sábado, 2 de abril de 2011

Como era de esperarse: Sale Muñoz a dar "su verdad"

Subestimó Martín Esparza al Presidente
‘Cuántas veces le dijo espurio ya estando en el poder; eso no le ayudaba a nuestro sindicato’, añade
Asegura Alejandro Muñoz, líder de la disidencia del SME
Compañeros, en este espacio informativo no pretendemos darle publicidad a las acciones y declaraciones de personajes como este, pero si consideramos que debemos estar al tanto de todos los movimientos que se dan alrededor de nuestro movimiento.
Estar enterados sobre como viene el ataque de nuestra contraparte nos ayuda a formarnos un criterio más amplio y de tal forma nos preparará para afrontar sus consecuencias.

Ana Luisa Guerrero

La extinción de Luz y Fuerza del Centro pudo evitarse con el cumplimiento del convenio de productividad que firmaron el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y el gobierno, sin embargo, la falta de compromiso y voluntad del líder Martín Esparza llevó a la empresa a su final.

Alejandro Muñoz, líder de la disidencia del gremio, refirió que el responsable de la liquidación fue quien ahora acusa al gobierno federal de asfixiar las finanzas de la paraestatal.
En entrevista para IMPACTO TV, quien fuera tesorero del sindicato refirió que en la última revisión contractual entre el sindicato, la dirección de Luz y Fuerza, y la Secretaría de Energía, Esparza Flores se comprometió a elevar la producción, pero nunca emprendió acciones para ese fin.
Por el contrario, conminó a los trabajadores para que dejaran de realizar sus labores y, como era de esperarse, “nos tenían que pegar, era lógico”.
“Si alguien perdió el sindicato y la empresa fue Martín Esparza, eso me queda bien claro, porque como secretario general, durante cuatro años, no tuvo la fineza de echar a andar el convenio de productividad que firmamos en la revisión contractual, jamás se aplicaron las cláusulas en las que nos comprometimos con el gobierno federal; sabía que esto iba para el desastre que pasó, él lo sabía como secretario general”, abundó.
Y es que, dijo, durante décadas, el SME se había enfrentado a amenazas de la extinción por parte de diversas administraciones, sin embargo, en su oportunidad, quienes estuvieron al frente sortearon y negociaron la permanencia de la empresa, lo que no ocurrió con Esparza, quien retó al gobierno del Presidente Felipe Calderón.
“Lo que ocurrió fue una confrontación y una necedad de alguien que se sintió más que el propio Presidente. Martín lo retó, cuántas veces le dijo ‘espurio’ ya estando en el poder en el Zócalo, eso no le ayudaba a nuestro sindicato”, agregó.
Muñoz Reséndiz, quien busca que el gobierno federal cumpla con la promesa de una opción laboral para los electricistas que se liquidaron, criticó que una vez llevado a la calle a 44 mil trabajadores, el líder del SME responsabilice al gobierno federal cuando estuvo en sus manos la salvación de la paraestatal.
Y es que Martín Esparza culpa al Presidente Calderón y al secretario del Trabajo, Javier Lozano, de provocar la parálisis financiera de Luz y Fuerza a través de la compra de electricidad a precios exorbitantes.
Sin embargo, dice Muñoz, en su momento hubo la posibilidad de exponer ante el Congreso de la Unión y la opinión pública la situación que se vivía.
“Yo no puedo venir a chillar ante los medios algo que debió haber defendido, porque él lo sabía. Teníamos comisiones mixtas de vigilancia hacia la empresa, entonces, cómo vienes a chillar algo que tú debiste haber defendido, no puedo venir a quejarme de algo que soy responsable; si esto lo viste pasar ¿porqué no lo denunciaste antes?”, se preguntó.

HABÍA QUE TRABAJAR

Y aunque no descartó la complicidad entre los directores de la empresa, que la administraron mal, el secretario general del sindicato tenía la responsabilidad de salvar la empresa... y no se hizo.

“Había que ser más productivos; en las últimas semanas hubo un cambio de actividades y (Esparza) ordenó que no se hiciera ningún trabajo, hubo áreas que dejaron de trabajar, así no se defiende el empleo; si tú dejas de producir, la empresa deja de ganar”, agregó.

La cosa era sencilla, explica:

Había que decirle a la gente que se debía trabajar y ser más responsable; “aunque nos doliera como líderes, nosotros los apapachábamos, pero hoy tenemos que hacer las cosas, y eso nos costaba votos; él no fue capaz de hacerlo y hoy se viene a quejar de algo que no se defendió.

