
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) publicó hoy una serie de informes para
comparar los indicadores de bienestar y de niveles de vida entre los 31
países que la integran, y en prácticamente todos ellos México se ubicó
en los últimos lugares.
Entre los indicadores de la “iniciativa para una vida mejor” –que publica cada dos años–, la OCDE mide entre otros el ingreso, los niveles de desempeño escolar, la seguridad personal o la calidad del hogar, los cuales reflejan “los aspectos de la vida que más importan a las personas y que conforman su calidad de vida”.
En materia de ingreso ajustado por hogar, por ejemplo, el país se
colocó en el último lugar, con un ingreso promedio de 12 mil 806 dólares
anuales, contra 29 mil 16 dólares en promedio en el OCDE. Lo mismo pasa
por el ingreso promedio anual de un empleado a tiempo completo: apenas
se eleva a 12 mil 850 dólares en México, contra 40 mil 974 dólares en la
OCDE.
La expectativa de vida de los mexicanos, al nacer, se eleva a 74.6
años; casi una década menor a la expectativa de vida de los japoneses
–83.4 años– y lo más bajo de la OCDE, cuyo promedio alcanzó 79.91 años.
La tasa de homicidios en México disparó el promedio de la OCDE en la
materia, con 24.3 homicidios por cada cien mil habitantes. Eso elevó la
tasa de homicidios de la OCDE a 4 por cada cien mil habitantes, aunque
sólo Chile y Estados Unidos tienen tasas superiores a dos por cada cien
mil habitantes.
Por lo anterior, seis de cada diez mexicanos se sienten inseguros al
caminar solos por la noche, contra poco más de 3 de cada diez habitantes
de los países de la OCDE.
México también se colocó en el último lugar en materia de “apoyo
social percibido”. Según los datos de la OCDE, sólo 75.28% de los
mexicanos siente que puede contar con “amigos o familiares” en tiempos
difíciles. En promedio, esta cifra se eleva a 88.22% en la OCDE.
En materia de participación electoral, México se ubicó en la parte
inferior de la OCDE, pero no en los últimos lugares. Con una
participación promedio de 63.14%, los mexicanos resultaron más
participativos que los polacos, los chilenos, los húngaros o los
japoneses, pero muy por debajo de los australianos.
Los mexicanos cuentan con un promedio de 0.96 cuarto por persona en
su hogar, con lo que el país alcanzó el último lugar de la lista. En
promedio, los habitantes de la OCDE gozan de 1.78 cuartos por persona en
su casa. Junto con ello, México resultó el tercer país con la peor tasa
de satisfacción sobre la calidad del agua, con uno de cada tres
mexicanos que estima que el vital líquido que le llega es de mala
calidad.
Uno de cada tres trabajadores mexicanos –28.28%– labora más de 50
horas semanales. Si bien esta tasa se encuentra por debajo de la de
Turquía –con 39.26%–, posiciona a México en el segundo lugar de los
países con mayores horas trabajadas, muy por encima del 13.02% del
promedio de la OCDE.
A nivel educacional, solamente 33.70% de los adultos de entre 25 y 64
años cuenta con una educación media superior –contra 76.35% en la
OCDE–, y 47.72% de los jóvenes de entre 25 y 34 años cuenta con ese
nivel educativo contra 83.55% en la OCDE.
Un niño mexicano estudia en promedio 14 años, tres menos que en el
resto del organismo, lo que se repercuta en la prueba PISA –la cual mide
las aptitudes de lectura, matemáticas y ciencias–, donde México se
coloca en el último lugar con 417 puntos.
En materia de ‘ninis’, México se ubicó de nuevo entre los lugares más
bajos de la clasificación de la OCDE: 15.46% de los jóvenes mexicanos
no estudian ni trabajan –contra 7.10% en la OCDE–, la tasa de privación
escolar es ocho veces superior a la de la OCDE y la de homicidio
infantil rebasa cinco veces al promedio del organismo.
Además, la OCDE observó que en México todos estos indicadores de
bienestar fluctúan de manera importante, según el nivel de ingreso de
los hogares y la región, lo cual coloca al país entre los más desiguales
del organismo internacional.
Sin embargo, en percepción de bienestar, los mexicanos se ubicaron
por encima de los habitantes de Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Japón,
Corea, Polonia, Portugal, Eslovenia o Turquía, y colocaron al país en
el promedio de la OCDE.
Los adolescentes mexicanos también se mostraron más propensos a votar
en las elecciones –86.13%, contra 78.67% en la OCDE– y la mitad de
ellos participa en organizaciones o voluntariados.