La Jornada - El Correo Ilustrado
Por medio de la presente quiero unir mi voz a los miles
de afectados por los cobros excesivos de la Comisión Federal de
Electricidad, empresa paraestatal que ha dejado de ser de los mexicanos
para convertirse en una privada con tintes de la CIA. Tengo un negocio
en el municipio de Santa Lucía del Camino, en Oaxaca, del cual depende
mi ingreso familiar. El pasado 9 de marzo del presente año me cortaron
el servicio de energía eléctrica y me condicionaron la reinstalación del
mismo al pago de 36 mil pesos, alegando una verificación amañada
realizada el 11 de febrero, donde el verificador se metió al interior
de
mi negocio, sin mostrar autorización alguna, revisó cada habitación sin
mi consentimiento y tomó fotos, supuestamente revisó mi medidor y
concluyó sin lógica alguna que el aparato no registraba el 100 de la
energía que se utilizaba, por lo que se realizaría un ajuste. Acudí a la
delegación de Profeco a interponer mi queja, pero tal parece que ellos
están para servir a la paraestatal, pues hasta la fecha no me han dado
fecha de audiencia y me repiten constantemente que ellos sólo son
árbitros y no pueden hacer más. Denuncio la falsedad de las
declaraciones que mediante espots en diferentes medios de comunicación
difunde el señor Peña Nieto, en las cuales afirma que ha bajado el costo
de la luz; por el contrario, cada día es más cara. Desde este espacio
pido a la CFE que me deje seguir trabajando honestamente, como lo he
venido haciendo, reconectando mi servicio de luz y dejando sin efecto
ese pago arbitrario.
Gabriela de la Luz Jiménez Rodríguez