efectuarse en marzo, y elaborar un código del bien.
“¿Qué es ser de izquierda? Es ser honesto y predicar el amor al prójimo. Ese es ser de izquierda. Lo demás es pura carga ideológica, lo fundamental es ser honesto y de buen corazón”, remató el precandidato antes de agradecer la recepción a Ricardo Gallardo, “pero no al Pollo, sino al Gallo, porque en eso yo no me meto, eso les toca a ustedes”, dijo en alusión a la elección del candidato a alcalde.