sábado, 20 de septiembre de 2014

Realizan misa para pedir que se ponga fin a la impunidad con que actúa Larrea

Carolina Gómez Mena | Periódico La Jornada | Sábado 20 de septiembre de 2014, p. 6
FotoEn el comienzo de la jornada Diez días por la paz y los derechos humanos, representantes de las iglesias católica, anglicana, luterana, bautista, presbiteriana y pentecostal, así como organizaciones de derechos humanos y civiles, realizaron una misa afuera de las instalaciones de Grupo México para demandar el rescate de los 63 cuerpos que permanecen sepultados en la mina Pasta de Conchos, y el término de la impunidad con que opera este consorcio, así como para orar por la paz en México y el mundo.
A 103 meses del homicidio industrial en Pasta de Conchos, a poco más de un mes de que su filial Buenavista del Cobre contaminó el río Sonora con un derrame tóxico y en el contexto de la conmemoración del 21 de septiembre, Día Internacional por la Paz, los manifestantes se pronunciaron por el retiro de las concesiones mineras otorgadas a la empresa de Germán Larrea, y confiaron en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos obligue al Estado mexicano a recuperar los restos de los mineros y se esclarezcan los hechos.

En la ceremonia destacaron que el millonario Germán Larrea ya no sólo es responsable del mayor desastre humano de la minería contemporánea (Pasta de Conchos), sino también del peor desastre ambiental de esta industria (la contaminación del río Sonora), ya que Grupo México es responsable del derrame de tóxicos y deberá subsanar las consecuencias.

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La ceremonia litúrgica se realizó frente a las instalaciones de Grupo México en la capital. Foto: Carlos Ramos Mamahua




Entre las consecuencias están ríos contaminados, escuelas cerradas, pozos aledaños fuera de operación, economía local semiparalizada, salud de algunas personas afectada, probable filtración hacia los mantos subterráneos, perjuicio a los agricultores, a pescadores, ganaderos y pequeños comerciantes... en resumen, la estabilidad familiar de más de 22 mil sonorenses ha estado amenazada desde el 6 de agosto, lo que nos volvió a conmover pues se trata del mismo minero responsable de la tragedia en Pasta de Conchos.

Cristina Auerbach, de la organización Familia Pasta de Conchos, y Gabriela Juárez Palacios, secretaria ejecutiva del Observatorio Eclesial, lamentaron la impunidad con que actúa Grupo México, y llamaron al gobierno a poner un alto y sancionar como es debido a esta empresa.

Auerbach comentó que Grupo México desde que llegó a la zona carbonífera de Coahuila (en 1901) tiene 419 muertos en su haber. Así que esto no empezó en Pasta de Conchos: Grupo México viene matando gente desde principios del siglo pasado, sin que nadie le diga nada. Ya es hora de sancionar a esta empresa y que de una vez el gobierno plantee su disolución.

A la celebración de la misa acudieron alrededor de medio centenar de personas de diferentes religiones, quienes también denunciaron las múltiples injusticias que se viven en el país.

En el contexto de las fiestas patrias celebradas a principios de esta semana realizaron un Grito de Independencia, en reconocimiento de las víctimas de la violencia, así como de las personas y comunidades que trabajan por la paz con justicia y los derechos humanos.

También hubo un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de 1985 (a 29 años de esa tragedia) y por los damnificados del huracán Odile en Baja California Sur.

Iglesias por la Paz y Familia Pasta de Conchos enviaron una carta abierta a los habitantes de los siete municipios afectados por el derrame tóxico y a sus presidentes municipales, solidarizándose por lo ocurrido.

Fuente: La Jornada