Mientras tanto en el zócalo capitalino el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se mantiene en pie de lucha desde hace casi cuatro meses en plantón permanente por tiempo indefinido
Editorial | Machetearte
Bien dicen los Adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona e integrantes de La Otra Campaña del Estado de México que “el sistema electoral está en manos de los mismos ricos y poderosos de siempre, las elecciones se hacen en alguna de sus oficinas de gobierno, no en las casillas”. Y es que “un gobernador ególatra, asesino impune y cómplice de las más aberrantes violaciones de derechos humanos en el Estado de México, saldrá de su cargo sin recibir ninguna pena legal por parte del sistema de justicia… Porque la justicia oficial es sólo para favorecer a patrones, funcionarios públicos, gobers preciosos, alcaldes fronterizos asesinos de mujeres y niñas”.
Lo que se ha visto, es que este circo es la forma de legitimar la guerra contra los pobres y contra los recursos de la tierra. Un sistema cruel e inhumano que orilla a la miseria y desesperanza a madres, ancianos, familias y pueblos enteros. Para después ya sin muchos medios al alcance, acorralados y desesperados por el hambre de alimento o de ilusión de ver un cambio, vender su voto.
Por otro lado La Caravana de la Paz con Justicia y Dignidad consiguió sentar a Calderón y su gabinete de seguridad en una mesa de diálogo, pero la reunión en el Castillo de Chapultepec, pese a la digna rabia de las victimas, no logró nada más que ratificar la prepotencia terca de Calderón que dejó en claro que a pesar del dolor de las víctimas viudas, huérfanos y familias continuará con su misma línea de mano “dura” (y sucia).
El recorrido desde Morelos hasta Ciudad Juárez con el conmovedor apoyo de cientos de hartos y miles de dolientes no bastó para juramentar los acuerdos porque el convocante principal, Javier Sicilia, se desdijo de la exigencia de la renuncia del Secretario de Seguridad Púbica Federal y del retiro del ejército de las calles. Luego, el poeta no acompañó la caravana a Cherán donde la toma del pueblo con barricadas y comisiones autogestivas, exige al ejército detener a los talamontes. De ese tamaño son los desacuerdos mientras el gobierno exalta la importancia de las aprehensiones y los decomisos de armas y drogas como prueba de su “éxito”.
Como si aun hicieran falta más pruebas de la descomposición de sistema político, Elba Esther Gordillo, lidereza vitalicia del sindicato más grande de Latinoamérica, reconoce en conferencia de prensa que “en 2006 apoyé a Felipe Calderón y pactamos reformas”, y declara que así llegó Miguel Ángel Yunes al ISSSTE; Roberto Campa al Sistema Nacional de Seguridad Pública y Francisco Yáñez a la Lotería Nacional, aunque omitió hablar acerca de su yerno, Fernando González Sánchez, a quien impuso en la subsecretaría de Educación Básica. La tan poderosa como gansteril maestra cínicamente reconoce que “a mí no me avergüenza”, porque así es como “yo hago política”. De ese tamaño las cosas.
Mientras tanto en el zócalo capitalino el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se mantiene en pie de lucha desde hace casi cuatro meses en plantón permanente por tiempo indefinido, en exigencia a que se atienda su demanda de recuperar su fuente de empleo y la creación de una nueva empresa de energía eléctrica que brinde el servicio en la zona centro del país en la que se deberá respetar la autonomía del sindicato basándose en el documento que tiene en su poder de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, donde se comprueba la ilegalidad de la extinción de Compañía de Luz en octubre de 2009.
Por su parte la propaganda mediática anula las denuncias y recomendaciones tan importantes como la de Amnistía Internacional y las comisiones de Derechos Humanos de América y silencia la indignación por la terrible cuota de 40 asesinatos diarios, los asesinatos de periodistas con sus familiares, los maltratos a los migrantes y el tráfico de personas, todo bajo protección de funcionarios prepotentes, incompetentes y corruptos.
Ante el caos provocado intencionalmente por el gobierno de ricos que padecemos en nuestro país, auspiciado por EE.UU. para imponer “más México en Colombia y más Colombia en México” según palabras de Uribe y Calderón, y ante el talante de la desinformación oficial y de las empresas mediáticas que no cambiará sus mañas, más vale entender que el tiempo de organizarnos para el largo plazo es ahora.