“ES UN PILLO”

Al ser interrogado respecto a si desistió de luchar porque el SME sirva a los intereses de una camarilla dirigida por Esparza, el líder disidente refirió que persistirán en el esfuerzo de que haya una transición en la dirección a través de elecciones con estricto apego a los estatutos.

El próximo 15 de junio, el sindicato electricista deberá elegir a un nuevo secretario general, por lo que insistirán en que se permita a los agremiados, liquidados o no, decidir libremente la nueva dirección.

En ese sentido, pide a Martín Esparza ser “congruente por primera vez en su vida” y deje de utilizar la membresía del gremio para acumular más riqueza.

Señaló que, desde su perspectiva, lo que el líder electricista pretende es buscar un cargo de elección popular para contar con fuero y justificar las propiedades que adquirió al amparo de las cuotas sindicales.

Por ello, pidió a la administración calderonista no permitir a Esparza Flores perpetuarse al frente del SME, sobre todo cuando tiene a la mano las pruebas para culparlo por malversación de fondos.

“El gobierno federal sabe que Martín es un ‘pillo’, que es un defraudador, y en el ambiente sindical siempre fomentó la corrupción; a final de cuentas lo ayudan porque el hecho de la elección, o el circo que se hizo de la supuesta elección, fue totalmente antiestatutario”, señala.

FALTA DE SOLUCIONES

Muñoz reconoce que para el movimiento que encabeza siempre ha habido diálogo con las autoridades, sobre todo en la Secretaría de Gobernación, sin embargo, reprocha que hasta ahora no haya resultados a las promesas a los electricistas.

Su grupo, que aglutina a liquidados, jubilados y pensionados, respondió pacíficamente y concluyó su relación laboral con la confianza de que se abrirían ofertas de trabajo en la Comisión Federal de Electricidad y en dependencias gubernamentales, pero a 17 meses de la extinción siguen siendo promesas en el aire.

“De repente he llegado a pensar que me equivoqué, decidí llevar a la gente a una liquidación porque el Presidente de la República salió y dijo ‘liquídense y habrá trabajo’, y ahora no se ha dado una solución al conflicto”, reconoce.

Al preponderar que sólo aboga por opciones de trabajo para sus compañeros, Muñoz, de semblante abatido, reprocha que a quien se le ha dado resultados es al sector agresivo del SME.

“Hoy, la parte rijosa, la que destruyó camionetas, que cerró avenidas, la tienen ahí todavía, consentida, y a nosotros nos tienen sin solución, sí, mucho diálogo, sí, participación; hay ideas, pero no hay solución, entonces, no nos favorece mucho el panorama”, lamenta.

Expuso que en este proceso se han conformado cooperativas y empresas que presten servicios a la CFE, sin embargo, han sido olvidadas por el gobierno.

La Secretaría de Economía tiene un registro de 68 empresas y cooperativas establecidas, no obstante, sólo ocho han recibido contratos por proyectos menores y tiempo limitado.

“Nos prometieron un contrato marco, de entrada, hasta 2012, pero sólo nos han dado poco, a pesar de que hubo más de 40 mil contratos que dio CFE a contratistas, a nosotros sólo nos dan el uno por ciento, equivalentes a 41 contratos”, reprocha.

Al tratar de explicarse dicha situación, considera que ha sido la falta de voluntad y pericia de los secretarios de Estado para dar solución a estos problemas; “no le han ayudado al Presidente, porque el conflicto no se ha solucionado; a la mejor no le han dicho la verdad, van y le dicen que todo está bien, cuando abajo no se están haciendo las cosas que el Presidente ordenó”.

Ante la falta de resultados, advierte que sus compañeros están dispuestos a manifestarse, instalar plantones y hasta realizar una huelga de hambre para ser escuchados por el gobierno.

“No comparto el hecho de molestar a terceros, pero, desafortunadamente, tenemos que decirle al gobierno: acá estamos, ya se les olvidó”, destaca.

Finalmente, hay un punto en que coincide con Esparza: el servicio eléctrico que se está ofreciendo a los usuarios es pésimo, y es que lo atribuye a que las empresas que son contratadas por la CFE para operar y resolver las fallas carecen de los conocimientos para llevarlo a cabo, a costillas de un alto costo económico.

“Si la idea era que la empresa era una carga financiera, creo que sale más caro estar pagando a contratistas que no saben hacer las cosas; ¿cuánto tiempo va a durar el contratismo?”, concluye.