viernes, 11 de septiembre de 2015

Servicio de luz doméstico, sigue con elevado costo

8 septiembre 2015 | Isaías Cano Morales | El Regional del Sur
¿De cuánto le llega a Ud. su recibo de luz? Se oye preguntar entre vecinos o conocidos. Y la respuesta generalizada se vierte en el sentido de que el costo del servicio es alto y no pocas veces desproporcionado. De ahí las constantes quejas y protestas de sectores de población contra los elevados cobros que hace la CFE a usuarios del servicio de electricidad doméstico a las que la empresa, casi siempre hace caso omiso. Ni amparos, ni reclamos ante oficinas de la dependencia prosperan para que sean reparadas injusticias materializadas en los altos cobros de luz no pocas veces injustificados, siendo ello un abuso y un saqueo contra débiles economías familiares.

Aún resuena la publicidad alharaquienta del gobierno peñista de que con la puesta en marcha de la reforma energética los costos de los energéticos, entre ellos la luz, bajarían su costo. Más de dos años han pasado de esas promesas y los supuestos beneficios no se han visto por ningún lado. El costo de gasolinas, gas y energía eléctrica siguen impactando negativamente en los precios de artículos de consumo. Y a nadie extrañe, que con motivo de la baja del petróleo en el contexto internacional, la devaluación del peso, el recorte de presupuestos anunciados por Luis Videgaray titular de Hacienda, junto a la desmesurado incremento de intereses que genera la billonaria deuda pública y la aguda crisis generalizada que se sufre, se pretenda nuevamente incrementar costos de energéticos como sucedía recientemente. Recuérdese, las crisis económicas las paga el pueblo como ocurrió con el “error de diciembre” del ’94.



Las políticas económicas son las mismas desde De la Madrid, pasando por Salinas, Zedillo, hasta llegar a Peña Nieto, y si hay variantes es para castigar más a la población, ¿no acaso en lo que va de la administración peñista se han agregado a la pobreza 2 millones de mexicanos llegando ser hoy 55.3 millones en esta condición? Está claro que es el grueso de la población la que carga con el costo de políticas económicas criminales, maquillando supuestos propósitos de revertir pobreza, hambre y marginación con más publicidad que efecto. Ejemplo de tales simulaciones ha sido la cacareada y fracasada “cruzada contra el hambre”.

Sobre las tarifas del servicio de Luz, la CFE recién ha informado, que a partir de septiembre bajarán sus costos en porcentajes del 21 al 30 por ciento para el sector empresarial e industrial y de entre 8 y 18 al sector comercial y sólo el 2 por ciento a las de uso doméstico descuento éste operado desde enero pasado, según afirma la empresa “de clase mundia.l” Nuevamente, los beneficiados son los poderosos empresarios (algunos de ellos exentos o con devolución de millonarios impuestos) y grandes comerciantes, no así las familias de las clases populares a la que es un decir que les disminuya en mísero porcentaje el costo del servicio eléctrico, pues sus recibos les siguen llegando elevados.

La información publicada sobre costos de tarifas eléctricas (La Jornada, 30 de agosto) agrega que en reunión privada, senadores del PRI, entre ellos, Aarón Irízar de Sinaloa, Margarita Flores de Nayarit y Diva Hadamira Gastélum cuestionaron tanto a Pedro Joaquín Coldwel, secretario de Energía como a Enrique Ochoa Reza director de la CFE de por qué solo el 2 por ciento se ha disminuido la tarifa eléctrica de uso doméstico señalándoles a los funcionarios que “una política energética no debe descuidar lo social”, menos cuando, dijeron “ empujamos la reforma energética, les vendimos a la gente que iba a bajar su recibo de luz, y cómo explicarles que el beneficio no llega a sus bolsillos”. La senadora Gastélum se refirió a que “miles de ciudadanos que, con recibo en mano se han quejado de que no disminuye el costo de la electricidad”.

En la misma información se dice que “de los 38 millones de usuarios que tiene la CFE, 88.6 por ciento corresponden al sector doméstico; 9.8 al comercial; 0.5 al de servicios; 0.3 por ciento al agrícola y al industrial 0.8 por ciento. Castigo a mayorías, protección a unos cuantos.