Conmemoran 6 años del accidente que costó la vida a 65 mineros
Carolina Gómez Mena y Leopoldo Ramos | Reportera y corresponsal | Periódico La Jornada | Domingo 19 de febrero de 2012, p. 34
El obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, criticó el “pacto de impunidad” que se tejió y mantuvo durante las dos administraciones federales panistas en torno al caso Pasta de Conchos, y aseguró que sólo la presión de la sociedad civil forzará a que finalmente se haga justicia.
En entrevista con La Jornada, con motivo del sexto memorial de la tragedia ocurrida el 19 de febrero y en la que murieron 65 mineros –de los cuales 63 cuerpos permanecen sepultados en el socavón–, el obispo insistió en que la razón de la negativa al rescate de los cuerpos radica en que al sacarlos se comprobará que “los dejaron morir”.
Vera López, encabezará hoy en la catedral de Saltillo una misa en recuerdo de los mineros que perdieron la vida en Pasta de Conchos la madrugada del 19 de febrero de hace seis años, y añadió que diversos peritajes, entre ellos los realizados por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, corroboraron que era “posible el rescate”, que sólo se necesitaba “voluntad, dinero y tiempo”, pero en lugar de eso “sólo se dijeron patrañas” para justificar el no retiro de los cuerpos.
En una misa que ofició este sábado en Saltillo ante alumnos, padres de familia y maestros de un colegio privado, el obispo refirió que en 100 años de historia de accidentes mineros en México, Pasta de Conchos es el único caso en que los cuerpos siguen bajo tierra, por “la negligencia y la corrupción” de autoridades y empresarios.
Agregó que a que seis años de la explosión y los derrumbes en la cantera localizada en San Juan de Sabinas, Coahuila “ahí siguen los cuerpos”, debido “a la codicia y la corrupción”, y acusó de “asesinos” a los propietarios de la mina concesionada a Grupo México e Industrial Minera México porque obligaban a los trabajadores a ingresar a la cantera sin las mínimas medidas de seguridad.
Aseguró que las minas de carbón son verdaderas “trampas mortales que no pasan ni la mínima verificación”, pero que, sin embargo, continúan operando a vistas de todas las autoridades laborales.
Indicó que el “grado de impunidad” que ha prevalecido en este caso “ofende” y demuestra el “desprecio hacia la vida humana y los derechos de los trabajadores”.
Sostuvo que diversas indagatorias arrojaron que la destrucción en la mina sólo ocurrió en la primera parte de la instalación, pero que más allá de la diagonal 17 “no había derrumbe, hacia adentro la mina estaba completa y allí los sobrevivientes se podrían haber juntado a esperar el rescate; la única razón para no efectuarlo es que los cuerpos van a hablar, van a evidenciar que estaban vivos y los dejaron morir”.
Aparte, el jesuita Carlos Rodríguez, integrante del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), señaló que los deudos y los organismos defensores de derechos humanos que han acompañado el caso hacen un “especial llamado a los senadores a votar la iniciativa de Ricardo García Cervantes tendiente a crear la Comisión Nacional Reguladora de la Industria del Carbón”.
También destacó que la minería del carbón requiere un “golpe de timón”, pues las muertes continúan. Por ello, indicó que a las actividades con motivo de sexto memorial no sólo asisten deudos de Pasta de Conchos, sino también de los seis municipios de la región carbonífera; del pocito Ferber, el pozo 3 de Binsa y las Mina Lulú y San Juan.
A mediodía de hoy, Rodríguez junto a otros cuatro sacerdotes concelebrarán una misa a las afueras del corporativo minero “responsable” por las muertes en Pasta de Conchos.
“Haremos un pronunciamiento, un balance a seis años de la tragedia y un análisis de la situación en la zona carbonífera.”
El viernes en la Casa Rafael Galván de la UAM se inauguró la exposición Mina 8 Unidad Pasta de Conchos, Memoria y Documentos; luego el flautista Horacio Franco dio un concierto, y ayer en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, Gabino Palomares durante hora y media ejecutó diversas canciones en recuerdo de lo sucedido en Pasta de Conchos.