sábado, 4 de junio de 2016

La electricidad tiene que ser considerada un derecho humano, no una mercancía: ANUEE

unnamed-2Antonio Aranda - Revolucion 3.0
(28 de mayo, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- La aprobación de la llamada Reforma Energética en 2013 fue uno de los primeros logros que intentó presumir Enrique Peña Nieto con el argumento que las tarifas de gas, gasolina y  energía eléctrica bajarían en el mediano plazo.
La realidad nos indica que no fue así. Una o varias muestras de lo anterior se pueden conocer entre los integrantes de la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE) una  agrupación que pugna por que los costos de este insumo se tasen desde una óptica social y no comercial.


Por lo anterior la ANUEE convocó a una más de sus manifestaciones frente a las oficinas centrales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ubicadas en Paseo de la Reforma esquina con avenida de los Insurgentes. Aquí realizaron un mitin donde demandaron, una vez más, que el costo de las tarifas por el servicio de luz sea justo.


Juan Carlos Escalante Aguilar es el primer orador en el mitin, hombre entrado en años y con mucho conocimiento del tema, pues dedicó su vida al sindicalismo en el extinto Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) después de dejar el micrófono accede a hablar con Revolución TRESPUNTOCERO y explica por qué, la reforma energética es un negocio.
“En México hay 37 millones de usuarios básicos o domésticos, si tú les cambias el medidor estás hablando de 37 millones de medidores, de a 5 mil pesos cada uno, es una cantidad enorme. Y la única empresa que los produce es IUSA, de capital español asociado con los Peralta. El cambio del cobre por aluminio es un deterioro para el servicio, pero detrás del aluminio está  Grupo Carso, de Carlos Slim. En el fondo lo que hay es un negocio porque la infraestructura está funcionando, no necesitan cambiarla. En todo caso meter programas de mantenimiento”.


Desde su papel de coordinador de la ANUEE, Carlos Escalante ha visto cómo en los últimos años desde la desaparición de Luz y Fuerza del Centro las tarifas por el servicio se han incrementado de forma importante, entre 30 y 40 por ciento asegura.
“La empresa ‘de clase mundial’, estima las tarifas, no las toman del medidor. La electricidad tiene que ser considerada un derecho humano, no una mercancía. Es un soporte para el desarrollo de la sociedad desde el punto de vista político, social, cultural, económico y es fundamental para el desarrollo de la familia, la salud, la cultura, la educación. Por ello debe plantearse una tarifa social, no comercial que privilegia la ganancia sobre el desarrollo”, detalla Escalante.
Ante la ausencia de resultados reales, la Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica, se convierte en el único actor político activo que está en posición de discutir con los diputados y senadores la posibilidad de elevar a rango constitucional el derecho humano a la electricidad mediante la aplicación de una tarifa social justa, que sea establecida por el Congreso y no por la Secretaría de Hacienda, así como un programa tipo “borrón y cuenta nueva”, que pondría fin a la extensa cadena de robos y fraudes cometidos por la Comisión Federal de Electricidad, ampliamente documentados por esta asociación.
Cobros excesivos 
Del total de quejas que recibe la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en un año, el 23 por ciento son quejas contra el servicio de la CFE principalmente por los llamados “recibos locos”  donde se han registrado cargos inverosímiles de hasta 50 o 60 mil pesos a viviendas humildes que ni si quiera cuentan con refrigerador, hornos de microondas o electrodomésticos de alto consumo.
En 2015 durante una comparecencia del titular de la CFE, Enrique Ochoa Reza, ante la cámara de diputados, se dijo que la principal queja de los usuarios es que la empresa “se niega a corregir errores de cobro o de estimación, así como cobros de cuotas extraordinarias que la gente no entiende o desconoce.
En esa ocasión los legisladores plantearon que los datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), indicaban que la empresa acumulaba en un año 22 mil 731 quejas, pero solo 185 multas a la empresa cuyo costo fue de 7 millones 21 mil 298 pesos.


La ANUEE además de luchar políticamente en contra de la mercantilización de la energía eléctrica apoya a usuarios que tiene este tipo de problemas. Un ejemplo de ello es Selma López García, habitante de la delegación Tlalpan en la Ciudad de México a quien la CFE le exige el pago de sumas que para su humilde economía son tan estratosféricas que no alcanza a comprender cómo alguien podría pagar esa cantidad por tener “tres pinches focos” prendidos en su casa.
“Yo tenía el medidor viejo y cuando me lo cambiaron por otro medidor de los digitales resulta que tenía un adeudo de 75 mil pesos. Cuando se hizo ese cambio esa era la cantidad, a partir de que hice mi contrato. Anteriormente pagaba en promedio 160 pesos bimestrales.
“El adeudo fue a partir de hace medio año. Ahora mi deuda ya está en 40 mil pesos, pero mis recibos siguen llegando de 2 mil y 5 mil pesos. En CFE me dijeron que el adeudo lo tenía que cubrir con un primer pago de 16 mil pesos y posteriormente de 8 mil mensuales hasta que se cubriera el total. “El mismo personal de la CFE fue a mi casa para ver cómo vivía y ellos mismos dijeron que no estaba justificado ese gasto de luz, pero que lo tenía que pagar”.