Al concluir el quinto año de administración federal del PAN, los saldos son en su mayoría negativos para los derechos de las mujeres en áreas tan importantes como la salud, el trabajo y las garantías humanitarias.
En Derechos Humanos (DH), 2011 fue un año fatídico para activistas, quienes fueron víctimas de asesinatos, amenazas e intimidaciones, en medio del desdén del Estado mexicano para protegerlas.
Un ejemplo fue el vía crucis de la familia Reyes Salazar, la cual desde principios del año pasado exigió la presentación con vida de Luisa Ornelas, y Malena y Elías Reyes Salazar, “levantados” el 7 de febrero en Ciudad Juárez, y cuyos cuerpos fueron hallados el 25 del mismo mes.
Malena y Elías eran hermanos de Josefina Reyes, una defensora de DH asesinada el 3 de enero de 2010, y cuyo caso fue emblemático porque se trataba de una mujer que exigió justicia para su hijo, presuntamente ultimado por militares.
Las organizaciones civiles exigieron al gobierno federal que diseñara un mecanismo de protección para defensoras y defensores de DH. El 7 de julio la Secretaría de Gobernación se comprometió a construir un protocolo en ese sentido, pero el año concluyó y no hay resultados.
El 15 de febrero la casa de Sara Salazar fue incendiada y al otro día fue quemada la casa de Malú García Andrade, integrante de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa. El hostigamiento continuó y el 2 de diciembre otra de las fundadoras de Nuestras Hijas, Norma Andrade, fue herida gravemente en un atentado.
Ante la impunidad, Norma y su hija Malú se exiliaron en el DF para proteger su vida y la de su familia.
Exclusión laboral
A la burla del “aumento” al salario mínimo de apenas 2.44 pesos, en 2011 se sumó el creciente desempleo entre las mujeres jóvenes.
En el primer trimestre de 2007 había 7.35 por ciento de mujeres de 14 a 19 años de edad desempleadas, pero para el segundo semestre de 2011 la cifra subió a 10.23 por ciento.
Entre las mexicanas con escolaridad media superior y superior la falta de empleo es semejante. En 2007 la tasa de desempleo para quienes están en este rango fue de 7.7 por ciento; en 2011 se disparó a 10.49 por ciento.
La economista especializada en género Carmen Ponce afirma que “el problema de la desocupación se está feminizando”.
Agrega que también el número de mujeres con empleos informales va al alza. En los últimos cuatro años la cifra pasó de 1.9 millones a 7.6 millones de trabajadoras en esa situación.
“Los micronegocios no son trabajos dignos y no tienen posibilidades de serlo”, ya que son empresas familiares en las que el trabajo de las mujeres es percibido como una ayuda por la que no reciben remuneración, advierte.
El año que terminó dejó pendiente la solución de conflictos laborales como el de Mexicana de Aviación, que mantiene en el desempleo a 8 mil 500 pilotos, sobrecargos y personal de tierra; y el de Luz y Fuerza del Centro, que dejó sin trabajo a 4 mil mujeres y 40 mil hombres.
Pendientes en salud
La reducción de la muerte materna (MM), el abasto suficiente de anticonceptivos y la batalla contra el VIH-Sida, son de los grandes problemas sin resolver en los que las indígenas y las adolescentes son las más afectadas.
Raffaela Schiavon, directora de Ipas México, señala que entre los retos están la promoción de los servicios de planificación familiar, y la realización de abortos seguros.
Advierte que el aumento de la afiliación al Seguro Popular de mujeres embarazadas “no ha redundado en una reducción de la MM, ni en una mejora de la calidad de la atención en el embarazo, aborto, parto y puerperio”.
Prueba de ello es que hasta julio de 2011 se registraron 498 MM, y la proyección oficial al cierre del año pasado estimaba mil 126 fallecimientos, es decir un aumento de 14 por ciento respecto a las 992 defunciones maternas de 2010.
Lina Berrio, directora de Kinal Antzetik, lamenta que los estados con mayor presencia indígena aún encabecen la lista de los que registran la mayor razón de muerte materna (RMM).
En Oaxaca 55.9 por ciento de las fallecidas por MM eran indígenas, mientras que en Guerrero la proporción rebasó 47 por ciento, según el Observatorio de la Mortalidad Materna.
Schiavon indica que las adolescentes son quienes tienen la necesidad anticonceptiva más alta (25 por ciento), más del doble que el promedio nacional (10 por ciento). Cada minuto nacen cuatro niñas y niños, y en la Secretaría de Salud uno de ellos es de madre adolescente, explica.
También las y los adolescentes se exponen a una infección de transmisión sexual (ITS), como el VIH, sobre todo porque sólo 25.8 por ciento de las menores de 20 años con actividad sexual utiliza condón.
Avances mínimos en política
Entre los pocos logros en 2011, están las reformas para blindar las cuotas de género en las candidaturas a cargos de elección federal, y para transparentar el gasto del 2 por ciento que los partidos deben destinar al impulso de liderazgos femeninos.
Además el TEPJF emitió una sentencia para que se cumpla sin excusas la cuota de 40 por ciento de candidaturas femeninas para diputaciones y senadurías, y para que las candidaturas propietarias y suplentes sean del mismo sexo.