"Para el -presidente del empleo- es más importante asistir a un evento religioso que atender demandas laborales."
02 May 2011
Felipe Calderón ha decidido romper con el ritual del 1º de Mayo y, en vez de atender en Mexico las demandas por falta de empleo, prefirió acudir a la beatificación de Juan Pablo II.
Como se ha constatado durante la presente administración, de poco tenemos que alegrarnos en materia laboral, puesto que los vicios continúan y gozan de cabal salud como los salarios diferenciados entre sexos, el agandalle de cuotas sindicales, la reelección ad infinitum de líderes, la opacidad en el manejo de los recursos gremiales, sindicatos de paja, contratos de protección, justicia laboral corrupta, desmantelamiento de empresas estratégicas como Mexicana de Aviación, represión hacia los gremios independientes (léase SME) y claudicación frente al charrismo (por ejemplo Elba Esther Gordillo), son las notas distintivas del presente sexenio.
Empero, el calderonismo trajo consigo sus propias tragedias.
Un Programa de Primer Empleo desmantelado por cuenta de la Auditoría Superior de la Federación, permisividad hacia prácticas antiobreras como el outsourcing, la semi-esclavitud ejercida en detrimento de labriegos nacionales y migrantes ilegales, el surgimiento de los "ninis", el incremento sustancial del trabajo infantil y la confirmación del ambulantaje y la delincuencia como alternativas de subsistencia. Calderón no sólo renunció a ser el "Presidente del Empleo", sino que decidió hacer del ataque a los derechos de laborales una forma de gobierno.
Ahí están su apoyo a la iniciativa de reforma laboral presentada por los diputados del PRI y su afecto irrestricto a un funcionario belicoso, como Javier Lozano, Secretario del Trabajo.
El saldo del panismo en el ámbito laboral nos recuerda lo dicho por Juan José Rodríguez Pratts, ex diputado federal blanquiazul: "pudimos hacer tanto y nos atrevimos a tan poco. Tiene razón.
POSTDATA. Muy oportuna la ejecución de Bin Laden para un presidente que esta en apuros como Obama. ¿Sera que los gringos habrán aprendido a escoger mejor a sus aliados? Usted que opina amigo lector?