lunes, 16 de noviembre de 2015

La sucia medalla

Dentro de la Cámara de Senadores circulan versiones en el sentido de que la medalla Belisario Domínguez se otorgó al multimillonario Alberto Bailleres por consigna de Los Pinos. Pero esto no es todo: Existen pruebas claras de que las cifras de la votación correspondiente fueron falseadas –infladas– en el seno mismo del Senado para darle lustre al empresario, cuya elección estuvo lejos de ser unánime. Más aún, la ceremonia de premiación fue desairada por casi la mitad de los senadores, en tanto que el discurso de Bailleres –salpicado de elogios a Enrique Peña Nieto y al empresariado neoliberal– no tuvo nada que ver con la proclama de Belisario Domínguez y su sacrificio.
15 noviembre 2015 | Álvaro Delgado | Proceso
MÉXICO, DF (Apro).- El mandato "desde Los Pinos" para otorgar la medalla Belisario Domínguez al multimillonario Alberto Bailleres González fue deslucido de principio a fin: por primera vez desde que el Senado creó la presea, hace seis décadas, se rompió la unanimidad; sólo un voto evitó el rechazo y la ceremonia de la entrega fue desairada por la mitad de los legisladores.

Pero sucedió algo peor: en el Senado se maquinó un fraude para alterar la votación y aumentar el número de quienes se pronunciaron por honrar al tercer hombre más rico de México, dueño de múltiples negocios y beneficiario de la privatización del petróleo, aprobada justamente por sus premiadores.

Los 65 votos a favor computados en la sesión del miércoles 4 —una raquítica mayoría de la mitad más uno— se convirtieron en 72. Siete sufragios de senadores aparecieron, repentinamente, en las versiones estenográfica y oficial.

Eso también pasó con los votos en contra: 12 se volvieron 13.

Se trata de una adulteración de la voluntad del Senado que preside el panista Roberto Gil Zuarth y cuya Junta de Coordinación Política está encabezada por el priísta Emilio Gamboa Patrón, máximos jerarcas de ese órgano del Poder Legislativo federal y de quienes pudo venir la orden para cometerla.

El reportero consultó el video del Canal del Congreso de la sesión del miércoles 4 donde, al cabo de una intensa deliberación entre los senadores, el panista José Rosas Aispuro, ex priísta, quien quedó como presidente en ausencia de Gil Zuarth, sometió a votación el dictamen.

En ese momento el senador de izquierda Alejandro Encinas Rodríguez le solicitó a Rosas Aispuro que "por la naturaleza y la importancia del tema" la votación fuese nominal, es decir, que hubiese registro de los votos a favor y en contra.

—Sí —respondió Rosas Aispuro—, sólo le pediría nada más que lo respaldasen cinco y con gusto, senador Alejandro Encinas Rodríguez.

En el video, el presidente del Senado ordena enseguida iniciar la votación y transcurridos los tres minutos para la emisión de los votos, el secretario de la Mesa Directiva, el perredista Luis Alberto Fernández Fuentes, informa ante el micrófono:

—El registro arroja 65 votos a favor y 12 en contra.

—Gracias, senador secretario —dice Rosas Aispuro Torres—. Aprobado el dictamen que hoy nos ocupa.

"En consecuencia, el Senado de la República confiere la medalla de honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al ciudadano Alberto Bailleres González, como un justo reconocimiento a su sobresaliente contribución. El Senado de la República realizará sesión solemne para imponer la medalla Belisario Domínguez al señor Alberto Bailleres González".

CÓMPUTO DIFERENTE

Sin embargo, en la versión estenográfica de la misma sesión apareció un cómputo diferente. Según la reproducción textual que puede consultarse en la página de internet del Senado, esto ocurrió: "El secretario senador Luis Alberto Fernández Fuentes: el registro arroja 72 votos a favor y 13 en contra".

La Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos establece que la versión estenográfica "es la transcripción puntual y fiel de lo expresado verbalmente por los integrantes de la Mesa Directiva o por los oradores en la tribuna en las sesiones del Pleno durante la celebración de los periodos ordinarios, extraordinarios, Comisión Permanente y sesiones solemnes".

Pero cotejada con el video, la versión estenográfica de la sesión y la votación no "es la transcripción puntual y fiel de lo expresado verbalmente" por el secretario Fernández Fuentes.

