
MÉXICO, D.F. (apro).- En su Tercer Informe de Gobierno, en el
capítulo “México incluyente”, el presidente Enrique Peña Nieto recicló
el discurso pregonado la víspera: que “a pesar de un contexto
internacional adverso”, sus acciones “han logrado disminuir la pobreza
extrema” en el país.
Si bien en su mensaje Peña Nieto concedió que el número de mexicanos pobres se incrementó dos millones en los primeros dos años de su administración, dato ampliamente comentado desde finales de julio pasado, el informe borró dicho dato.
Lo que sí menciona con abundancia son las sumas millonarias
inyectadas y los “esfuerzos” desplegados por el gobierno federal para la
política social.
Recuerda que “una de las prioridades” de la administración actual
reside en “garantizar los derechos sociales de todas las personas”, y
felicita de la reducción de la tasa de pobreza extrema, que pasó de 9.8%
a 9.5% de 2012 a 2014.
“Esto confirma que la prioridad que planteó la política social de ir
primero al núcleo duro de la pobreza, a los más pobres de los más
pobres, así como la adecuada focalización en la población que más
necesita, está dando resultados”, destaca el documento.
A través de sus 92 programas, la Cruzada Nacional contra el Hambre
(CNcH), la estrategia estrella del gobierno para erradicar ese problema,
redujo las carencias sociales de las familias dónde operó, plantea el
informe con base a los resultados del estudio que realizó el Consejo
Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social
(Coneval) sobre la Cruzada.
Este estudio informó que una muestra de la población beneficiada por
la Cruzada vio sus condiciones de vida mejorar a raíz de la puesta en
marcha de la estrategia: del 100% de población afectada por la falta de
acceso a la alimentación, el porcentaje se redujo al 42.5% en 2015.
Las demás carencias –en rezago educativo, en acceso a la salud, a la
seguridad social o a la vivienda de calidad– también disminuyeron en la
muestra estudiada por el Coneval.
Sin embargo, después de la publicación del estudio de la Cruzada,
organizaciones de la sociedad civil señalaron que los resultados son
insuficientes, ya que el porcentaje de carencias sociales en la
población beneficiada debería ser mucho más cercano a cero, sobre todo
en el caso de la carencia de acceso a la alimentación, que es el
objetivo fundamental de la Cruzada.
Además, el mismo informe del Coneval subraya que la población
atendida por la Cruzada y la población de mismas características
socioeconómicas pero que no beneficia de la estrategia sufren de manera
similar –en un 35.7%– de la carencia en el acceso a alimentación, lo que
pone en duda la eficiencia real de la estrategia.
De acuerdo con el mismo Coneval, durante los primeros dos años de
gobierno de Enrique Peña Nieto el rezago en acceso a la alimentación se
incrementó en un 0.6%, hasta afectar a 28 millones de mexicanos a
finales del año pasado.