Se estrena Meade: más gasolinazos
Alzas a favor de consumidores
De la Bicentenario, ni un tornillo
Carlos Fernández-Vega
Para que nadie tenga dudas sobre el alcance de los recientes cambios en el gabinetazo calderonista, el flamante secretario de Energía puso el ejemplo, al estrenarse públicamente como lo dispone el manual del buen gobierno: en el lugar indicado (el canal de las estrellas) y con el discurso adecuado (para todos ustedes, más de lo mismo). En efecto, José Antonio Meade, un experto en finanzas ahora a cargo de uno de los sectores estratégicos de la nación, dejó en claro que de cambiar no cambiará nada: en 2011 es probable que (el precio) las gasolinas (y el diesel) tengan un alza similar a la del año pasado, lo que representa 8 o 9 por ciento (de aumento), o lo que es lo mismo, tres veces más de la inflación estimada por el propio gobierno para el presente año.
Con todo y cambio, la línea de acción no se modifica, explicó el funcionario ante las cámaras de la fábrica de sueños: los precios de las gasolinas, del diesel y de otros combustibles seguirán aumentando, porque es necesario actualizar los precios internos con los externos (práctica que, dicho sea de paso, ni lejanamente se considera cuando de salarios se trata). Pero no sólo eso. Como es costumbre, el flamante titular de Energía dejó en claro lo que millones de mexicanos de plano no entienden, tal vez porque son ellos los que pagan: esta política de deslices graduales ha protegido al consumidor de los incrementos que ha habido de los energéticos internacionales. Así de fácil: nosotros aumentamos y ustedes pagan, y si no lo comprenden es por mala leche.
Meade aseguró, con sintaxis respetada, que si uno revisa la trayectoria de 1990 a 2005, los precios de la gasolina en México fueron 20 por ciento superiores a los que fueron en Estados Unidos. No se sabe si quiso recordar que desde hace muchos años los precios de los combustibles no cesan de aumentar y/o que desde hace más de tres décadas no se construye una sola refinería en el país para reducir la importación de gasolinas, pero cautelosamente dejó fuera de su análisis la estadía calderonista en Los Pinos y el avance de los precios respectivos, autorizados, desde luego, siempre pensando en proteger a los consumidores nacionales.
Pues bien, el flamante titular de Energía no lo dijo en el canal de las estrellas, pero es bueno recordar cómo el inquilino de Los Pinos y sus dos geniales operadores en la Secretaría de Hacienda (Agustín Carstens y Ernesto Cordero) celosamente han cuidado los intereses de los susodichos consumidores, que se niegan a aceptar que el alza constante de precios es por su bien. De diciembre de 2006 a la primera semana de 2011, el precio de la gasolina Premium (la mayoría de importación) registra un incremento de 22.32 por ciento, 2.2 puntos porcentuales por arriba del crecimiento inflacionario (Banco de México); el de la gasolina Magna (de elaboración nacional) creció 31.16 por ciento, casi 11 puntos porcentuales más que el índice nacional de precios al consumidor; y el del diesel, en el exceso de cuidar los intereses de los consumidores nacionales, 60.7 por ciento, el triple que la inflación oficial.
El primer día de diciembre de 2006, el litro de gasolina Premium costaba 8.29 pesos, y en la primera semana de enero de 2011 llegó a 10.14 pesos (aumento de 22.32 por ciento). En el caso de la Magna, en el periodo citado pasó de 6.74 a 8.84 pesos (31.6 por ciento) y el de diesel de 5.7 a 9.16 pesos (60.7 por ciento). Ya con los datos en la mano y realizada la comparación sobre cuánto subieron los precios de los citados combustibles y cuánto la inflación oficial, si los protegidos consumidores nacionales (Meade dixit) no entienden que el alza permanente es por su bien y sólo para su beneficio, entonces de plano no tienen remedio, y a partir de ahora sus reclamos serán tomados como simples caprichos, como el de los transportistas, quienes tras declarar enemigos a Calderón y a su partido (en el estricto sentido de la palabra), amenazaron condejar de llevar alimentos a centrales de abasto, paro nacional, y cierre de carreteras y calles.
Como lo reseñó La Jornada, “choferes de al menos 400 mil unidades de carga y de pasajeros –según dirigentes– se movilizaron ayer en el Distrito Federal y en varios estados de la República (estado de México, Oaxaca, Sinaloa, Querétaro, Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Yucatán y Jalisco) para demandar al gobierno federal que revierta las alzas al precio de los combustibles y amenazaron con suspender el envío de productos básicos a las centrales de abasto de las grandes ciudades. La Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas, Asesores en Turismo y Transportación Terrestre del Sur y la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad enviaron unidades a la residencia oficial de Los Pinos y a las secretarías de Hacienda y de Comunicaciones y Transportes, en la ciudad de México. Edmundo Delgado, dirigente de la Confederación Nacional de Transporte Federal Adolfo López Mateos, explicó frente a la SCT que el margen de ganancia de los transportistas se ha desplomado debido a los aumentos a los combustibles, los peajes y las mordidas a policías federales. Delgado acusó de corrupción al gobierno federal, en particular a la SCT, que beneficia a ciertas organizaciones de transportistas con subsidios al diesel a cambio de apoyo en campañas políticas” (Julio Reyna Quiroz, Matilde Pérez U. y corresponsales).
A golpe de aumentos corrigen el discurso del inquilino de Los Pinos, quien en marzo de 2008 reconocía que “siendo un país petrolero importamos 40 por ciento de nuestras gasolinas… Es urgente tomar acciones para reducir esta creciente dependencia. Es por ello, que en este momento giro instrucciones a la Secretaría de Energía y al director general de Pemex para que, sin dilación, inicien los estudios y analicen la factibilidad técnica, financiera y logística que nos permita construir una nueva refinería en el territorio nacional (…) con el fin de disminuir nuestra dependencia. Iniciar los trabajos que nos permitan contar en el futuro cercano con esta nueva refinería, es una buena manera de celebrar el 70 Aniversario de la expropiación petrolera”. Casi tres años después, de tal refinería no han puesto ni un tornillo, pero, sonrientes, ya anuncian que 2011 será otro año de gasolinazos.
Las rebanadas del pastel
¡Basta de sangre! Súmese a las muertas de Juárez el nombre de Susana Chávez, activista contra los feminicidios en aquella ciudad norteña, asesinada días atrás. Ni una muerta más, exigía y lamentablemente ella fue una víctima adicional, ante la apatía de la supuesta autoridad.
cfvmexico_sa@hotmail.com •mexicosa@infinitum.com.mx •http://twitter.com/cafevega