jueves, 11 de diciembre de 2014

La violencia de Estado en México y EU, producto de neoliberalismo y militarismo

FotoAnalizan vínculos en el contexto del caso Ayotzinapa
Compartimos la furia y la tristeza, sostienen académicos y artistas
La guerra antidrogas beneficia a narcos y banca, afirman en la UNY 
David Brooks / Corresponsal Periódico La Jornada / Jueves 11 de diciembre de 2014, p. 5

Nueva York.
Académicos, artistas y activistas realizaron un foro en la Universidad de Nueva York con la finalidad de analizar los vínculos entre México y Estados Unidos en el contexto de los sucesos de violencia en Guerrero y los movimientos de protesta contra la violencia y la impunidad que han surgido en ambos países.
Después de efectuar una procesión silenciosa por el parque Washington Square, con las imágenes de los 43 normalistas desaparecidos, se inició el foro en un auditorio de la universidad.
Estamos aquí para compartir la furia y la tristeza, afirmó Diana Taylor, directora del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York, al inaugurar el foro frente a 43 sillas colocadas en el escenario, cada una con la fotografía de un normalista desaparecido. Pero también, agregó, para buscar, de manera colectiva, lo que se puede hacer en ambos lados de la frontera ante lo que es una realidad entrelazada.
El reconocido historiador y profesor de la Universidad de Nueva York Greg Grandin ubicó lo que está ocurriendo en un contexto hemisférico, donde la promoción de las políticas neoliberales y el militarismo, expresados mediante acuerdos comerciales, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la llamada guerra contra las drogas, explican en parte la violencia estatal.
Señaló que fue el presidente Bill Clinton quien impulsó esta combinación de políticas, desde los acuerdos comerciales hasta la militarización de la frontera, como el Plan Colombia, y que las consecuencias de estas políticas se expresan hoy tanto en México como en Estados Unidos y otras partes del hemisferio.
Otros participantes resaltaron que la llamada guerra contra las drogas, impulsada por Estados Unidos mediante la Iniciativa Mérida, ha fomentado niveles sin precedente de violencia en México, mientras los narcotraficantes y los bancos internacionales lucran con el comercio ilícito de estupefacientes y, por otro lado, las agencias de seguridad de ambos gobiernos y empresas que administran cárceles privadas en Estados Unidos se benefician con los fondos para esa guerra. Los que sufren las consecuencias son los más vulnerables de ambos lados de la frontera.
Gerardo Renique, profesor en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, presentó una breve historia de lo que llamó la violencia estructural de México, y su expresión en los estados más pobres, como Guerrero.
Afirmó que esa violencia se industrializó con la declaración de la guerra contra las drogas en 2006, y resucitó las prácticas de las desapariciones de los tiempos de la guerra sucia de los años 70.
La migración, las desapariciones como instrumento de terror, las protestas contra la violencia y la impunidad detonadas por los casos Ayotzinapa y Ferguson dejan clara la crisis de legitimidad de las instituciones, tanto en México como en Estados Unidos.
La relación entre las políticas estadunidenses y sus consecuencias en México y América Latina fueron algunos de los temas abordados en el foro, con el propósito de trazar un contexto de los nuevos movimientos, los cuales afirman que esto apenas empieza.
El tema de los 43 normalistas desaparecidos continúa generando nuevos intercambios en las redes sociales, en foros académicos, en espacios comunitarios y en algunos medios de comunicación, y algunos analistas siguen explorando los aspectos comunes entre los movimientos de protesta en México y en Estados Unidos, detonados por actos de violencia de las autoridades.