Alguien, necesariamente de la Secretaría de Servicios Parlamentarios del Senado —a cargo de Arturo Garita Alonso—, falsificó las cifras.

Este fraude llevó a otra anomalía: El registro de la votación oficial del Senado, que también se puede consultar en la página de internet de ese órgano, recoge los 72 votos que no se emitieron y no los 65, conforme a la grabación en video.

Así, los senadores del PRI supuestamente emitieron 44, 23 del PAN, dos del PRD y tres del Verde Ecologista, para un total de 72, no los 65 con los que se aprobó originalmente.

En los votos en contra también hubo alteración: del PRD votaron nueve, tres del Partido del Trabajo y uno del PAN, para un total de 13, no los 12 que dijo el secretario de la Mesa Directiva, como consta en el video.

Con esas cifras alteradas, el porcentaje de los senadores que avaló la entrega de la Belisario Domínguez a Bailleres fue de 84.7% por 15.3% en contra.

Otro dato: Gil Zuarth inició la sesión del miércoles 4 con un quórum de 82 senadores, pero la asistencia oficial fue de 117, aunque en la votación para otorgar la distinción al multimillonario participaron sólo 77, según consta en la videograbación.

Y de acuerdo con la versión estenográfica y la votación oficial, 72 senadores emitieron su voto a favor de Bailleres, fundador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), semillero de funcionarios de los gobiernos priístas y panistas.

DESAIRE SENATORIAL

La turbia operación de la tríada PRI-PAN-PVEM para darle a Bailleres una medalla que se entrega a los mexicanos que se han "distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente como servidores de nuestra patria o de la humanidad", tuvo un desenlace deslucido.

La ceremonia solemne del jueves 12 fue desairada por casi la mitad de los senadores —la sesión se instaló con 68 de los 128—, a tal punto que 21 de 38 panistas que votaron por él se ausentaron y también 11 de los 22 perredistas, cuyos escaños fueron ocupados por ujieres.

Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD, asegura sin vacilar que la entrega de la medalla Belisario Domínguez al multimillonario Bailleres fue una orden de Peña Nieto: "Tengo perfectamente claro que de Los Pinos se le hace al grupo parlamentario del PRI una orientación política para galardonar a un empresario emblemático de ese sector y con ello mandar un mensaje de reconocimiento del poder hacia los empresarios".

Para el perredista, el respaldo de la bancada del PAN a Bailleres —quien incrementó su fortuna en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón— es lógico, porque "este partido tiene un perfil político cercano al sector empresarial y este reconocimiento es también un asunto de concepción de país".

Barbosa le dijo al reportero Arturo Rodríguez que en la ceremonia de premiación, los discursos de Bailleres y de su promotor, el senador Roberto Albores Gleason, fueron a favor del sector privado.

"Son discursos de empresarios para los empresarios. El reconocimiento del poder público, en este caso del Senado, es para los empresarios de México".

INVITADOS DE HONOR

Bailleres se hizo acompañar de los dos máximos jerarcas de la cúpula del sector privado: Claudio X. González Laporte, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, y el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, posible candidato priÍsta al gobierno de Oaxaca.

Igual que ellos, fueron invitados de honor el titular del Poder Ejecutivo, Enrique Peña Nieto; del Judicial, Luis María Aguilar Morales, y los presidentes del Legislativo, el diputado Jesús Zambrano, y del Senado, Roberto Gil Zuarth, el anfitrión.

Todos escucharon el histórico discurso que pronunció el senador chiapaneco Belisario Domínguez contra el usurpador Victoriano Huerta, quien ordenó su asesinato el 7 de octubre de 1913:

"La verdad es ésta: Durante el gobierno de don Victoriano Huerta no solamente no se hizo nada en bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la república es infinitamente peor que antes. La Revolución se ha extendido en casi todos los estados; muchas naciones, antes buenas amigas de México, rehúsanse a reconocer su gobierno, por ilegal; nuestra moneda encuéntrase depreciada en el extranjero; nuestro crédito en agonía; la prensa de la república amordazada o cobardemente vendida al gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad; nuestros campos abandonados; muchos pueblos arrasados y, por último, el hambre y la miseria en todas sus formas amenazan con extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada patria".

Fuente: Proceso