Patricia Muñoz y Víctor Cardoso | Periódico La Jornada | Martes 7 de junio de 2011, p. 2
A la extinción de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro (LFC), decretada el 11 de octubre de 2009, el gobierno federal determinó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sería la encargada de otorgar el servicio en la zona centro del país, es decir, el Distrito Federal, el estado de México y diversas zonas de Hidalgo, Morelos y Puebla.
En las declaraciones que hicieron los secretarios del Trabajo, Javier Lozano; de Energía, Georgina Kessell, y el director de CFE, Alfredo Elías Ayub, en las primeras conferencias que se sucedieron a la extinción de LFC –de las cuales dan cuenta los periódicos de la segunda quincena de octubre de 2009–, los funcionarios aseguraron que se contrataría en la CFE a los trabajadores que primero se liquidaran; que el costo de la luz incluso podía bajar, dado que LFC tenía un enorme costo laboral, y representaba una carga fiscal que se ahorraría el gobierno. Además, argumentaron que mejoraría el servicio. Tres ofrecimientos –entre muchos otros– que no se cumplieron.
Fuente: La Jornada
A la extinción de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro (LFC), decretada el 11 de octubre de 2009, el gobierno federal determinó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sería la encargada de otorgar el servicio en la zona centro del país, es decir, el Distrito Federal, el estado de México y diversas zonas de Hidalgo, Morelos y Puebla.
En las declaraciones que hicieron los secretarios del Trabajo, Javier Lozano; de Energía, Georgina Kessell, y el director de CFE, Alfredo Elías Ayub, en las primeras conferencias que se sucedieron a la extinción de LFC –de las cuales dan cuenta los periódicos de la segunda quincena de octubre de 2009–, los funcionarios aseguraron que se contrataría en la CFE a los trabajadores que primero se liquidaran; que el costo de la luz incluso podía bajar, dado que LFC tenía un enorme costo laboral, y representaba una carga fiscal que se ahorraría el gobierno. Además, argumentaron que mejoraría el servicio. Tres ofrecimientos –entre muchos otros– que no se cumplieron.
Fuente: La Jornada