La central agrupa 60% menos trabajadores de los que tenía en la década de los 90
Disminuyó el número de contratos colectivos que administra; en 2006 contaba con sólo mil 92
Patricia Muñoz Ríos
Jueves 24 de febrero de 2011, p. 25
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) cumple hoy 75 años y llega a los tres cuartos de siglo de su fundación con una membresía de trabajadores 60 por ciento menor de la que tenía en los años 90, cuando alcanzaba el millón de obreros, y ahora está cercana a 400 mil; además, mantiene en sus filas a menos de la mitad del total de sindicatos que tenía afiliados hace dos décadas.
Esta central, otrora definitoria de los triunfos presidenciales priístas y que llegó a ocupar en tiempos de Fidel Velázquez hasta 40 curules tricolores en la Cámara de Diputados, también ha visto caer su participación política, pues detenta menos de 10 escaños en San Lázaro en el actual periodo legislativo.
En tanto, su dirigente, Joaquín Gamboa Pascoe, de 83 años, quien fue relecto el año pasado, tiene toma de nota hasta 2016, así como todo su comité ejecutivo.
La investigación Historia de la CTM: el movimiento obrero y el Estado mexicano, coordinada por Javier Aguilar García, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, da cuenta pormenorizada de lo que ha sucedido con la mayor central obrera del país desde su fundación.
El informe plantea que durante varias décadas la CTM fue la organización sindical que mantuvo una representación sustancial de los trabajadores organizados. Sin embargo, en años recientes ha visto caer sus niveles de sindicalización, al igual que otras organizaciones obreras.
El sindicalismo mexicano en general tuvo un ascenso notable en el número de sus agremiados hasta 1992, pero durante el auge de la globalización y la política neoliberal, de 1993 a 2003, la tasa de sindicalización disminuyó considerablemente. La CTM, que fue la principal central sindical del país y afilió al mayor número de trabajadores a escala nacional, en 1997 tuvo 926 mil 455 afiliados; en 2000, 896 mil 678; en 2005 la cifra descendió a 754 mil trabajadores y en 2003 apenas contó con 454 mil 93 agremiados, cifra en la que más o menos se ha mantenido, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría del Trabajo en su página web.
El análisis encabezado por Aguilar García –quien tiene varias investigaciones sobre sindicalismo corporativo– indica que esta central siguió arropando a la mayoría de los líderes que se formaron durante el auge de la CTM y el Congreso del Trabajo, con múltiples relecciones y reciclando a los mismos dirigentes en diversos cargos. Si ya se ha visto que estas agrupaciones no responden a las necesidades laborales y sindicales, es básico aceptar que los líderes tampoco responden ya a las bases.
Esta confederación, además, vio disminuir el número de contratos colectivos que administra. Por ejemplo, en el primer año del gobierno de Vicente Fox contaba con 2 mil 423 contratos, mientras hacia 2003 tenía sólo mil 637, es decir, en tres años el número de contratos que detentaba disminuyó 32 por ciento. Para 2004 tenía mil 808 contratos, y en 2006, mil 92. Esto ocurrió porque buen numero de sindicatos salieron de sus filas y porque desaparecieron empresas, y por tanto, gremios, así como por el mismo desempleo.
Durante años una de las bases centrales del régimen político priísta fue el sector obrero, sobre todo de la CTM, tanto en la defensa de las políticas económicas globales como en los procesos electorales. A la llegada del PAN al poder, los líderes cetemistas tuvieron la posibilidad de contar con una nueva estrategia de participación política.
Sin embargo, la central no se convirtió en el organismo opositor que se creía, se adaptó a las necesidades económicas y políticas del gobierno en turno, y se conformó con mínimas porciones de poder en las cámaras de Diputados y Senadores, con su representación en el consejo técnico del IMSS, el Infonavit, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, indica la investigación.
Para este aniversario, la CTM no tendrá ceremonia magna ni asamblea, no se espera a los líderes del PRI ni habrá la gran concentración que se preveía. Sóloactos conmemorativos y culturales en diferentes federaciones y sindicatos, según se informó. Así llega esta central a esta simbólica fecha: sin conmemoración.