José Antonio Almazán González
Jueves 21 de abril de 2011
Entre las varias motivaciones que explican el viaje de Felipe Calderón, con el carácter de Jefe de Estado, a la ceremonia de beatificación de Juan Pablo en ciudad del Vaticano, quiero destacar una de ellas, más allá de su fanatismo yunquista: es la respuesta rencorosa y visceral frente al rechazo social generalizado a la ansiada contrarreforma laboral, primero promovida sin éxito por el PAN y después la marcha atrás del PRI y su iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, igual de regresiva y pro-patronal, pero no exactamente igual a la del PAN.
Calderón y su sicario Lozano ya habían dado por enterrada la Iniciativa patronal del PAN, cuando el PRI, calculadoramente también, presentó su Iniciativa (sin consultar siquiera a sus 240 diputados) y amago con un Albazo legislativo. Del PAN, el primero en aplaudir la Iniciativa regresiva del PRI fue Javier Lozano que se colgó de la solapa del PRI, mientras otros panistas como Gustavo Madero titubeaban en su pronunciamiento. Finalmente Calderón, preocupado por el pasmo del PAN, se congratuló de la Iniciativa del PRI felicitándolos públicamente. Parecía que al fin se hacía realidad uno de los sueños más anhelados de la mafia en el poder. Sin embargo, astutamente el PRI midió la reacción social y cuando el clamor de rechazo a la anulación de derechos obreros contenida en su Iniciativa parecía desbordarse, resolvió congelar su Iniciativa, dejándola pendiente para el próximo periodo de sesión o bien para después del 1 de julio de 2012. Su propósito estaba cumplido. Enviar un mensaje claro a los poderosos grupos económicos mexicanos de que el PRI si puede sacar adelante una contrarreforma de tal calibre y ….. no tal subliminalmente, hacerles ver que antes tienen que recuperar la Presidencia.
¿A qué se quedaba entonces Calderón este Primero de Mayo? Ya de por si su Paranoia, exacerbada por los múltiples agravios al pueblo de México, lo había alejado de los actos públicos, expuesto siempre a que un ciudadano de la calle lo encarara o lo recriminara ante su propio azoro y del Estado Mayor Presidencial. Tal vez hubiera dejado pendiente su criticado viaje de haberse aprobado el dorado sueño oligárquico para convertir a la clase trabajadora en modernos esclavos asalariados. ¡Capaz que hasta sale al Balcón Presidencial! Pero no fue así y además del estallido de cólera, resolvió dejar plantados a millones trabajadores este Primero de Mayo, temeroso de la protesta obrera.
Lo que no dijo el despechado Calderón sobre la negativa del PRI lo declaro su Sicario Patronal (con eso de que hace todo lo que Calderón le pide): descarados, no tienen palabra, quitarse la máscara, ficha de cambio, miseria política, tirar la alianza PAN-PRD en el estado de México a cambio de tirar la reforma laboral del PRI, de matar temporalmente la reforma, etc. Por lo pronto Calderón está a punto de romper records históricos. No fue a la inauguración de la nueva sede del Senado, que después de 75 años estreno edificio por supuestos temores de ser encarado por el SME. Ahora, vestido y alborotado como lo dejo el PRI, prefiere ir por una absolución al Vaticano ante las decenas de miles de muertes que ha provocado, que enfrentar el reclamo de millones de trabajadores este Primero de Mayo. ¿Pues no que era el P….del empleo?