La mina de Sonora ya está operando a 90%, dice el líder del sindicato afiliado a la CTM
Descarta riñas con trabajadores que siguen en huelga, "porque hay mucha vigilancia policiaca"
Patricia Muñoz Ríos | Periódico La Jornada | Miércoles 29 de junio de 2011, p. 45
Dice que no es traidor ni líder de "esquiroles", y que tampoco siente el peso de estar ayudando a Grupo México para acabar con el histórico contrato colectivo de trabajo de Cananea, porque ya estaba finiquitado cuando él llegó.
Se trata de Javier Villarreal Gámez, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minera Metalúrgica, de la Confereración de Trabajadores de México (CTM), quien plantea que la organización que encabeza ya detenta el contrato colectivo de ese yacimiento y que tiene afiliados a cerca de 900 mineros.
En conferencia de prensa, Villarreal Gámez informó que incluso Cananea ya está operando al 90 por ciento, con "cerca de 600 empleados que eran contratistas y otros 350 de los que cobraron su liquidación y volvieron". Incluso, sostiene que la mina ya tiene una producción mensual superior a 360 mil toneladas.
Cuestionado respecto de si no siente ser traidor del movimiento sindical minero, dijo que las instancias laborales de justicia del país ya dieron por terminadas las relaciones de los trabajadores de Cananea y Grupo México, por lo que él, quien tiene el contrato colectivo de la mina de Nacozari, ahora busca representar a quienes eran contratistas de Cananea y a los que finalmente resolvieron regresar a la mina, quienes no pertenecían a ningún gremio.
En su opinión, está descartado un enfrentamiento entre los trabajadores en huelga de Cananea y los que integran el sindicato que él encabeza, ya que, "para bien o para mal", hay mucha vigilancia de fuerzas policiacas alrededor de la mina, precisamente para evitar hechos de violencia.
Sobre el hecho de que el sindicato a su cargo firmó el contrato colectivo no con Mexicana de Cananea, sino con una empresa que se denomina Buena Vista, reconoce que se trata sólo de un "cambio de razón social", pero que la empresa sigue siendo propiedad de Grupo México.
En cuanto al "pacto de caballeros" que había entre la CTM y el sindicato minero para no atacarse uno al otro, comentó que eso fue en tiempos de Fidel Velázquez y de Napoleón Gómez Sada –padre del actual dirigente–, y que incluso la separación final entre la central y este gremio se dio cuando Napoleón Gómez Urrutia quizo dirigir el Congreso del Trabajo, por lo que ya no hay tal acuerdo.