martes, 17 de marzo de 2015

Méxicoleaks, una puerta para documentar la corrupción

La iniciativa que sirvió como pretexto a los directivos de MVS Radio para iniciar un embate contra la periodista Carmen Aristegui fue anunciada el martes 10. Se trata de la plataforma Méxicoleaks. Su propósito: que los ciudadanos y los medios informativos del país que se sumaron al proyecto –entre los que se encuentra Proceso– trabajen de la mano para revelar las podredumbres del Estado mediante la provisión de datos y documentos que puedan ser filtrados, recibidos y procesados de manera anónima y segura, con miras a “exigir cuentas a los poderosos y a los responsables de la violencia en el país”.
15 marzo 2014 | Mathieu Tourliere | Proceso
MÉXICO, DF (Apro).- En México las personas vacilan a la hora de proporcionar información sobre los abusos del poder, y los periodistas tienen miedo de publicarla. Existen razones de peso para que esto ocurra: acechan la intimidación, las amenazas y las represalias. Con la intención de salvar estos obstáculos y agresiones nació Méxicoleaks, plataforma digital que permite enviar a periodistas de investigación documentos con información de interés público. Y hacerlo además de manera segura y anónima.

Albana Shala, coordinadora de programas de Free Press Unlimited (FPU), explica así por qué su organización eligió a México para establecer el sistema, que emula en su estructura y fines a Wikileaks, el sitio en internet que ha tenido entre sus principales cabezas al periodista y programador australiano Julian Assange, actualmente asilado en la embajada de Ecuador en Londres.

Las cifras le dan la razón: según Reporteros Sin Fronteras (RSF), durante 2014 México fue el "país más mortífero del continente americano para los periodistas", y en 2015 ocupa el lugar 148 de 180 países en términos de libertad de expresión.

A mediados del año pasado Shala tocó las puertas de ocho organizaciones de la sociedad civil y medios mexicanos, entre ellos Proceso. Los invitó a formar parte de un proyecto nacido en Holanda, país en el que reside. Su propuesta era en apariencia simple: proveerlos de una novedosa herramienta tecnológica que permite la filtración de documentos.

En entrevista, Shala —quien en noviembre pasado fue elegida por la UNESCO como miembro del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación— menciona el principal objetivo de esta iniciativa: "Que los periodistas puedan llevar a cabo su importante labor de exigir cuentas a los poderosos y a los responsables de la violencia en el país".

FPU es un grupo financiado por donantes privados, la Comisión Europea y el Gobierno holandés. Ya estableció plataformas similares en Holanda (Publeaks), y más recientemente en África (Africaleaks).

Shala precisa que "Méxicoleaks es un proyecto ético, que tiene por objetivo la transparencia, el derecho a saber y la rendición de cuentas en la sociedad mexicana", tanto del poder público como del privado.

FPU integró a ocho medios y organizaciones de la sociedad civil en el proyecto: el semanario Proceso, el equipo de investigación de Aristegui Noticias, el diario digital Animal Político, la revista Emeequis, la red de Periodistas de a Pie, el medio en línea Más de 131, la organización PODER, dedicada a investigar la corrupción empresarial, y el grupo de abogados y activistas reunidos en la Red de Defensa de los Derechos Digitales (R3D).

Presentan la plataforma MéxicoLeaks en el Centro Digital de la Estela de Luz. Foto: Germán Canseco
ANONIMATO

Méxicoleaks funciona como un sitio de recepción de documentos a través de internet, pero con una gran diferencia respecto de otros correos electrónicos: garantiza que los envíos no sean interceptados y que nadie —ni siquiera los miembros de la plataforma– pueda detectar la fuente.

El informante accede a la plataforma a través del navegador Tor, el cual modifica la identidad electrónica del usuario por medio de una red de nodos generada de manera aleatoria.

Al acceder a la plataforma, el informante selecciona los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil a los que desea enviar los documentos. Puede elegir a uno solo, a varios o a todos. Méxicoleaks encripta los archivos y los manda a través de Tor hacia unos servidores ubicados en un país extranjero, cuyas leyes protegen el anonimato en línea.

Dichos servidores almacenan los documentos durante un tiempo limitado y luego borran cualquier huella de su existencia. El informante recibe un código asociado con sus archivos, el cual le permite retornar a la plataforma para comunicarse con los equipos de investigación o añadir otros archivos, si así lo desea.

FPU y los expertos de R3D aseguran que la tecnología empleada, así como las instrucciones de seguridad que aparecen en la página, maximizan el anonimato del informante.

Méxicoleaks aconseja a quienes manden datos que no lo hagan desde una computadora de su propiedad ni de la empresa donde trabajen, para evitar ser detectados, así como mantener discreción en el entorno laboral, familiar y de amistades.

Fuente: Proceso